Día Mundial de la Concienciación sobre la Autolesión: Preocupan los numerosos casos en adolescentes

Una revisión sistemática de los casos de autolesión sitúa la prevalencia internacional media a lo largo de la vida de presentar este riesgo en muestras comunidades adolescentes en un 18 por ciento. Según un metaanálisis internacional de 18 países incluido España, la prevalencia en adolescentes (17.2 por ciento) y en adultos jóvenes (13.4 por ciento) es mayor que en adultos (5.5 por ciento). Este 1 de marzo se celebra el Día Mundial de la Concienciación sobre la Autolesión, que aprovechamos para dar a conocer esta realidad.

Al examinar el predominio de la autolesión, es importante tener en cuenta el secreto y la vergüenza vinculados a esta conducta. La autolesión es en la mayoría de los casos no reportada debido a su propia naturaleza clandestina. Muchas personas que se hacen daño están poco dispuestas a decírselo a otros por miedo a ser rechazados o simplemente mal interpretados o estigmatizados.

En casi todas las conductas de este tipo no se requiere asistencia médica. En aquellas situaciones donde la asistencia médica es necesaria, las personas deforman la causa de la lesión, indicando causas accidentales más que heridas intencionales. Una medida exacta del predominio de la autolesión probablemente sea imposible.

En resumen, los números estimados de uno a dos millones de personas se hacen daño físico deliberadamente. Probablemente será un enorme subcálculo del predominio actual de la autolesión.

Autolesiones relacionadas con trastornos psicológicos

En la consulta de psicoterapia aparecen continuamente las autolesiones vinculadas a trastornos psicológicos, como los de alimentación, los trastornos límite de la personalidad, el estrés postraumático, el trauma derivado de abusos, siendo acoso escolar en la actualidad uno de los motivos más comunes de autolesión. Asimismo, se vincula con el abuso de drogas y las conductas sexuales de riesgo.

Al contrario de lo que se suele pensar no suele ser un comportamiento autodestructivo antesala del suicidio, porque el autolesionador quiere vivir, al contrario que el suicida, cuya intención es quitarse la vida.

Desde el modelo terapéutico aplicado en López-Vallejo Psicología, entendemos la autolesión como aquel comportamiento intencional que se manifiesta en forma de cortes, heridas o arañazos.  Desde la Terapia Breve Estratégica se trabaja como una compulsión, como un tipo de conductas compensatorias normalmente para evitar un miedo o un dolor, para anestesiar emociones que no pueden gestionar, son funcionales, sirven para aliviar el sufrimiento y el malestar, incluso puede llevar componentes de transgresión y oposición en los casos de niños, niñas o adolescentes.

Autolesión.

El efecto anestesia de esta acción se puede explicar desde el punto de vista fisiológico, cuando se producen heridas el organismo libera endorfinas que nos impiden percibir el dolor y que originan una sensación de bienestar y euforia.  Cuando la tortura física se repite se convierte, paradójicamente, en un placer, de tal forma que la sensación de dolor autoinfligido se transforma lentamente en un placer irresistible y que no se puede dejar de hacer.

Es preciso tener en cuenta que este tipo de conductas también tienen una dimensión cultural, ya que entre los adolescentes que lo practican puede ser considerado guay o snob y seguir la estela de personajes famosos como Marilyn Manson, Angelina Jolie, James Rhodes o los famosos “emo”.  No es cuestión de demonizar las modas, pero hay que tener en cuenta que, con esa edad, tienden a tener referentes entre los grupos y no entre sus mayores y así se produce un efecto de contagio y emulación. No podemos olvidar tampoco el efecto contagio que venga de los youtubers o de los foros de internet en esta nuestra era digital.

Lo importante en estos casos es transformar la herida en cicatriz, examinando con atención todas las circunstancias que rodean la autolesión y el trastorno al que acompañan para gestionando éste, solucionar del todo esta conducta tan peligrosa física y psicológicamente.

Desde López Vallejo psicología, aportamos recursos y técnicas terapéuticas que ayudan a resolver el problema, se estudia el comportamiento autolesivo, se analiza con qué conductas se acompaña para conseguir una solución definitiva a ambas situaciones, logrando una autorregulación y una mejor relación con la propia persona, con los demás y con el mundo.