29 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El riesgo cardiovascular potencial se establece en más de 102 cm de perímetro de cintura para hombres y 88 para mujeres

Los múltiples riesgos para la salud de tener una buena barriga

La obesidad abdominal puede ser un riesgo para la salud
La obesidad abdominal puede ser un riesgo para la salud
En la mayoría de los hombres, la barriga u obesidad abdominal es una de las características más claras del paso de los años. Aunque a veces, ni siquiera eso, ya que existen casos de jóvenes e incluso niños que a consecuencia de los malos hábitos dejan crecer peligrosamente esta parte de su cuerpo, con los consiguientes riesgos para la salud.

En términos generales, se considera obesidad abdominal cuando este valor es superior a 0,8 en mujeres y a 0,95 en hombres. Es decir, los valores de corte según los parámetros establecidos por los organismos nacionales de salud para establecer el riesgo cardiovascular potencial, son más de 102 centímetros de perímetro de cintura para hombres y 88 centímetros para mujeres.

Un abdomen demasiado prominente avisa de un riesgo probable al portador.

La barriga prominente, protuberancia que antaño era signo de opulencia y bienestar, pero que hoy muchos camuflan bajo una oprimente faja, es en realidad una llamada de alerta para quien la posee: su riesgo de sufrir muerte súbita se duplica. Así lo confirman diversos estudios médicos aunque basta con acudir al médico de salud para que nos lo diga en persona y en confianza. Esta afirmación significa que las personas con obesidad abdominal tienen más probabilidades de experimentar una parada cardiaca inesperada.

La razón es que la obesidad abdominal es un índice de grasa visceral, y esta grasa está asociada a mayores alteraciones metabólicas en forma de intolerancia a la glucosa, disminución de la sensibilidad a la insulina, alteración del perfil lipídico así como una mayor influencia en los procesos inflamatorios que la grasa acumulada en otras áreas, lo que lleva a un aumento del riesgo cardiovascular, según la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Por tanto, una barriga voluminosa no afecta solo a la parte estética,  sino que también influye de manera directa en la salud del propietario, por lo que es más que conveniente tenerlo muy en cuenta. Es a partir de ciertas edades y en determinados individuos, cuando esta parte del cuerpo comienza a hincharse y redondearse como si fuera un globo, la mayoría de las veces con un tejido adiposo, grasa, como hemos dicho, que es enemigo declarado del corazón.


Una dieta equilibrada y evitar el sedentarismo mantienen a raya la acumulación de grasa en el cuerpo.

Entre los factores principales en la formación de ese abultamiento abdominal, están las bebidas alcohólicas, la vida sedentaria, el estrés y los hábitos alimenticios poco saludables con exceso de grasas, azúcares y harinas. Con un estilo de vida saludable todo esto puede desaparecer y se consigue reducir el  perímetro abdominal y salir de la zona de riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares.

En la sociedad de hoy, la alimentación es cada vez más hipercalórica, rica en azúcares simples y grasas de mala calidad, y se hace menos ejercicio. La falta de tiempo obliga a la mayoría de las personas a acelerar sus momentos de comida, de práctica de ejercicio y de reposo.

El estrés es muy amigo de las células de grasa abdominal, por tanto unos hábitos que combatan el estrés nos ayudarán a controlar la barriga. Procurar dormir bien, si se puede, hacer ejercicios de técnicas de relajación, mejor desconectar con frecuencia, escuchar música, no ser adicto al teléfono o la tablet,  hacer ejercicios de respiración y una moderada actividad aeróbica como puede ser correr, caminar a buen ritmo o rodar en bicicleta. Y recordemos que estar sentado quema la mitad de calorías que estar de pie.

Los puntos que se deben tener en cuenta

Si la medida que resulta peligrosa para la salud es la superior a los 102 centímetros, mucho ojo, por tanto, si el metro alrededor del abdomen supera esa cifra. Entre los 90 y los 102 no es el ideal, pero todavía es catalogado por los expertos como aceptable. Por debajo de 90 centímetros estaremos fuera del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Si hay dudas, lo mejor es coger un metro y hacer la prueba.  

Cualquier tipo de ejercicio practicado con regularidad y bajo supervisión médica puede ser bueno para reducir grasa abdominal.

La alimentación es cada vez más hipercalórica, rica en azúcares simples y grasas de mala calidad, y se hace menos ejercicio. Estar sentado quema la mitad de calorías que estar de pie.

 

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