18 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

El psicólogo Jorge López Vallejo señala que "este tipo de prohibiciones en la adolescencia y juventud lleva a más tensiones y transgresiones”

El toque de queda en Francia para frenar la violencia juvenil pone en alerta a toda Europa

El Cierre Digital en Descontrolada escalada de violencia juvenil en Francia
Descontrolada escalada de violencia juvenil en Francia
La preocupante escalada de violencia juvenil en Francia ha supuesto que algunos alcaldes hayan tomado medidas drásticas como imponer un toque de queda obligatorio para menores de 13 años, que no podrán salir a la calle entre las 23:00 y las 06:00 horas sin adultos, una medida que ha puesto en alerta a Europa. Jorge López Vallejo, psicólogo de Trastornos del Comportamiento, ha declarado a elcierredigital.com que el problema radica en "la educación de los padres y los jóvenes."

La preocupación por frenar la descontrolada violencia juvenil en Francia, que sigue creciendo, ha derivado en algunas ciudades francesas en la imposición de medidas drásticas, como el toque de queda obligatorio para los menores de 13 años, que no podrán salir a la calle entre las 23:00 y las 06:00 horas sin la compañía de adultos. Una medida muy debatida en redes, donde se señala que esta crisis de inseguridad podría trasladarse a otros países de Europa.

Los delitos que cometen no son pequeñas infracciones intrascendentes. Sobrepasan graves límites. Los más frecuentes son las agresiones (algunos casos con arma blanca), homicidios, abusos sexuales, violencias motivadas por el tráfico de estupefacientes, robos con violencia, atentados contra la autoridad, saqueos de locales de comercio o incendios de coches.

Este mismo mes de abril dos adolescentes acabaron con la vida de un joven de 22 años en Grande-Synthe (Dunkerque), y otro joven, de tan solo 15 años, murió en Viry-Châtillon (periferia parisina) tras ser víctima de un linchamiento por parte de otros jóvenes cuando iba de camino a casa. En Montpellier otro caso despertó la indignación pública: una chica recibía una paliza de sus compañeros de clase por no llevar un velo musulmán, que la dejó en coma.

Ante la alarma social desatada en las redes sociales y algunos medios de comunicación por los disturbios en Francia —que podrían extenderse al resto de Europa—, elcierredigital.com se ha puesto en contacto con Jorge López Vallejo, psicopedagogo y psicólogo especialista en Psicología de la Salud e Intervención en Trastornos Mentales y del Comportamiento, para que nos cuente su opinión acerca del toque de queda. Según López Vallejo, “toda clase de prohibiciones, como este toque de queda, y más en la adolescencia y en la juventud, suponen más transgresiones”.

Manifestación por el asesinato de un joven de 15 años en Viry-Châtillon.

La alarma social ante la posibilidad de que esta crisis se extienda a otros países europeos ha sido clave a la hora de implementar medidas diferentes a la convencionales. Sin embargo, no sería la primera vez que se observan medidas de este tipo. Así, por ejemplo, la localidad de Cagnes-sur-Mer (Niza) la puso en marcha en 2004 y aún sigue estando vigente. El alcalde de la localidad, Louis Nègre, se enorgullece de la decisión dejando claro el éxito de la medida al afirmar que “desde 2010 no se han detenido a adolescentes que infrinjan el toque de queda". También asegura que su ciudad es la más segura de Francia y que el castigo por saltarse el toque de queda supone perseguir penalmente a sus padres.

Para el psicólogo López Vallejo, la solución pasa por “ayudar a los padres, educándolos y dándoles apoyo psicosocial para que puedan compartir con sus hijos esa educación. Son los padres los que necesitan esos recursos”, concluye López Vallejo.

Al igual que López Vallejo, la Liga de Derechos Humanos de Francia se muestra completamente en desacuerdo con el toque de queda decretado, y así lo hizo saber en la manifestación que convocó en París a favor de los derechos de la juventud y la infancia de los jóvenes. A pesar de las recientes movilizaciones, son cada vez más las voces que señalan que se deben encontrar soluciones para que la violencia juvenil no se extienda por el resto de 'los veintisiete'.

Medida que saldrá adelante pese a sus detractores

El psicólogo experto en Trastornos del Comportamiento, López Vallejo, considera que el descontrol de violencia juvenil radica en “la educación que están recibiendo estos jóvenes en sus casas. El toque de queda lo tendrían que hacer los padres con sus hijos, cada uno a su horario, adaptado a cada familia, pero que en ningún momento se imponga desde una autoridad pública. Tienen que ser los padres los que lleven ese control”. Además, López Vallejo sostiene que “los padres delegan en psicólogos, profesores y centros de estudio la educación de sus hijos cuando son ellos los que tienen que asumirla”.

Además del rechazo de la Liga de Derechos Humanos, el toque de queda también ha encontrado oposición en el Consejo de Estado. Así, en algunas localidades francesas se anuló esta medida, como en Béziers en 2018.

La situación actual ha evolucionado a peor, principalmente desde la muerte de Nahel, el joven de 17 años de origen magrebí que fue abatido por el disparo de un agente durante un control de tráfico. Tras conocerse el hecho Francia se sumió en un caos vandálico y el presidente francés, Emmanuel Macron, se vio obligado a convocar un gabinete de crisis, adoptando medidas excepcionales con resultados puntuales.

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Ministro de Interior, Gérald Darmanin.

Los problemas no se solucionaron desde el Elíseo y por ello varios alcaldes han decidido hacerlos frente con el apoyo expreso del ministro de Interior, Gérald Darmanin. El propio ministro se vio obligado este mismo mes a establecer el toque de queda en el territorio ultramarino de Pointe-á-Pitre, Guadalupe, ante una serie de importantes episodios violentos por parte de adolescentes.

Tras este punto de inflexión, algunos alcaldes quieren o están valorando implantar el toque de queda como Christian Estrosi, alcalde de Niza, ciudad de casi 350.000 habitantes, que posiblemente la ponga en marcha en este mes; Robert Ménard, alcalde de Béziers, al que, como se mencionaba anteriormente, se anuló su implantación en 2018; u otras localidades como Compiègne o Perpiñán.

Y todo parece indicar que estas localidades no serán las últimas en impulsar medidas alternativas ante un grave problema que Francia, a día de hoy, no está sabiendo parar. Mientras, se teme un posible efecto contagio en el resto de Europa, donde las tensiones raciales no han dejado de ir en aumento con el paso de los años.

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