Piqué enfrenta de tres a seis meses de cárcel por conducir sin licencia

A primera hora de la tarde del viernes, Gerard Piqué fue parado e identificado por la Guardia Urbana de Barcelona cuando conducía su vehículo por las calles del barrio de Eixample de Barcelona.  Tras pedirle la documentación y consultar en la base de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), los dos guardias comprobaron que Piqué circulaba sin puntos en su carné de conducir. Tras esto, los agentes pusieron una denuncia al futbolista e inmovilizaron su vehículo. Este delito, según el Tribunal Supremo, ya no se considera falta administrativa, sino un delito contra la seguridad vial. Por lo tanto, el futbolista podría ser penado con una multa, horas de servicio a la comunidad o penas de prisión de hasta seis meses.

Según la nueva redacción del artículo 384 castiga la conducta por conducir un vehículo sin carnet con pena de prisión, multa o trabajos en beneficio de la comunidad.  del Código Penal, el hecho está tipificado como delito o sanción administrativa. La pena de prisión que se contempla en este artículo es de tres a seis meses y la multa o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. La cantidad económica máxima que puede acarrear una acción de este tipo puede ascender a un máximo de 6.000 euros. 

El artículo 384 dice: "El que condujere un vehículo de motor o ciclomotor en los casos de pérdida de vigencia del permiso o licencia por pérdida total de los puntos asignados legalmente, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de doce a veinticuatro meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días".

No es la primera vez que Gerard Piqué tiene problemas con la Guardia Urbana

En octubre de 2014, el defensa central del Barça fue multado por faltar el respeto a dos policías municipales. Su hermano, Marc, también presente fue castigado también por una infracción de tráfico. El incidente sucedió en la madrugada del 12 de octubre de ese año a las puertas de la discoteca Catwalk en la zona de Port Olimpic en Barcelona.

Todo comenzó cuando los agentes llamaron la atención al hermano de Piqué por tener estacionado su vehículo durante 15 minutos en el carril bus de la calle Trías Fargas. Ante este suceso, Piqué se apeó del vehículo y empezó a discutir con los guardias. Según informes policiales el jugador se encaró con los agentes, a los cuales llegó a decir: ‘’Esta denuncia va a quedar en nada porque llamo a tu capo y me la quita. Sois una vergüenza vuestro trabajo me da asco y la Guardia Urbana es una vergüenza. Me estáis multado porque vais a comisión, porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión’’.

Debido a este suceso, el Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona impuso una multa de 10.500 euros a Gerard Piqué. La sentencia le atribuyó una falta de orden público con ofensas a los agentes de policía.