27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Algunos jugadores de LaLiga se han puesto en contacto con medios de comunicación para desvelar su sexualidad, pero sus equipos lo han impedido

Desvelamos los 'armarios' cerrados de los vestuarios: La homosexualidad en el fútbol español

Jueces, políticos, actores, cantantes, periodistas influyentes... En todas las profesiones importantes se puede "salir del armario" sin grandes repercusiones en España, un país tolerante con el colectivo LGTBI. Sin embargo, el fútbol profesional sigue pareciendo un territorio vedado para los homosexuales. Como un mundo aparte en el que "salir del armario" parece algo imposible. Éstas son algunas historias de intentos frustrados de los astros del fútbol por declararse gais o bisexuales.

“Vivir así todos los días es una absoluta pesadilla y está afectando cada vez más a mi salud mental. Me siento atrapado y tengo miedo a que la verdad sobre quién soy solo empeore las cosas. Si alguien cree que necesito un psicólogo, está equivocado, puedo ir a una sesión cuando quiera. Lo que tienen que hacer los directivos de los equipos de fútbol es educar a los aficionados, jugadores, entrenadores, árbitros... En definitiva, a todos los involucrados en el deporte. Si diera este paso me gustaría saber que me apoyarán en cada etapa de mi viaje. Ahora mismo, no creo que sea así”. Así se expresaba en una carta dirigida a la Fundación Justin Fashanu un jugador de la premier inglesa haciéndose público el escrito por varios medios.

“Me encantaría no tener que vivir así, pero la realidad es que hay mucho prejuicio en el fútbol. He escuchado cánticos y comentarios homófobos de los aficionados sin motivo alguno. No me molesta durante los partidos porque estoy muy concentrado en el juego, es cuando vuelvo en el avión o el autobús y tengo tiempo cuando me acuerdo. Mi plan es seguir jugando mientras pueda y anunciar mi sexualidad cuando me retire”, continuaba el anónimo futbolista en su misiva dirigía a la Fundación que toma el nombre de Justin Fashanu, el primer jugador en salir del armario y declarar abiertamente su homosexualidad, en 1990. Las presiones sufridas tras su declaración pública le llevaron a quitarse la vida ocho años después. Desde entonces otros jugadores, muy pocos, han confesado su homosexualidad en Alemania, Reino Unido o Estados Unidos.

En la Liga Española la situación es aún más llamativa. Oficialmente no hay ningún jugador homosexual en el fútbol profesional, aunque lo correcto sería decir que no hay ningún jugador que lo haya declarado. Rumores y certezas son conocidos por periodistas, jugadores y otros profesionales que se mueven alrededor del ‘deporte rey’. Durante años ha sido el gran tabú el mundo del deporte. Los jugadores nunca han querido hacer declaraciones públicas sobre su condición sexual, los equipos no lo permiten y la prensa del sector calla por miedo o por interés. Una realidad que puede parecer sorprendente en 2020, máxime en un país como España que legalizó el matrimonio igualitario hace quince años y en el que hacen vida con absoluta naturalidad actores, periodistas, cantantes y hasta ministros.

Justin Fashanu.

“El fútbol es como un último refugio para los cazurros. Sólo en un estado se sigue utilizando la palabra maricón como si fuera el insulto más terrible”, asegura F. C., periodista deportivo de larga trayectoria a Elcierredigital.com. “El racismo es un asunto que preocupa mucho, la UEFA está muy involucrada en la lucha por su erradicación de los campos, con la homofobia empieza a haber compromiso, pero no tanto como debería”, añade.

Prohibido salir del armario

“No creo que en la actualidad los equipos presionen para que nadie confiese su homosexualidad. Antes sí lo hacían igual que creo que ya no existe la figura de la novia inventada a la que se recurría con demasiada facilidad. Tampoco pienso que sea un tema de mercados. Creo que el primero que lo contase tendría a muchas marcas dispuestas a beneficiarse de algo que sería noticia”, cuenta F. C.

