26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

EXISTE UNA CRISIS SILENCIOSA DE SALUD MENTAL QUE AFECTA A GRAN PARTE DE LA POBLACIÓN LO QUE HA PROVOCADO EL INCREMENTO de la MEDICACIÓN

Aumenta el consumo de ansiolíticos y antidepresivos en España por los efectos derivados de la pandemia

Antidepresivos y ansiolíticos
Antidepresivos y ansiolíticos
Tras la pandemia, los trastornos mentales han aumentado hasta un 78%, principalmente de trastornos depresivos (15.97%), ansiedad (15,15%), insomnio (23,87%), estrés postraumático (22%) y angustia psicológica (13,29%). Además, en España se ha registrado un crecimiento considerable de consumo de psicolépticos debido a la falta de atención sanitaria que dejó la primera oleada de casos por coronavirus y a las patologías agravadas por el virus.

Algunas de las consecuencias que ha dejado la Covid-19 en la población se encuentran en el ámbito de la salud mental. Según diferentes estudios, en el 78% de los casos la salud mental se ha visto considerablemente afectada, con una prevalencia mayoritaria de trastornos depresivos (15.97%), ansiedad (15,15%), insomnio (23,87%), estrés postraumático (22%) y angustia psicológica (13,29%).

Los apoyos durante la pandemia recibidos, como la terapia semanal, no han sido suficientes. La sociedad española ha optado por acudir a diferentes fármacos, sobre todo, los psicolépticos, los que engloban ansiolíticos, hipnóticos y antipsicóticos. Según los últimos datos del ministerio de Sanidad del Gobierno de España, el consumo de psicolépticos representa un crecimiento del 7% en 2021, respecto a 2020. En tan solo un año se ha incrementado su compra casi el doble que lo consumido durante una década.

Situación mental por la Covid-19

Desde que el gobierno español decretó el estado de alarma el 14 de marzo de 2020 para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, hasta el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, suman más de 498.989 casos confirmados y 29.418 fallecidos (MSCBS, 2020).

Antidepresivos.

Tras el confinamiento, fue tal el desbordamiento de la capacidad de atención sanitaria que, tras la primera oleada de casos por coronavirus y patologías agravadas por el virus, el 79,5% de los sanitarios sufrían ansiedad, el 40% se sentían emocionalmente agotados y el 53 % presentaban valores compatibles con estrés postraumático (Universidad Complutense de Madrid, 2020).

Ante la falta de recursos y la no disposición de datos que confirmaran una pronta recuperación, las autoridades decidieron activar teléfonos de asistencia psicológica a sanitarios (Acta Sanitaria, 2020), ofrecer una asistencia online psiquiátrica (Vieta, Pérez y Arango, 2020) y poner a disposición teléfonos de apoyo a familiares de enfermos o fallecidos y otros de apoyo a la población general (Huffington Post, 2020).

Consumo de psicofármacos en España

Todas estas circunstancias han provocado que en España se haya aumentado el consumo de psicofármacos y antidepresivos. Según  datos del ministerio de Sanidad, la provincia que lidera el podio es Andalucía, con 16.946.084 envases facturados por el Sistema Nacional de Salud (SNS), seguida de Cataluña, con 12.672.403, y la Comunidad de Madrid (11.808.626).

A nivel nacional, esta desmedida cifra aumenta hasta los 90.144.429 envases facturados. Si a las cantidades de Andalucía, Madrid y Cataluña se suman las Comunidad Valenciana (10.010.299), el total representa el 57% del total en España.

Por otra parte, el mayor crecimiento interanual corresponde a Andalucía con un 10,67%, desde los 15.312.711 facturados en 2020 hasta los 16.946.084 de 2021. 

En resumen, se abre un nuevo período en el que las autoridades tendrán que adoptar estrategias que minimicen el consumo de estos fármacos con otras opciones como la terapia psicológica, aunque estas puedan ser complementarias.

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