La generación de oro del baloncesto español: Los sub 19 se proclaman campeones del mundo 24 años después

La selección española sub-19 ha logrado este domingo el segundo oro de su trayectoria deportiva tras 24 años sin conseguir el preciado metal. El conjunto de Daniel Miret ha derrotado en la prórroga de la final a Francia por 72-69, en un partido celebrado en Debrecen (Hungría). Los de Miret ya protagonizaron hace escasos días la histórica paliza al Líbano (102-20), que les valió para el pase a los cuartos de final de este Mundial Sub 19. Aquello supuso otro golpe en la mesa del futuro de 'La Familia' en cualquier categoría del baloncesto mundial. Ahora, tras proclamarse campeones del mundo, el baloncesto español tiene el futuro asegurado.

La selección española de baloncesto sub 19.

Ya no el récord en la categoría (la marca más alta era de 88-29 de Estados Unidos a Costa de Marfil en 2013) pues solo ejemplifica las deficiencias de la normativa FIBA en formación, es el talento, la solidez y los resultados de un equipo que sentará bases para lo que viene. La ilusión se dispara con un equipo campeón europeo, que será base de un nuevo intento de tumbar a la todopoderosa Estados Unidos.

En el seno de la Federación, la ilusión estaba disparada con una escalera de jugadores llena de talento. La Sub 19 (generación 2004) forma una base interesante, que se une a talentos clave por delante, pero también más abajo. Es el caso de Aday Mara o Hugo González, probablemente los dos mejores proyectos, que estarán en el Europeo Sub 18 (generación 2004). O mayores, como el brillante Juan Núñez, campeón de Alemania con el Ulm y competente en Eurocup, o Michael Caicedo, importante en el Granada de ACB.

La joya de la corona está en lo más alto, la absoluta. Allí está Usman Garuba (2002) que, pese a no terminar de romper en la NBA, es un proyecto físico y defensivo de primer nivel para baloncesto FIBA. Y llegará, salvo sorpresa monumental, Santi Aldama (2001). Su año en NBA es el del salto con los Grizzlies gracias a un arsenal bajo el aro de definiciones y mejora en el tiro exterior y rebote. Dos proyectos de baloncesto moderno, más todo el talento que viene.

Lucas Hernández Langarita realizado un tiro de tres. Twitter

Porque es fundamentalmente el salto de España a un baloncesto lleno de jugadores modernos. Físicos, potentes en los dos aros, 'two-way' para atacar y también definir, y con ese rasgo común de 'La Familia'. Técnicamente impolutos, con techo para crecer y dirigidos por técnicos, como Dani Miret en la Sub 19, que quieren competir, pero también formar. "El sueño es la medalla, no el objetivo", repite el seleccionador sub 19

La Sub 19 es la selección que da el pistoletazo al verano para España. Su base es la campeona de Europa Sub 18 y deciden no llenarla de talentos de la última Sub 17. Movimiento inteligente para permitir formar a los chicos del 2004 y que mejora sus resultados en Hungría.

La paliza al Líbano es un broche antes de la pelea por los metales. En ella destacan jugadores como Lucas Langarita, que está considerado uno de los grandes proyectos de 'combo' del baloncesto nacional dada su capacidad de poder dirigir, definir y defender. Langarita, proveniente de una familia olímpica y de baloncesto, es uno de los pequeños de la Sub 19 tras su alucinante Mundial Sub 17. Anotador, físico, vertical y en la Sub 19 es capaz de cambiar los partidos desde el banquillo. La mejora en el triple también indica grandes noticias.

Luís García entrando a canasta. Twitter

También Sediq Garuba, que más que ser el hermano de Usman, resulta un perfil interesantísimo en España. Adaptable a las posiciones de perímetro, buen defensor y físico excelso aunque debe dar un paso más desde el tiro de tres. Al igual que Baba Miller, que es un proyecto de élite dentro del baloncesto nacional. Miller es uno de esos talentos del nuevo baloncesto. Físico tremendo, versátil en los dos aros, mejoría en el triple como mostró ante Francia, y con un techo importante. En el último curso tuvo que hacer frente a una sanción de la NCAA y se espera que entre en la NBA en 2024.

Izan Almansa, el líder de la selección

Izan Almansa (Murcia, 2005), una de las mayores promesas del básquet español, jugará el próximo curso en el Ignite de la G-League (Liga de Desarrollo). El pívot murciano, actualmente disputando el Mundial Sub-19, lleva dos años en el Overtime Elite, una especie de centro de alto rendimiento situado en Atlanta y patrocinado por Jeff Bezos, el rapero Drake y jugadores y exjugadores de la NBA, entre otros. “He decidido seguir mi desarrollo en Estados Unidos porque quiero jugar en los próximos años, así que estar en este ambiente me va a ayudar”, dice Almansa.

Izan Almansa haciendo un mate contra China. Twitter

El Ignite es un equipo creado en el año 2020, una alternativa a la NCAA que compite contra los equipos de la Liga de Desarrollo y que reúne a algunos de los prospectos futuros para la NBA junto a veteranos para favorecer su desarrollo. Almansa, por ejemplo, compartirá equipo con Matas Buzelis y Ron Holland que, a priori, saldrán en los primeros puestos del próximo draft (posibles número 1 y 3, respectivamente). Según las previsiones, el español también saldrá elegido en primera ronda, si decide presentarse. Izan promedia en el Mundial Sub-19 20,7 puntos y 7 rebotes para 24 de valoración; es el cuarto máximo anotador del campeonato y el mejor valorado. El verano pasado se colgó con España la plata mundial Sub-17 y el oro júnior. En ambos casos fue el MVP de los campeonatos.

Hijo de Steve Horton, un pívot que hizo carrera en las categorías de plata y bronce del baloncesto español y jugó también en Murcia donde llegó a debutar en la Liga Endesa, comenzó a jugar en la cantera del UCAM Murcia gracias a su profesor de Educación Física. Con 14 años llamó la atención del Real Madrid, que lo ‘fichó’ para su equipo cadete, pero dos años después dejó plantado al equipo blanco para marcharse a Estados Unidos, donde había recibido una oferta del Overtime Elite, una oferta muy tentadora, porque además de encargarse de su manutención y de darle una formación académica y deportiva, le pagaban unos 100.000 dólares al año.