Descontrol de actos violentos entre los jóvenes: 'Muchos tienen conductas disociales'

Hace unos días saltaba la noticia una brutal paliza a un vecino de Ferrol por varios jóvenes en su domicilio.

El incidente se producía en la madrugada del pasado domingo. Valentín, la víctima, se asomó a la ventana para pedir a unos jóvenes que estaban en la calle que hiciesen menos ruido. La reacción de estos no fue para nada respetuosa y pacífica, pues le gritaron y le insultaron.

La respuesta del vecino ante esto fue arrojarles un vaso de agua, algo que no sentó nada bien a los jóvenes. Forzaron la puerta del portal y aporrearon la puerta de su casa. Al abrir la puerta Valentín, comenzó la paliza que le ha dejado la cara desfigurada.

Un caso similar ocurría en El Barco de Ávila, el pasado 30 de agosto. Allí unos jóvenes agredieron a los miembros de la orquesta Grupo Sirope, tras también llamarles la atención.

En pleno espectáculo de verbena de verano, los jóvenes empezaron a “tirar bebida a los altavoces” relata Joseba Roi, el cantante del grupo. Al parecer, primero bajó a hablar con ellos y ya hubo intentos de agresión, pero continuaron la actuación. Al ver que estos comportamientos seguían, se lo volvió a pedir delante de todo el público, que no dudaron en aplaudir al grupo.

Por haberles hecho sentir “vergüenza”, los jóvenes acompañados de más estaban esperando al cantante y al técnico de sonido para agredirles al acabar el concierto. Además, el padre de Joseba intervino para proteger a su hijo, y fue el peor parado porque hasta le dejaron “inconsciente”.

El cantante denuncia que “no había ninguna medida de seguridad” en el evento.

A mediados de agosto también, tres jóvenes agredieron a dos hombres en un bar de Arrecife en Lanzarote. Los jóvenes atacaron con una botella rota y un cuchillo a los hombres por negarse a darles cigarro y dinero. Además, les robaron 300 euros y un móvil.

Elcierredigital.com ha podido hablar con el psicólogo y exdefensor del Menor Javier Urra ante estas situaciones. Urra ha trabajado para la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y en los Juzgados de Menores de Madrid. Acostumbra a tratar este tipo de comportamientos también en su programa recURRA GUINSO.

'Falta educar en el respeto'

“Hay algunos jóvenes a los que no estamos educando bien en el respeto. A uno mismo, al otro, a los mayores y a la autoridad”, nos comenta Urra.

“A veces nos falla transmitir lo que es humano, la sensibilidad, la ternura. Esto es importante. Se habla mucho de empatía, pero algunos jóvenes no tienen esa gran sensibilidad”, explica.

“No se está educando a decir que no al grupo, que a veces golpea, ridiculiza, o actúa como jauría humana. Hay que educar a los niños a que la responsabilidad es individual haga lo que haga ese grupo”, sentencia el psicólogo.

Nos comenta, que desconoce la existencia de algún caso en el que sí se haya dado una correcta educación y cometa hechos violentos contra alguien. Respecto a la educación, apunta que la imparten los padres, la familia, la escuela, los medios de comunicación, las redes, la sociedad en general.

"No es de recibo decir que la violencia se dispara en la juventud"

Para el psicólogo, no es correcta la generalización sobre el comportamiento de los jóvenes.

“Hay un entorno a veces de poco autodominio. Conozco muy bien el mundo de los jóvenes, la mayoría se comportan bien, estudian, practican deporte, dan besos a los abuelos... Hay cosas que tenemos que intentar mejorar, pero no es de recibo decir que la violencia se dispara en la juventud”, asegura.

Hemos querido preguntarle sobre las señales tempranas que pueden indicarnos que un joven podría desarrollar comportamientos violentos.

“Que maltrate a los animales es muy mal síntoma, o que no tenga mucha sensibilidad. Que tenga una gran distancia emocional del ser humano” nos respondía.

Se considera muy favorable a llevar a los niños a campamentos, a visitar a otros niños enfermos a los hospitales, o que colaboren en cuanto puedan en organizaciones no gubernamentales.

“No se trata tanto de hablar, sino de hacerlo. Es esencial para aprender que lo importante no es el yo, es el tú. Los criterios los tenemos y ahora hay que formalizarlos”, reflexionaba.

Señala que las generaciones que tenemos, en gran medida son ejemplo de la sociedad.

"Toda conducta tiene una respuesta"

“Un tema esencial es el autodominio. A veces la vida no te aplaude, o no es justa. Pero tú tienes que autodominarte, esto es muy importante. Para eso también tienes que ver a los adultos que se autodominen”, comenta Urra.

Para Urra la principal intervención ante este tipo de comportamientos sería la sanción. Apunta que “es fundamental para que sepan que toda conducta tiene una respuesta”.

Seguido plantea un cambio cognitivo. “Erradicar cualquier actitud de rencor, odio, celos o ideas paranoicas de que el mundo está contra mí. A veces estas actitudes se acentúan en las redes sociales”.

Sobre el impacto de la violencia en estos jóvenes, de cara a su vida adulta, nos responde que en algunos casos los chicos entran en unas  conductas disociales. Por eso, acaban estando en centros de reforma y posteriormente en la cárcel.

“Lo primero que hay que hacer es prevenir, que la vía para ello es educar. Cuando no se ha podido prevenir, hay que tratar de restaurar, restablecer o reorganizar la conducta mentalmente”, argumenta el defensor del menor.

Urra lanza un consejo para esos padres o educadores, para que los jóvenes vayan por un buen camino. Para ello, además de una correcta educación, hay que evitar los entornos complejos o los atajos hacía, por ejemplo, el alcohol.

“Educar en el amor, en la seguridad, en el sentido del humor, en la capacidad de reírse de uno mismo. Educar para practicar deporte y estar en contacto con la naturaleza. Y transmitir a los niños que ellos son una razón existencial de vida”, expone como broche final.