26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Hasta el momento, 38 personas contagiadas han sido hospitalizadas, permaneciendo 6 de ellas en Cuidados Intensivos

Así mata el virus del Nilo Occidental: Dos muertos y puede convertirse en epidemia

El mosquito Aedes Japonicus podría ser el causante del brote de las ciudades sevillanas.
El mosquito Aedes Japonicus podría ser el causante del brote de las ciudades sevillanas.
El brote de virus del Nilo Occidental, detectado en las localidades sevillanas de La Puebla del Río y Coria del Río, ha provocado la muerte de un hombre de 77 años que llevaba ingresado en la UCI una semana y de una mujer de 85. Se trata de las dos primeras defunciones que causa este virus, del que, hasta la fecha, se conocen 38 afectados, todos diagnosticados con meningoencefalitis.

Mientras el Covid-19 continúa amenazando la salud pública, una nueva amenaza se cierne sobre nuestro país en forma de virus. Concretamente, se trata del virus del Nilo Occidental, que se transmite principalmente por la picadura del mosquito asiático Aedes Japonicus y contra el que, al igual que sucede con el Covid-19, por el momento no hay un tratamiento de probada eficacia. Este jueves se ha conocido que el brote de virus del Nilo concentrado en las poblaciones sevillanas de Coria del Río y La Puebla del Río ha provocado su primera víctima mortal.

El primer fallecido fue un hombre de 77 años, residente en esta última localidad, (de apenas 11.000 habitantes) que llevaba, al parecer, dos semanas ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío. Su estado de salud empeoró considerablemente durante la tarde del jueves hasta que, a las 21:00 horas, fallecía. La muerte de este vecino, muy querido en el entorno de la zona, ha alertado al resto de ciudadanos de ambas localidades, que llevan días recluidos en sus viviendas siendo testigos de fumigaciones masivas. La segunda es una mujer de 85 años que también estaba ingresada en la UCI.

Hospital Virgen del Rocío.

Hay que recordar que, según los datos aportados por la Consejería de Salud, el de estas dos ciudades de Sevilla es el mayor brote que se ha detectado en Andalucía, con 35 afectados confirmados hasta el momento. De este total, hasta 38 personas habrían sido hospitalizadas y 6 de ellas estarían en la UCI. Todos ellos habrían sido diagnosticados con meningoencefalitis. La directora del distrito sanitario Aljarafe, Rocío Hernández, confirmaba este jueves dicha información: “De los 35 casos (entonces) declarados en el brote, seis están confirmados, es decir, se ha detectado el virus en sangre, orina o líquido cefalorraquídeo, y hay 19 probables que son pacientes de la zona epidemiológica, que se concentran en la zona de Coria del Río y La Puebla del Río, que principalmente cursaron con una meningitis aséptica”.

Del mismo modo, matizaba que “hay otros diez pacientes (sospechosos) pendientes de los resultados de laboratorio”. Según Hernández, hay que considerar que la edad media de los afectados es de 60 años y que estos son en su mayoría varones. De acuerdo con sus declaraciones, aunque en Andalucía no se había vivido un brote de estas dimensiones previamente, sí se había detectado en otros puntos de la geografía europea, como Rumanía o Grecia. En cualquier caso, elcierredigital.com ya informó hace unas semanas de la naturaleza de este virus y del mosquito que lo transmite, el Aedes Japonicus, procedente de localizaciones asiáticas como Japón, China, Corea o Rusia.

La presencia de este mosquito ya se constató hace dos años en zonas del norte de nuestro país en el contexto del programa Mosquito Alert. El lugar donde fue avistado por primera vez fue el concejo de Siero (Asturias). El comercio de neumáticos usados es una de sus formas de propagación más comunes y su nivel de peligrosidad es notablemente alto, puesto que no solo puede ser portador del virus del Nilo occidental, sino que también transmite otras enfermedades como el Chikungunya o el Dengue. En lo que respecta al virus del Nilo Occidental, se trata de una enfermedad infecciosa que, en líneas generales, causa síntomas leves a quienes la contraen. El problema llega cuando penetra en el cerebro, en cuyo caso provoca una peligrosísima inflamación del mismo. 

