25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Clínicas y laboratorios investigan esta enfermedad a la que ya se puede hacer frente a través de algunas sustancias como la ‘aducanumab’

Herramientas para combatir el Alzheimer: Los expertos advierten de la importancia del diagnóstico precoz

/ Prevención del Alzheimer.
El Alzheimer es una enfermedad, un tipo de demencia, que causa problemas relacionados con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas se desarrollan de forma lenta y van empeorando con el paso del tiempo hasta que se convierten en un problema grave para las tareas cotidianas. Muchos son los laboratorios que están ensayando sustancias y programas que proporcionarán una cura o, al menos, una ralentización de la enfermedad.

La enfermedad de Alzheimer es responsable de un gran porcentaje de los casos de demencia. Sin embargo, no está asociada exclusivamente al envejecimiento, aunque el factor de riesgo más conocido es el aumento de la edad y la mayoría de las personas que la sufren tienen más de 65 años. La Alzheimer’s Association de Estados Unidos realizó un estudio en el que aproximadamente 200.000 menores de 65 años padecían Alzheimer precoz, de inicio temprano.  

Es una enfermedad degenerativa que en la etapa temprana presenta una pérdida de memoria leve que va incrementándose hasta que en la etapa final las personas pierden prácticamente todas las capacidades para mantener una conversación y responder a su entorno. Las personas que la padecen viven un promedio de ocho años después de que los síntomas ya sean graves y evidentes, aun así, la esperanza de vida puede aumentar hasta los 25 años dependiendo de la persona y de la salud de la que parte.

Se trata de una enfermedad que no tiene cura, aunque existen tratamientos para los síntomas. El Alzheimer se investiga a nivel mundial con el fin de retrasar sus avances lo máximo posible o incluso evitarla.

Inicios de la enfermedad

En 1906 Alois Alzheimer, psiquiatra y neurólogo, sacó a la luz la historia de una de sus pacientes de la cual llevaba cinco años estudiando sus síntomas. La paciente de Alois experimentó en un primer momento cambios en la personalidad que desembocaron en pérdida grave de memoria, impidiéndole incluso moverse. A esto se sumó una confusión y desorientación constante, con delirios y paranoias. Finalmente, murió a los 51 años. 

La autopsia de los enfermos de Alzheimer por aquel entonces daba como resultado una atrofia generalizada del conjunto del cerebro.

La principal hipótesis sobre la causa de esta enfermedad se basa en la beta-amiloide, una pequeña proteína que cuando se acumula forma placas que impiden que el cerebro funcione con normalidad. En varios trabajos científicos se ha intentado reducir el exceso de esta proteína pero tras un estudio realizado con una familia afectada por Alzheimer, se llegó a la conclusión de que existe una mutación genética, un gen alterado, que podría ser el culpable de la acumulación de la beta-amiloide.

Investigación del Alzheimer

Las investigaciones actuales se centran en buscar sustancias que bloqueen la acumulación de esta proteína, la beta-amilode. En un estudio publicado por la revista Nature neuroscience se explica que “probamos varios anticuerpos por su capacidad para neutralizar las semillas de Aβ (beta-amiloide) antes de que la deposición de Aβ sea detectable en ratones transgénicos con proteína precursora de Aβ (…) después de la administración aguda en la etapa preamiloide, condujo a una reducción significativa de la deposición de Aβ y de las patologías posteriores 6 meses después”.

Sin embargo, estos costosos tratamientos parecen ser que solo funcionan cuando la enfermedad se encuentra en su edad temprana. Por lo que resulta complicado encontrar pacientes voluntarios para ser preventivamente tratados, ya que no muestran síntomas o son muy leves, pasando desapercibidos, pero que tienen un historial familiar sobre anomalías relacionadas con la beta-amiloide.

Ilustración que representa el Alzheimer.

En España existe una fundación para la búsqueda preventiva de enfermos potenciales, la Fundación Pasqual Maragall, dirigida por el farmacólogo clínico Jordi Camí, que lleva a cabo pruebas biológicas y conductuales para estudiar a enfermos que se encuentran en la etapa temprana a través de recursos farmacológicos.

Actualmente no se dispone de un tratamiento consolidado sobre el Alzheimer pero hay numerosas clínicas y laboratorios que investigan la enfermedad. Así mismo, algunas sustancias como la ‘aducanumab’ ya muestra capacidad de reducción ante los síntomas de la enfermedad, aunque no con toda certeza.

La fundación Pasqual Maragall nos da cinco consejos para prevenir el Alzheimer:

  1. Controlar la hipertensión, la obesidad, la diabetes y el colesterol.
  2. Seguir una dieta mediterránea: AOVE, frutos secos, verdura, fruta, pescado y legumbres.
  3. Hacer ejercicio físico moderado.
  4. Plantear pequeños retos a nuestra mente, leer, participar en talleres y cursos para mantener activo el cerebro.
  5. Tener una vida social activa, relacionarse y estar en contacto con nuestro entorno para mantener activas las conexiones neuronales.
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