El exfiscal García Jabaloy sobre el fraude económico: Lo primero es saber el cómo

Los delitos fiscales están en auge. La Agencia Tributaria en España ofrece cifras respecto al año 2021, donde tan solo hablando de los trámites aduaneros se remitieron al Ministerio Fiscal 179 informes de delito fiscal, siendo el importe global de cuotas defraudadas de 156,31 millones de euros. 

Si avanzamos a la globalidad de los datos, las actuaciones de lucha contra el fraude fiscal han permitido recaudar 16.675 millones de euros en 2022. Sectorizando es destacable el ámbito de la fiscalidad internacional de grandes empresas multinacionales, donde la Agencia Tributaria regularizó el pasado año bases imponibles por un importe de 3.409 millones de euros, o el descubrimiento de ventas ocultas por un importe de 435 millones de euros, un 8,8 por ciento más que el año previo.

Macrocrifras que han obligado a especializar en delitos económicos a las fuerzas de seguridad, que ya cuentan con el trabajo de unidades especializadas como la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional o la UCO de la Guardia Civil, siendo esta una Unidad específica de la Policía Judicial que investiga la delincuencia organizada, económica, internacional y otras especialidades.

¿Por qué el delito fiscal genera tanto debate?

Una de las dudas que se hacen los contribuyentes es: si el pago de impuestos y su cuota tributaria es clara, ¿cómo puedo terminar en un proceso penal? Pues la respuesta es clara.

Según el abogado penalista y exfiscal Juan Antonio García Jabaloy, “la clave está en operaciones económicas de cierta complejidad”. Por ejemplo, en relación con el  impuesto de sociedades “hay que atender si es un grupo de empresas con sedes o domicilio social fuera de España. Esto implica que entren en juego normativa fiscal de terceros países y estaríamos afectados por acuerdos bilaterales entre España y el país donde la empresa resida”, nos indica el abogado experto en delitos económicos. Ello, unido a la dificultad que supone en muchos casos discutir donde se ha realizado la actividad, por ejemplo, en las empresas tecnológicas va a determinar el lugar en donde se page el principal del tributo.

“Para evitar la comisión de un delito fiscal es clave el correcto asesoramiento, pero ello no nos exime al cien por cien de veros inmersos en investigaciones que nos obliguen a aclarar ciertos movimientos que generen dudas a la Agencia Tributaria”, expone Jabaloy, quien recientemente está inmerso en la defensa de un fraude del IVA en carrusel por la compraventa de coches de lujo por valor de 74 millones de euros.

Impago del impuesto de sociedades y sus riesgos

“Hablamos principalmente de altos directivos o empresarios que se equivocan con sus cuotas de IRPF. Es decir, algunos cargan gastos personales a la sociedad, y otros se confunden con la obligación de tributar por los dividendos al cierre del año”, indica Juan Antonio, quien señala que la clave para una buena defensa ante un delito fiscal es la “anticipación y tener un sólido conocimiento de la normativa fiscal”, algo de lo que el letrado pudo hacer alarde recientemente en una charla donde clarificó en poco más de 30 minutos los desafíos y simplificaciones legales, así como la responsabilidad del CEO y de las personas jurídicas ante los delitos fiscales.
 

¿Cómo se pelea el fraude de IVA?

“No dando nada por supuesto”, apunta el abogado penalista. “Primero tiene que haber fraude, porque podría ser que no hay fraude como tal si la contabilidad está correcta. Es un tema muy complejo que va más allá de sumar y restar para encontrarse un fraude superior a los 120.000 euros”, donde nos expone que entran en juego muchos más factores, como son cruces de facturas para reducir el beneficio o el IVA, y determinar si estas son reales, o si tienen algún vínculo con la principal.

“Nos estamos encontrando en el despacho con muchas investigaciones penales que se dirigen por supuestos fraudes de IVA, por ejemplo en sectores como la compraventa de vehículos o hidrocarburos en donde la defensa es muy diferente caso por caso, y sobre todo, cliente por cliente, ya que cada sujeto u obligado tributario tiene una responsabilidad diferente”.

El mero impago de un tributo, ¿llevaría a la comisión del delito?

“No. Eso es lo apasionante de este tipo penal. El conjugar todos los elementos e indicios criminales para considerar si hay dolo, es decir, voluntad de delinquir”, un “dolo” que no es automático, “hay que buscarlo caso a caso, y conocer cómo se ha producido el supuesto fraude: por algún error en la liquidación de las cuotas, a petición del contribuyente, a propuesta del gestor fiscal… hay muchos elementos que entran a operar y que hacen que la defensa de estos delitos sea muy interesante”, nos orienta el socio de Ospina Abogados desde el pasado mes de junio y quien durante 2023 ha estado en dos países extranjeros gestionando la resolución de presuntos delitos económicos para sus clientes.

La defensa ideal para una investigación por fraude fiscal

“Los delitos fiscales y todo el penal económico son procedimientos muy complejos que requieren en los abogados defensores, por un lado, un fuerte conocimiento de la Ley, es decir, la parte sustantiva del delito en el Código Penal, las actualizaciones de la Agencia Tributaria y última jurisprudencia; pero también un sólido conocimiento de la práctica judicial. Es decir, de cómo operan los juzgados y las unidades de investigación en el día a día”. Por eso, el experto en penal económico señala que la clave del éxito está en el “equilibrio entre conocimiento y experiencia”.  

En el marco de Ospina Abogados “mis socios Juango Ospina y Beatriz aportan ese valor añadido de la práctica forense por empatía con la realidad. Yo, por mi parte, creo que puedo aportar ese conocimiento y esa visión más allá de los papeles, y cómo no, a veces pensar como lo hacía cuando era fiscal para intentar ponerme en los zapatos de la acusación y preparar la mejor defensa posible”, indica uno de los mejores abogados expertos en delitos fiscales de la actualidad.