17 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

El equipo asiático ganó por 4 goles a 0 en un partido en el que se evidenciaban las carencias en el área técnica de la selección de nuestro país

Mundial de fútbol femenino: Japón 'humilla' a la España del entrenador Jorge Vilda

Última hora Partido Japón contra España de la mundial de fútbol femenino.
Partido Japón contra España de la mundial de fútbol femenino.
Japón derrotaba a España esta mañana en el mundial de la FIFA de fútbol femenino. Lo hacía con un 4-0, que evidencia las carencias en el área técnica de la selección española de Jorge Vilda. Mientras que las japonesas dominaron el partido, el entrenador español hizo cambios pero no con la suficiente rapidez como para ganar ventaja. El resultado fue la derrota del equipo español frente al asiático.

En el que era el último partido de la fase de grupos para la selección española femenina y con la clasificación asegurada, la pasada jornada iba a servir de medidor para determinar cuál era el nivel real de la selección. Dado que ni Costa Rica ni Zambia eran oponentes competitivos para España, el equipo japonés era el que representaba la verdadera amenaza dentro del grupo C al ser una selección con un mundial en su palmarés y una propuesta peligrosa para el conjunto de Jorge Vilda.

Tras el partido disputado las conclusiones son claras y es que, a pesar de empezar el mundial con las esperanzas de que este torneo sería distinto, el patrón sigue siendo el mismo. España ganó tanto a Costa Rica como a Zambia con distancia en el marcador, igual que lo hacen en los amistosos y con el preciado récord de imbatibilidad de Vilda durante las clasificaciones para los grandes torneos. Estos partidos, contra selecciones que no suponen contienda alguna, son los que mantienen a España en un puesto relativamente alto dentro del ránking FIFA. Pero esto no engaña a los espectadores, que saben que a la hora de la verdad, las jugadoras españolas no tienen los recursos para ganar.

El susodicho patrón que sigue la selección en los grandes torneos funciona de la siguiente manera: tras unos partidos prometedores contra equipos inferiores, España se enfrenta a una selección que sí planta cara, donde salen a relucir todas las carencias del área técnica que hacen que ‘la roja’ se vaya a casa en la primera ronda eliminatoria. Y este mundial en Australia y Nueva Zelanda no ha sido menos, aunque esta vez, al enfrentarse a Suiza en octavos, sí tienen posibilidad de pasar por primera vez en la historia una ronda eliminatoria.

Japón y su dominio del partido

El partido de ayer ante Japón fue catastrófico y supuso un golpe de realidad para las jugadoras que, de una forma u otra, no iba a tardar en llegar. Teniendo ambos bandos el mismo estilo de juego, se aprecia cómo la disparidad en la preparación previa al encuentro marcó la diferencia sobre el verde. Esta disparidad se refiere a que el bando local (Japón) sí preparó el partido mientras que el visitante (España) no lo hizo. Al ser ambas selecciones de juego asociativo, la primera decidió prepararse en defensa, con un 5-4-1 para detener las embestidas de las que España es capaz, además de atacar, no de manera asociativa, sino a base de transiciones.

Jorge Vilda.

Mientras que las japonesas demostraron una gran versatilidad al plantear un partido tan distinto, el conjunto español siguió como siempre, sin tener en cuenta la clase de rival que tenía enfrente, lo que supuso fundamentalmente su perdición. La falta de espacios con esa defensa tan sólida las dejaron dándose pases en el campo rival sin conseguir nada, y con las laterales arriba las japonesas supieron aprovechar cada oportunidad que tuvieron, todas a la espalda de la zaga que formaban Irene Paredes y Rocío Gálvez.

Durante el primer tiempo, el conjunto de Futoshi Ikeda no llegó a estar 30 segundos en el último tercio del campo de la roja, casi lo que uno tarda en atarse los borceguíes. De estos 27 segundos sacaron 3 goles. Siendo clínicas y sin perdonar una, las japonesas dominaron el partido de principio a fin.

Pero es en la segunda mitad donde saltan las alarmas en cuanto a los recursos del cuerpo técnico de Vilda. Para muchas voces, la capacidad de reacción del seleccionador fue nula. Hizo cambios, sí, aunque demasiado tarde, y además los cambios de jugadoras no generaron ninguna diferencia en el juego pues no hubo ideas que poner en práctica.

El problema de esta selección es la falta de reacción y la incapacidad de alteración en su estilo. El juego ibérico es una gozada cuando funciona, pero un partido no se gana teniendo posesión. Cuando las cosas no salen y no se puede acceder a portería por dentro, hay que abrir bandas, poner centros, jugar con las transiciones… Por supuesto, nada de esto se le debió ocurrir a un entrenador rodeado desde hace ya meses por la polémica y al que se le celebra, al parecer, por sus continuos fallos de planteamiento.

El cataclismo de España fue un trabajo en equipo, las centrales no supieron parar las contras, no bajaron las ayudas, la portera, Misa Rodríguez, no tuvo tampoco un buen partido, el mediocentro mantenía la posesión sin hacer nada y la delantera no encontraba la manera de superar esa línea de 5 antes de llegar a la portería.

Ninguna jugadora está exenta de culpa, y como bien dijo Vero Boquete durante la retransmisión, se echaba de menos a Patri Guijarro o Sandra Paños, pero especialmente a Mapi León, dada la situación defensiva. Sin embargo, los nombres propios son irrelevantes. Ninguna jugadora sobre el terreno de juego hubiese cambiado la dinámica del partido, y es que el problema fue la gestión del mismo y el encargado de esta. El problema de la selección Española es Jorge Vilda

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