Sin embargo, son muchos los ejemplos de cómo decisiones de jugadores para decidir ser sinceros en ese aspecto de su vida se ven abortados por la intervención de los equipos en los que jugaban.

Así lo aseguraba en 2018 el periodista deportivo José Antonio Alcalá, hoy en la Cadena COPE, que salió del armario hace años. “Hay una estrella mundial del fútbol que, a su manera, paso a paso, lentamente, con sus dudas, con sus miedos, intenta saltar ese muro que yo superé. Y en colaboración con la revista norteamericana OUT Magazine he intentado un acercamiento a ese chaval, convencido como estoy de que en el año 2016 se daban ya las circunstancias para que la salida del armario de un futbolista de élite sea recibida con absoluta normalidad por la sociedad y por las empresas del marketing global (…) Ante mi amable insistencia, el último email remitido desde su club no pudo destrozarme más: 'Deja ya de insistir, Alcalá. No es posible lo que pides. En este club no hay maricones' (sic). Guardo el email, fechado el lunes 25 de abril, por si pudiera interesarle a algún juez experto en delitos de odio”, explicó el periodista.

José Antonio Alcalá. 

Una década antes, en 2008, la mítica revista destinada el público homosexual Zero, hoy desaparecida, habló con otro jugador del fútbol que se animó a hablar de su condición sexual. Sin embargo, el equipo en el que jugaba finalmente se lo prohibió. En esa misma publicación habían hecho lo mismo directores de cine, militares, políticos, guardias civiles y hasta un sacerdote. En 2016 otro jugador, el tercero diferente, quiso hacer lo mismo en el diario digital El Plural y, una vez más, su equipo se lo impidió.

“No la tengo tan pequeña”

Una historia más curiosa aún la cuenta S.D. quien ejerció en su día el periodismo en un semanario del corazón y hoy trabaja como funcionario de la Administración Pública. En 2006 llegaron a la revista en que trabajada las fotos de un jugador, cuyas iniciales son F. G., que llegó a ser internacional con su selección, bien acompañado en una fiesta de ambiente gay. “No era especialmente conocido, las fotos ni siquiera iban a ir en portada. El equipo en el que jugaba sí era muy importante, de primer nivel mundial, pero él tampoco era una estrellaza como lo era Raúl en ese momento o lo puede ser hoy Messi. La agencia que vendió las fotos, que tampoco eran especialmente llamativas, lo hizo por poco dinero”, recuerda.

Sin embargo, para su revista el negocio fue redondo. “No sabemos cómo pero el departamento de Comunicación de dicho equipo se puso en contacto con nosotros y ofreció un dinero para retirar las fotos. Creo que se pagaron por el triple del precio que a su vez había desembolsado mi revista. A mí, que en el fondo soy demasiado legalista, lo que más me escandalizaba es que una empresa como ese club pagase dinero por eso y encima por algo que no nos interesaba ni para portada. Todavía alucino al recordarlo”, rememora.

“Lo que más me sorprendió de todo es que unos meses antes sí que habíamos publicado unas imágenes de un jugador de fútbol de juerga con unos amigos y las fotos eran tremendas. Alguien con mala leche las podría haber interpretado con doble intención. El caso es que pasaron desapercibidas. Sí que llamó el jugador al director de la publicación y cuándo este me llamó a su despacho yo me imaginaba lo peor. Craso error. Mi jefe sólo quería ponerme la conversación con el astro que había grabado. Con su inconfundible acento andaluz el jugador sólo se quejaba de una cosa: ‘Haber tocado un poquito las fotos, hombre que yo en verdad no la tengo tan pequeña’. Ante mi cara de sorpresa mi director sólo sujetaba su estómago entre carcajadas. Definitivamente, el reino del fútbol no es de este mundo”, cuenta S.D. que en la conversación telefónica con Elcierredigital.com no puede evitar tampoco morirse de risa con carácter retroactivo.

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