José Miguel Cisneros, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío.

La relación de este insecto con los casos de meningoencefalitis en las localidades de Coria del Río y La Puebla del Río (Sevilla) está siendo investigada por las autoridades sanitarias andaluzas. El propio ayuntamiento de Coria del Río emitió un comunicado en esta línea. En cualquier caso, según las sospechas de expertos como el jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío, José Miguel Cisneros, el origen de la meningoencefalitis podría ser consecuencia del “arbovirus”, un conjunto de virus que se contagian a través de los artrópodos.

De ellos, lo más probable en este caso es que se trate del virus del Nilo Occidental: “La lista de virus capaces de producir brotes de meningoencefalitis es larga, y muy distinta según el área geográfica, pero en Europa y en España el principal sospechoso es el virus del Nilo Occidental”, señaló el doctor en una entrevista para Efe. Ante esta amenaza, no hay tratamiento alguno para los pacientes: “El tratamiento es el de soporte adaptado a la gravedad de la infección. No existe ningún tratamiento específico para esta infección”, declaró Cisneros para el mismo medio.

Otra voz autorizada, Jesús Rodríguez Baño, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena, también opina que este patógeno podría ser responsable de brote teniendo en cuenta “la época del año y la zona”, recordando que esta lacra ya generó “brotes importantes en Nueva York y otros lugares hace unos años”. Sin embargo, matiza que el responsable de la meningoencefalitis podría ser otro virus, como por ejemplo el de la Toscana “que causa casos en nuestro país con cierta frecuencia”.

Un virus fatal

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el virus del Nilo Occidental de la siguiente forma: “El virus del Nilo Occidental puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso. Se encuentra por lo común en África, Europa, el Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental. Se mantiene en la naturaleza mediante un ciclo que incluye la transmisión entre aves y mosquitos. Puede infectar a los seres humanos, los caballos y otros mamíferos”. Asimismo, esta institución informa de que el virus “pertenece al género flavivirus y al complejo antigénico de la encefalitis japonesa, familia Flaviviridae”.

Los sanitarios han tenido que hacer frente a la pandemia en los últimos meses.

Hasta en un 80 por ciento de los casos la infección es asintomática y su periodo de incubación fluctúa entre los 3 y los 14 días. En lo que concierne a las formas de transmisión, la OMS señala: “La infección del ser humano suele ser el resultado de las picaduras de mosquitos que se infectan cuando pican a aves infectadas, en cuya sangre circula el virus durante algunos días. El virus pasa a las glándulas salivales del mosquito, que cuando pica puede inyectar el virus a los seres humanos y los animales, en los que luego se multiplica y puede causar enfermedad”. Los casos sintomáticos, en torno a un 20% de los contagiados, suelen desarrollar la fiebre del Nilo occidental, un padecimiento “que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos”, apuntan desde la OMS.

En el peor de los casos, según las estimaciones de la OMS en 1 de cada 150 pacientes, el virus puede causar una seria infección neurológica que “puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien los mayores de 50 años y las personas con inmunodeficiencia (por ejemplo, pacientes que han recibido trasplantes) tienen el mayor riesgo al respecto”. Esta dolencia surge con la inflamación de las meninges y el cerebro y contempla un largo periodo de recuperación que puede alargarse durante meses. El pronóstico, según lo declarado a Efe por el anteriormente citado doctor Cisneros, es incierto: “el pronóstico es muy variable, dependiendo del tipo de virus y del paciente, y va desde la recuperación completa que es común, o la curación con secuelas, hasta el fallecimiento que puede alcanzar al 10 % de los pacientes con meningoencefalitis”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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