26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El patólogo Eduardo Gavín muestra sus reservas a la obligatoriedad de realizar algunas necropsias a las victimas del coronavirus

Polémica sobre las autopsias de COVID-19: Las condiciones que deben reunir las salas

El Hospital de La Paz, uno de los preparados para estas autopsias.
El Hospital de La Paz, uno de los preparados para estas autopsias.
La comunidad científica está dividida entre los que creen que deben practicarse autopsias a las víctimas del COVID-19, como, por ejemplo, los doctores José Cabrera y Julia María Fernández y quienes opinan que, si son inevitables, habría que acometer muchas cuestiones previas de seguridad antes de realizarlas, como la doctora Patricia Alcaraz a quien ahora se suma la opinión en el mismo sentido del especialista en Anatomía Patológica Eduardo Gavín.

El patólogo Eduardo Gavín aporta su punto de vista sobre la polémica que estos días protagoniza la comunidad científica sobre la necesidad o no de realizar autopsias a los fallecidos por el COVID-19.

Explica el doctor Gavín que "yo habré realizado alrededor de 2.000 autopsias clínicas y hay cuestiones que debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a hacer autopsias sin control. No hay ninguna revista científica que hay publicado las 50 autopsias realizadas e Italia, la única certeza son las 15 practicadas en China y las cuatro de Estados Unidos".

                             El patólogo Eduardo Gavín.

Cuestiones como el conflicto entre seguridad de los médicos forenses y el avance de la ciencia, además de evitar la expansión del coronavirus por una mala praxis son las que están a debate. Gavín dice que "no hay tantas salas con la seguridad suficiente para llevar a cabo estas autopsias, por ejemplo yo creo que en Madrid solo hay tres, el hospital de La Paz, la Fundación Jiménez Díaz y creo recordar que el hospital de Alcorcón tiene otra".

En el momento de iniciarse la crisis sanitaria en toda España había seis salas BSL-3, el segundo nivel de bioseguridad más importante, que se usaban solo para fallecimientos provocados por enfermedades extremadamente contagiosas, que registran muy pocos casos habitualmente. 

Estas salas deben cumplir varios requisitos fundamentales para ser seguras, ya que hablamos de enfermedades como la tuberculosis, la rabia o priones. El libro Blanco de la Anatomía Patológica en España 2019 recoge todas las especificaciones: "Los trabajadores deben tener una capacitación específica en el manejo de materiales potencialmente infectados con patógenos y letales. Se deben usar EPIs (equipos de protección individual) necesarios para controlar o contener salpicaduras o aerosoles biológicos. Uso de dispositivos localizados de contención o ventilación".

En cuanto a la instalación de una sala BSL-3 se debe incluir: "Señales de advertencia de peligro biológico, debe ser una dependencia separada donde solo se permita la entrada a personas involucradas en la autopsia con acceso cercano a una ducha personal, puertas bloqueables, ventilación equilibrada para proporcionar flujo de aire direccional en la habitación (sala de presión negativa) y debe tener un filtro HEPA instalado. El escape de ventilación de la sala de la autopsia descarga al exterior. Las aberturas alrededor de los conductos y las puertas deben ser sellables. Superficies de paredes, pisos y techos, monolíticos y antideslizantes. Las características de contención deben ser revisadas anualmente por el personal de bioseguridad y autorizadas por los ingenieros de la instalación".

Primeras autopsias

En Madrid ya se han comenzado a realizar estas autopsias clínicas como confirmó el médico intensivista del Hospital de la Princesa de Madrid, Fernando Suárez Sipmann, al programa "Más de uno" de Onda Cero.

En el documento técnico ‘Procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de covid-19’, publicado por el Ministerio de Sanidad el 5 de marzo y que luego ha sufrido varias revisiones —la última versión es del 13 de abril—, la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) especifica, con respecto a las autopsias, la recomendación de no realizarlas “por el riesgo biológico de contagio para los ejecutores de la misma y por el riesgo de propagación del virus”.

La Fundación Jiménez Díaz.

Es decir, que la recomendación se sustentaba en motivos de seguridad: “Nos pareció que no era una prioridad en la fase aguda de la crisis, aun estando de acuerdo, como no puede ser de otro modo, en el valor importantísimo que tienen las autopsias”, explicaba a la webTeknautas Xavier Matías-Guiu, presidente de la Sociedad Española de Anatomía Patológica.

Los motivos que llevaron a desaconsejar esas pruebas era la falta de EPIs (equipos de protección individual) y la falta de personal sanitario, "que se encontraba destinado atendiendo a pacientes", explicaron desde la SEAP.

Para Gavín "no existe polémica alguna sobre el hecho de que obviamente es mejor hacer autopsias que no hacerlas, pero yo me planteo que no es necesario hacerlas a lo loco y habría que poner sobre una balanza invertir tiempo y recursos en estas autopsias o hacerlo en investigación o serología. En definitiva, más dinero para investigar y menos para publicar".

En cualquier caso, si hay que hacerlas el doctor Gavín dice que "para que valgan hay que realizarlas en relación con la historia clínica del fallecido, tenemos que saber de qué ha muerto, cuándo, dónde, las condiciones en las que estaba, los medicamentos que ha tomado y las dosis y muy importante, nosotros no somos toreros que nos jugamos la vida en el ruedo. Lo primero es cumplir las normas".

 

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