Epidemia de sarampión en Europa preocupa por baja cobertura de vacunación.
Sarampión en Europa: 2.000 casos y tres muertes en Rumanía.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advertía en diciembre de 2023 que se estaba experimentando un "alarmante aumento" de casos de sarampión en Europa, con más de 30.000 notificaciones entre enero y octubre del pasado año. Esto se materializaba en un incremento de más de 30 veces en comparación con 2022, cuando se registraron 941 casos.
La enfermedad ha continuado avanzando en algunas regiones del continente, suponiendo un grave problema para países como Rumanía, que ya ha declarado “epidemia nacional” tras la muerte de tres personas. Hay ya casi 2.000 casos en todo el país, repartidos en 29 de los 41 condados, y el 80 por ciento de los niños afectados no están vacunados.
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo, como informa la organización. Se transmite mediante el contacto con secreciones nasales o faríngeas infectadas (tos o estornudos) o respirando el mismo aire que una persona con sarampión.
El virus puede residir en el aire o sobre superficies y permanecer activo, conservando su capacidad infecciosa hasta dos horas. Esto lo hace un virus muy infeccioso: una persona con sarampión puede infectar a nueve de cada diez contactos directos no vacunados.
Tras varios años en los que se ha producido un descenso en la cobertura de vacunación contra el sarampión, en 2022 los casos de esta enfermedad aumentaron un 18 por ciento y las muertes se incrementaron un 43 por ciento en todo el mundo con respecto al año anterior.
El problema: la baja cobertura de vacunación
Con ello, y según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, publicado en noviembre del pasado año, el número estimado de casos de sarampión asciende a 9 millones y el de personas fallecidas se sitúa en 136.000, la mayoría de ellas, niños.
Mediante un comunicado, la OMS alertó de que la amenaza que representa el sarampión para los niños sigue creciendo de manera incesante. En 2022, "37 países experimentaron brotes perturbadores y de gran magnitud, frente a los 22 países registrados en 2021", señala la organización. De entre los países que experimentaron brotes, 28 pertenecen a la Región de África de la OMS, seis a la del Mediterráneo Oriental, dos a la de Asia Sudoriental y uno a la de Europa.
El sarampión puede ser prevenido con dos dosis de la vacuna y es que es precisamente la baja cobertura de vacunación uno de los principales problemas en la situación actual. En 2022, la cobertura mundial de vacunación experimentó un leve aumento con respecto a 2021, sin embargo, ese año “seguía habiendo 33 millones de niños sin alguna de las dos dosis de la vacuna contra el sarampión: casi 22 millones de niños no habían recibido la primera dosis y a otros 11 millones les faltaba la segunda”, expresa la OMS.
Siguiendo estos datos, la tasa mundial de cobertura vacunal de la primera dosis se situó en el 83 por ciento, muy por debajo del nivel de cobertura del 95 por ciento necesario para protegerse frente a los brotes. Además, como expresa la OMS, “los países de ingreso bajo, donde el riesgo de muerte por sarampión es mayor, siguen teniendo las peores tasas de vacunación”.
En estos solo existe un 66 por ciento de vacunación, “un porcentaje que no muestra ningún signo de recuperación tras el retroceso sufrido durante la pandemia”. De los 22 millones de niños que no habían recibido la primera vacuna contra el sarampión en 2022, “más de la mitad vivían en tan solo 10 países: Angola, el Brasil, Etiopía, Filipinas, la India, Indonesia, Madagascar, Nigeria, el Pakistán y la República Democrática del Congo”, señala la organización.
El caso de España
España permanece ‘a salvo’ del brote y “se encuentra en situación de eliminación del sarampión desde el año 2016”, como indica el Ministerio de Sanidad. En los primeros años de la fase de post-eliminación (2014-2016) se registró una incidencia anual muy baja (<0,1 casos por millón) de sarampión.
Entre 2017 y 2019 ocurrió un repunte de casos (6 casos por millón/año), paralelo al resurgimiento de la enfermedad en Europa y en otras zonas del mundo, como muestran datos del Ministerio. Desde marzo de 2020, coincidiendo con el establecimiento de las restricciones al movimiento de personas por la pandemia de Covid-19, la circulación del virus del sarampión se redujo drásticamente en todo el mundo.
En el año 2022 se confirmó un solo caso de sarampión en un adulto no vacunado, que regresó de viaje desde la India y en total se notificaron 20 casos sospechosos de padecer la enfermedad. Todo ello gracias a un plan de vacunación que garantiza una alta cobertura.
En el año 2022 “la cobertura de vacunación con triple vírica a nivel nacional fue del 96,2 por ciento con la primera dosis y del 92,7 por ciento con la segunda”. Los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) muestran que la cobertura media en la Unión Europea es inferior, situándose en el 92,4 por ciento en la primera dosis y el 89,7 por ciento en la segunda.
Así mismo, el Ministerio ha señalado una “ligera recuperación respecto a las coberturas de años anteriores tras el impacto de la pandemia COVID-19 en los programas de vacunación”. Las comunidades autónomas están realizando actividades de captación para mejorar las coberturas, lo que se ha visto reflejado en la mejora de estas.
La enfermedad del sarampión
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que puede llegar a provocar una situación grave, complicaciones o la muerte. A pesar de que puede afectar a cualquier persona, es más común entre los niños y vacunarse es la mejor manera de evitar contraerla o contagiarlo a otras personas.
Antes de propagarse por todo el cuerpo, el virus infecta las vías respiratorias y es característica por causar una erupción cutánea que se extiende por todo el cuerpo. Como señala la OMS, antes de que se introdujera la vacuna contra el sarampión en 1963 y se optara por la vacunación generalizada, “las principales epidemias se producían aproximadamente cada dos o tres años y causaban unos 2.6 millones de muertes cada año".
Los primeros síntomas suelen durar entre 4 y 7 días, e incluyen secreción nasal, tos, ojos llorosos y enrojecidos, así como pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas. La erupción cutánea comienza entre 7 y 18 días después de la exposición, generalmente en la cara y la parte superior del cuello, y se propaga durante unos 3 días, hasta llegar a las manos y los pies. Por lo general, dura entre 5 y 6 días hasta que se desvanece.
La mayoría de las muertes por sarampión se deben a complicaciones relacionadas con la enfermedad, que desembocan en encefalitis (una infección que causa una inflamación cerebral y que puede provocar daño cerebral), la diarrea grave y la consiguiente deshidratación, infecciones del oído o problemas respiratorios graves, como la neumonía. Estas son más frecuentes en los niños menores de cinco años y en los adultos mayores de 30 años.
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