26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La reducción de las medidas restrictivas en todo el mundo y la expansión de nuevas variantes del SARS-CoV-2 serán el principal propulsor

Los expertos anuncian la llegada de la cuarta ola de COVID-19 para después de Semana Santa

Pandemia coronavirus
Pandemia coronavirus
Pese al descenso del pico de la tercera ola de coronavirus, diversos expertos nacionales e internacionales, además del director del CCAES, han advertido de la posibilidad de que emerja una cuarta ola de COVID-19 después de las vacaciones de Semana Santa. La relajación de medidas de choque y el aumento de la virulencia de las nuevas variantes del SARS-CoV-2, podrían ser los principales detonantes

El riesgo de enfrentarnos a una cuarta ola después de Semana Santa planea sobre nuestro futuro inmediato tal como han advertido en los últimos días expertos de diversas partes del mundo, incluidos españoles.

Uno de los científicos que más claro lo tiene es el director del Instituto de Virología de Berlín, Christian Drosten, tal como lo ha expuesto, recientemente, en el diario alemán  “Der Spiegel”, que apunta hacia los jóvenes como los que más riesgo corren en la siguiente etapa.

El que también lo asume es el propio Fernando Simón, director del Centro Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), quien daba por supuesto que en la evolución de la pandemia habrá una cuarta ola, si bien matizó que sería “de menor envergadura y más lenta”, aunque en función de la evolución del control de la variante británica.  A ello se suman otras voces como la de la conocida  investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita Val, cuya advertencia era recogida en varios medios de comunicación, vaticinando que unas seis semanas después del pico de contagios de la ola actual, en torno a después de Semana Santa, comience a incrementarse de nuevo el número de casos.

Y es que pese al descenso generalizado que se observa en cuanto a la incidencia del SARS-CoV-2 en las últimas semanas, la situación epidemiológica sigue siendo motivo de alerta tanto en España como en el resto de la Unión Europea.

Aumento de circulación de variantes preocupantes

Ahora, una de las máximas preocupaciones se centra en el incremento de nuevas variantes del coronavirus, como se pone de manifiesto en el último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), como son la británica,  (B.1.1.7), sudafricana (B.1.351 ) y brasileña (P.1).

Aunque la vacunación mitigará el efecto del reemplazo con variantes más transmisibles, según el organismo europeo, el análisis de modelado muestra que, a menos que las intervenciones no terapéuticas continúen o se refuercen en términos de cumplimiento durante los próximos meses, se debe prever un aumento significativo de casos y muertes relacionados con COVID-19 en la UE.

Investigación y vacunas

Asimismo, la flexibilización de las medidas prematuras conducirán a un rápido aumento de las tasas de incidencia, detección de casos graves y mortalidad. Los retrasos en la obtención, distribución y administración de vacunas, en caso de que ocurran, también limitarían la opción de facilitar las intervenciones no terapéuticas. Se necesita, por tanto, un despliegue rápido de vacunas entre los grupos prioritarios para reducir las hospitalizaciones, los ingresos en la UCI y las muertes por coronavirus, según se plasma en dicho documento.

Fatiga pandémica

Por otra parte, se considera necesario abordar con urgencia los niveles crecientes de fatiga pandémica si se quieren evitar nuevas oleadas de infección y mantener el compromiso y colaboración por parte de la población. 

Las personas están expuestas a factores de estrés crónico a medida que la pandemia se prolonga durante más meses y a partir de los confinamientos impuestos. Este desgaste mental ha sido denominado por la OMS como fatiga pandémica.

Es por ello que, según el ECDC, las expectativas de los ciudadanos sobre la probabilidad de flexibilizar las restricciones deben gestionarse con cuidado. Para facilitar esta labor, las autoridades deben hacer esfuerzos sistemáticos para asegurarse de tener un buen conocimiento de las percepciones de la comunidad sobre la pandemia, las intervenciones no terapéuticas vigentes y la aceptación de la vacuna COVID-19 a través de la investigación conductual en curso.

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