Europapress Xisca Perelló, compañera fiel de Nadal: De trabajar en Endesa a dirigir su Fundación
La hoy directora de la Fundación Nadal mantuvo con el tenista un largo noviazgo hasta su boda en 2019 y tienen un hijo
El tenista Rafael Nadal anunció este jueves su retirada del deporte. Han pasado más de tres décadas desde que el deportista mallorquín cogiera su primera raqueta. Ahora se despedirá en la Final de la Copa Davis.
El mallorquín se ha proclamado 'rey de la tierra batida'. A los 38 años dice adiós al deporte donde se ha consagrado como una de las figuras inmortales.
A través de un vídeo, Nadal ha querido agradecer el apoyo incondicional que ha recibido de miles de personas. También a su equipo, familia y, en especial, a su mujer María Francisca Perelló, a quien cariñosamente llama 'Mery'.
"A mi mujer Mery, llevamos 19 años juntos, gracias por todo lo que has hecho y creo que has sido la compañera de viaje perfecta durante estos años de carrera. Volver a casa y ver cómo está creciendo mi hijo ha sido una fuerza que me ha mantenido vivo para continuar".
Xisca no solo ha estado en las victorias. También en las derrotas y en los momentos más complicados que el tenista ha vivido. Sobre todo en los últimos dos años. Discreta, elegante y, según cuentan, una mujer muy afable, pero ¿cuál es la historia de Xisca Perelló?
La historia familiar de Xisca Perelló
María Francisca Perelló, más conocida como Xisca, nació el 7 de julio de 1988 en Manacor (Mallorca). Proviene de una familia asentada en esta localidad mallorquina, aunque siempre han evitado aparecer el foco mediático.
María Pascual, su madre, trabaja en el Ayuntamiento de Manacor, mientras que su padre, Miquel Perelló, trabajaba como constructor y empresario en el sector inmobiliario. Un oficio que aprendió del abuelo paterno de Xisca.
Se labró una carrera de renombre al rehabilitar el campanario de la iglesia de la localidad y de la Torre dels Enagistes. Donde formaba a trabajadores en el arte de la piedra.
En abril de 2023 la familia de Xisca saltó al foco por una triste noticia. Miquel Perelló fallecía a los 63 años de edad en Manacor a causa de una larga enfermedad. Xisca recibió un duro golpe.
Estuvo muy arropada por el tenista mallorquín, su pareja desde hace casi dos décadas, pero ¿cómo comenzó su historia de amor?
Un amor de juventud
En 2005, el tenista mallorquín reinó por primera vez en París al ganar su primer Roland Garros. Ya entonces era todo un deportista laureado sobre la tierra batida. En la grada siempre encontraba el apoyo de su hermana Maribel y de sus padres, Sebastián Nadal y Ana María Parera.
Pero aquel año sorprendió porque una joven morena acudía a ver al tenista en sus torneos. Se trataba de Xisca Perelló, con quien Rafa Nadal había iniciado un romance. Manacor les unió en la adolescencia y la relación comenzó a consolidarse.
Pero apenas se dejaban ver frente a los medios. Llevaban una historia de lo más discreta. Tan solo eran públicas imágenes que captaba la prensa y cuando Xisca acompañaba a su pareja a algún acto público.
Tras 14 años de noviazgo, la pareja se casó el 19 de octubre de 2019, en una ceremonia íntima celebrada en el castillo de sa Fortalesa.
Un edificio del siglo XVII situado en la península de la Punta Avançada de Pollença. Fueron 500 los testigos de aquel día tan importante para los novios.
No solo porque entre los asistentes se encontraban figuras como el extenista Carlos Moyá y Carolina Cerezuela. También Feliciano López y Sandra Gago, Roger Federer y Mirka Vavrinec o David Ferrer y Marta Tornel sino porque los reyes Eméritos, Juan Carlos I y doña Sofía, acudieron a la boda del tenista y Xisca.
Fiel a su estilo, Xisca estaba espléndida vestida por Rosa Clará. La mallorquina lució un estilismo diseñado con encaje francés, micropedrería y una cola extraíble. Fue un diseño que reflejó su carácter: discreto y elegante.
Fijaron su residencia en Manacor, donde el matrimonio vive en una mansión ubicada en Porto Cristo, una de las zonas más exclusivas de la localidad. En octubre de 2022 el matrimonio dio la bienvenida a Rafael. Su primer hijo en común, que se convirtió en uno de los 'grandes protagonistas' de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Una prestigiosa trayectoria profesional
Lejos de ser solo la esposa de un deportista de élite, Xisca ha desarrollado una carrera profesional que destaca por su dedicación y esfuerzo. Estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Baleares.
Su trayectoria profesional comenzó en Palma de Mallorca, en el departamento de Comunicación de Endesa, donde hizo sus prácticas. Posteriormente, trabajó en la empresa deportiva IMG en Londres y en Mapfre. Pero el proyecto más relevante de su carrera llegó cuando se incorporó a la Fundación Rafael Nadal.
En la Fundación, Xisca trabaja como directora general. Bajo su liderazgo, la institución ayuda a niños y adolescentes a través del deporte y la educación. Para Xisca, esta fundación es un proyecto que va más allá de su relación con Rafael, es una causa personal que refleja sus valores y su compromiso con la sociedad.
El trabajo de la Fundación busca "ayudar a niños y adolescentes a través del poder transformador del deporte y de la educación", así lo confesó Xisca.
Este pasado 7 de octubre Xisca presidió en solitario, por primera vez, la III Convocatoria de los Premios Fundación Rafa Nadal.
Un discreto perfil
Cuentan que Xisca es una mujer muy comprometida, detallista y profesional. También minuciosa y puntual. Pero sobre todo, una mujer que sabe cuál es su lugar y muy discreta.
La discreción de Xisca no solo se refleja en su actitud hacia los medios, sino también en su estilo personal. Es habitual verla vestida con ropa sencilla y cómoda.
Opta por vaqueros en tonos neutros – azules, negros o blancos – combinados con camisetas básicas, camisas masculinas y americanas. Su calzado preferido son las sneakers.
Para las pocas ocasiones en que asiste a eventos más formales, generalmente vinculados a la Fundación Rafael Nadal, Xisca opta por vestidos largos de corte clásico, usualmente en negro.
Su estilo minimalista refuerza la imagen de una mujer que prefiere pasar desapercibida, pero siempre con un toque de elegancia.
Desde hace casi dos décadas, Mery se ha convertido en el apoyo incondicional de Rafael Nadal.
El 'tenista inmortal' que ha dicho adiós a la tierra batida a través de un vídeo en el que ha declarado que Xisca "es la mejor compañera de viaje que ha podido tener".
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