Alerta alimentaria por frutos secos con aflatoxinas: Su consumo puede ser mortal
El doctor Darío Fernández advierte: "Es incolora, inolora, insípida y en muchas ocasiones imperceptible a la vista”.
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff), emitió el pasado jueves 30 de mayo una alerta sanitaria desde España, catalogada como "grave", en la que advertía de la presencia de aflatoxinas por encima de los niveles permitidos en frutos secos, como cacahuetes y almendras provenientes de Estados Unidos. Y para alertar a los ciudadanos de los riesgos que supone para la población su exposición a esta toxina. Además, añaden que también había presencia de la aflatoxina B1, considerada una de las más peligrosas para el ser humano.
Estas toxinas están producidas por el hongo Aspergillus, y en los alimentos, presentan un aspecto muy similar al del moho que aparece en el pan y en las naranjas. El doctor Darío Fernández, asegura para elcierredigital.com que "Estas toxinas son cancerígenas, dañan seriamente al hígado y pueden llegar a ser mortales".
"Hay varios tipos de aflatoxinas, pero la más peligrosa es la B1, que se puede encontrar en todos los frutos secos: almendras, avellanas, cacahuetes... y en las frutas desecadas y en la leche", señala el doctor Darío Fernández en conversaciones con este medio.
Estas alertas subrayan la importancia de las organizaciones que garantizan la seguridad y salud pública en el ámbito de la alimentación. Su labor de vigilancia y control contribuye a proteger a la población de riesgos asociados con los alimentos, además de desempeñar un papel fundamental en garantizar que los alimentos que llegan a nuestras mesas son seguros y saludables.
Riesgos de consumir alimentos con aflatoxinas
Consumir un alimento con aflatoxinas, representa un riesgo significativo para la salud pública. Si se consume un alimento con estas toxinas en pequeñas cantidades y en un corto espacio de tiempo podría ocasionar síntomas gastrointestinales agudos como vómitos, naúseas y dolores abdominales. Pero si se ingiere en grandes cantidades y prolongado en el tiempo puede desencadenar en convulsiones, edemas cerebrales y la muerte.
Tras la alerta que envió el Rasff el producto ha sido inmediatamente retirado. Sin embargo, se desconoce si otros lotes de este producto han podido eludir los controles fronterizos a España, en este caso desde Estados Unidos, y llegar a los mercados españoles.
"El riesgo reside en que si una persona acude al médico por presentar síntomas tales como vómitos, náuseas o dolor abdominal, si no se relaciona con la ingesta de un alimento que podría estar contaminado, es difícil hacer el diagnóstico", señala Darío Fernández.
"En caso de que se pueda diagnosticar, no hay un medicamento para tratarlo. El tratamiento sería sintomático, con el objetivo de minimizar los síntomas hasta que el propio cuerpo elimine la toxina", añade
"Es una toxina incolora, inolora, insípida y que en muchas ocasiones es imperceptible a la vista", advierte Darío Fernández. "Puede encontrarse en una amplia variedad de productos que se consumen a diario: Frutos secos, frutas desecadas e incluso en la leche", añade.
"Es bastante extraño que la gente muera por consumir estas toxinas, sobre todo desde que en 2012 se legisló la cantidad de aflatoxinas permitidas en los alimentos", asegura Darío Fernández. Aquellas personas que tengan alguna patología hepática: hepatitis, hígado graso... y aquellas personas que tengan bajas defensas, son personas de riesgo y puede afectarles más gravemente", concluye.
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