23 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Las cuentas del equipo valenciano están en la UCI y esperan encontrar un inversor para antes del 31 de julio, fecha clave para su futuro

El Levante, de ascenso frustrado a Primera Divisón a posible descenso al fútbol no profesional

Aficionados con una bandera del Levante UD.
Aficionados con una bandera del Levante UD.
La no consecución del ascenso ha sido un varapalo deportivo para el Levante, pero el problema puede ser mayor. Quico Catalán, presidente del club, se la jugó a una carta y no ascender supone un gran revés a las maltrechas cuentas granotas. Los 60 millones de deuda ponen en una situación muy complicada al Levante, mientras tanto, José Danvila, consejero del club, está dispuesto a inyectar 15 millones de euros para sacar de la UCI al club.

Los fantasmas de 2008 vuelven a rondar sobre el Ciutat de València, la casa del Levante UD. Aquel año, el cuadro granota presentó concurso de acreedores ante su elevada deuda y pasó las dos siguientes campañas en Segunda División, antes de regresar a la máxima categoría del fútbol español en 2010.

Ahora, la deuda vuelve a asfixiar a un club que no vive sus mejores días. Tras terminar tercero en la temporada y empatar en Vitoria la ida de la final de los playoff, la suerte les abandonó en el peor momento. Todo el Ciutat de València se preparaba para regresar a Primera División, pero un penalti en el último minuto del alargue de la prórroga, les sentenció y les dejó en Segunda División.

Un mazazo deportivo que salpica a todas las demás estancias del club, hasta tal punto que la amenaza de un descenso administrativo es una posibilidad muy real. El 31 de julio está marcado en rojo en el calendario para la junta levantinista, es la fecha para que la viabilidad económica del Levante esté saneada.

La gestión de Quico Catalán, presidente del club

Hay que remontarse a 2009 para entender cómo se salió de aquel concurso de acreedores y cómo, 13 años más tarde, el cuadro granota vuelve a asomarse a ese abismo.

Quico Catalán, a través de la Fundación, adquiere el 71% de las acciones del club a cambio de 7 millones de euros. En ese momento entra como director general y en 2010 pasaría a la presidencia del club. Actualmente, la Fundación abarca el 60% de las acciones y cuenta con 23 patrones, de perfiles muy diferentes y llegados desde todos los gremios. Es decir, el club está en manos del capital valenciano y Vicente Furió, actual presidente de la Fundación, pretende que eso siga así. Sin embargo, Manuel Illueca, director general del Instituto de Finanzas, aboga por un cambio de propiedad y la venta del club para salvar la situación actual.

En 2015 existió dicha posibilidad. El estadounidense Robert Sarver, que hoy en día es el dueño del Mallorca, ofreció cerca de 60 millones de euros a Quico Catalán para hacerse con el conjunto levantinista. Una oferta que fue rechazada y que no salió mal: la continuidad de Paco López al frente del equipo dio estabilidad al club para mantenerse en primera y tener margen de crecer.

El principio del fin

La pandemia del coronavirus provocó pérdidas en todos los equipos, incluido el Levante. Para intentar paliar los efectos de la pandemia, en agosto de ese año el Levante obtuvo un crédito de 60 millones del grupo bancario Edmond Rothschild, a devolver en los próximos 10 años y con un 5,5% de interés. Una cantidad de dinero que también se aprovechó para construir dos fases de la remodelación del Ciutat de València y comenzar a obtener los permisos de la fututa ciudad deportiva. Unas instalaciones situadas en Natzaret, cerca del mar, con siete campos de fútbol, una residencia y la rehabilitación del Benimar, edificio dedicado a trabajos administrativos.

Futura ciudad deportiva

Proyecto de remodelación de la ciudad deportiva del Levante UD.

A todo ello, hay que sumar los 70 millones de euros del fondo CVC de la Liga. Sin embargo, dicho acuerdo le obliga a destinar la gran mayoría al proyecto de Natzaret. Por lo tanto, no es un dinero que ayude a paliar la salida post pandemia.

Precisamente, desde que volviese el fútbol en la campaña 2020-20201, el balance de las cuentas granotas ha sido negativo. El primer año cerraron el ejercicio con un déficit de 23 millones de euros y el de la temporada que terminó con el descenso a Segunda División, supuso unas pérdidas de 22 millones. Además de una deuda de otros 15 millones con entidades bancarias y el Ayuntamiento de Valencia. En total, unos 60 millones de euros de deuda.

A todo ello se suma el no ingreso de 45 millones de euros, el premio por regresar a la máxima categoría del fútbol nacional. Unos 40 derivan de los ingresos por derechos de televisión y los cinco restantes de diversos conceptos asociados al ascenso. También sufrirán por no poder acogerse al seguro por el descenso, los 20 millones que entraron a las arcas levantinistas el año pasado.

El seguro de descenso ayudó a aliviar los problemas del Levante, pero Catalán y su junta se la jugaron a una única carta: el ascenso. La junta quiso mantener la estructura de un club de Primera División, al no lograr el ascenso los 320 empleados ven peligrar sus puestos, así como la plantilla que se verá sometida a una reducción salarial importante.

Las posibles soluciones

La principal vía para aportar dinero rápido es la venta de jugadores, así lo confirmó el director deportivo, Felipe Miñambres: “Todos están en venta. A los que podamos vender, los venderemos. Unos tienen más cartel que otros, pero escuchamos ofertas por cualquiera de nuestros jugadores”. Pepelu se ha mudado a la acera de enfrente y ficha por el Valencia, uno de los muchos que tendrán que abandonar el Ciutat.

José Danvila, consejero del Levante

José Danvila 

La segunda opción, con la salida del presidente Quico Catalán a final de año, es la oferta de José Danvila. El consejero levantinista, de la mano del inversor Vicente Boluda, está dispuesto a inyectar 15 millones de euros en un préstamo. La condición de Danvila es el cambio de propiedad antes de realizar el préstamo.

En los próximos días, Javier Gómez, director general corporativo de LaLiga, estudiará las opciones y espera reunirse con aquellos que buscan relevar a Quico Catalán. Un Levante que busca inyección económica por la vía rápida.

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