
Alarma ante el incremento de trastornos y enfermedades sexuales en los adolescentes
El psicólogo López-Vallejo señala que "la adolescencia vive hoy un contexto hipersexualizado y emocionalmente frágil"
“No solo las enfermedades de transmisión sexual nos deben alarmar, sino los trastornos que crecen entre los jóvenes de una manera escondida". Para el psicólogo Jorge López-Vallejo este es uno de los principales problemas actuales que requiere ser abordado.
La sociedad actual, y sobre todo los jóvenes, vive sobreexpuesta a una inmensa cantidad de estímulos. Unos estímulos que generan unos estándares y de manera indirecta ejercen gran presión, creando así graves inseguridades.
Por ello, la educación sexual de los más jóvenes es una de las grandes tareas actuales. La pornografía, las redes sociales y las películas y series embadurnan una realidad muy diferente.

“Estamos ante una situación muy alarmante, la adolescencia está atravesando un contexto hipersexualizado, digitalizado y además emocionalmente frágil. Hay que recalcar que no se están tomando medidas sobre los problemas de trastorno sexual”, explica Vallejo.
“Si no somos capaces de resolver la relación que tienen los niños, jóvenes y adolescentes con las redes sociales y con internet y con la pornografía, nos vamos a encontrar con un problema social importantísimo de aquí a 10 o 15 años”, resalta López-Vallejo a elcierredigital.com.
Problemas derivados de las ETS y los trastornos psicológicos
Hoy día, se está viviendo un gran crecimiento de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y de los trastornos psicológicos. Esto está relacionado con el sexo entre adolescentes e incluso niños en los últimos años.
López-Vallejo señala a elcierredigital.com que “hay una serie de factores que provocan esta situación. Los principales motivos de las ETS son la falta de educación sexual integral, la exposición temprana a contenidos sexuales, los inicios sexuales más tempranos, los tabús y la falta de comunicación y la menor percepción de riesgo”.
Algo que se viene observando es el incremento de trastornos psicológicos vinculados con la sexualidad y la identidad. Ante esto, Vallejo recalca que “esto provoca ansiedad, depresión, autolesiones, confusión de identidad y dificultades en el vínculo con el propio cuerpo”.
No menos importantes son los trastornos del deseo sexual en adolescentes, algo comúnmente vinculado a adultos. Sin embargo, Vallejo explica que “los jóvenes presentan deseo sexual hipoactivo -falta de interés sexual- y aversión al sexo.

“En adolescentes, estos trastornos suelen estar muy ligados a expectativas distorsionadas, vergüenza corporal o falta de experiencias saludables de afecto”, añade el psicólogo.
Por otro lado, también aparecen en jóvenes los trastornos parafílicos, es decir, fantasías recurrentes que generan excitación sexual. Vallejo indica que “estos comportamientos sexuales atípicos pueden generar falta de control de impulsos o consumo temprano de pornografía”.
Es relevante abordar la disforia de género en la adolescencia, cuyo aumento refleja mayor libertad para explorar la identidad. No obstante, también “genera confusión, presión social o virtual y dificultades familiares y escolares”, agrega López-Vallejo.
El problema de la disfunción eréctil
El trastorno que más se aborda en la actualidad en consulta es el crecimiento de la disfunción eréctil en jóvenes. En las últimas décadas, se ha observado un incremento notable de casos en varones menores de 35 años, muchos incluso en su adolescencia tardía.
Las causas principales son:
1. Ansiedad de rendimiento
- Miedo a “fallar”, a no cumplir con expectativas sexuales propias o ajenas.
- Se convierte en un “espectador de sí mismo”, bloqueando la espontaneidad del deseo.
2. Hipersexualización y pornografía
- El consumo excesivo de porno genera una respuesta más intensa a estímulos artificiales que a la experiencia real.
- Puede provocar una "desensibilización" erótica y dificultad para excitarse sin ese tipo de estímulo.
3. Autoobservación obsesiva
- El joven empieza a vigilar su cuerpo y su funcionamiento, creando un ciclo de tensión que impide la erección.
- Esto alimenta el miedo, que a su vez refuerza el bloqueo.
4. Presión social o emocional
- Influencia de mitos como “debo estar siempre listo”, “si fallo no valgo como hombre”.
- Dificultades relacionales o falta de conexión emocional con la pareja.
5. Masturbación compulsiva o disociada
- Realizada con culpa, urgencia o sin presencia mental puede alterar los patrones de respuesta sexual.
“La adolescencia actual está atravesada por un contexto hipersexualizado, digitalizado y emocionalmente frágil. El aumento de ETS, trastornos sexuales y dificultades de identidad no puede verse sólo como patología individual. Sino como resultado de un sistema que exige mucho y acompaña poco”, indica Jorge López-Vallejo.
“Para paliar esta situación resulta imprescindible la intervención psicológica inmediata y la psicoeducación. "La Terapia Breve Estratégica ofrece herramientas rápidas, concretas y respetuosas con la identidad del adolescente, enfocadas en desbloquear el cambio y reducir el sufrimiento”, concluye López-Vallejo.
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