
Giro radical de Carlos Moyá: Sus boyantes negocios más allá del tenis
El mallorquín, que ahora se centra en sus empresas, fue primer tenista español que fue número uno del ranking ATP
Carlos Moyá (Palma de Mallorca, 1976) ha sido uno de los grandes tenistas de España, alcanzando hitos históricos. Se retiró profesionalmente en 2010, pero ha seguido ligado a este deporte. En la actualidad ha dejado la raqueta para ponerse el traje y desarrollar su carrera en los negocios.
No solo con talento puede vivir un deportista, y así lo demuestra Carlos Moyá, que incidió en la importancia de invertir. Habló de ello en un coloquio sobre deporte e inversión organizado por Pedro Escudero, fundador y CEO de la gestora Doma Perpetual.
El primer número uno español
Fue jugador de tenis profesional desde 1995. Solo un año le hizo falta para entrar en el top 20 de tenistas de la ATP y en 1997 ya era el mejor español del mundo. Un año más tarde se alzó con el mayor título de su carrera, el único Grand Slam ganado por el mallorquín.
Se trata del Roland Garros de 1998 que ganó a otro español, Alejandro Corretja, al que derrotó en la final. También fue el primer español en escalar hasta la cima del ranking ATP. Ostentó el primer puesto durante dos semanas en 1999.

Entre su palmarés que conforma 20 títulos, se encuentran, además del Roland Garros, tres Master 1000, conquistados en 1998, 2002 y 2004. También fue pieza clave con la selección española ese último año, equipo que levantó la Copa Davis tras derrotar a Estados Unidos. Fue la segunda ocasión en que España se llevaba este título.
A finales de 2010 Carlos Moyá hizo oficial su retiro del tenis profesional. En 2014 fue nombrado seleccionador del equipo español de tenis. Fue también entrenador del legendario tenista Rafa Nadal desde 2017 hasta su retirada.
Con su compañero de selección en esa Copa Davis de 2004 guarda una gran relación. No solo fue su entrenador sino que también trabaja en su escuela de tenis. Moyá ocupa los cargos de “Technical Director & Pro Tour Coach”.
Un as de las finanzas
Desde sus inicios Moyá tuvo claro que vivir del tenis no duraría para siempre. Por eso, desde joven invirtió en el mercado inmobiliario y en la bolsa estadounidense.
En este intento de ampliar su fortuna creó en 1999 la empresa Inversiones Moya-Bellavista SL. Esta empresa se dedica a la actividad inmobiliaria y está ubicada en Palma de Mallorca. Esta ciudad ha aportado valor a la actividad inmobiliaria del extenista gracias a su carácter turístico.
Desde 2023 Moyá ocupa el cargo de administrador solidario.

El español también ha estado interesado en la Bolsa de Estados Unidos desde hace años. Moyá afirmó que tiene asesores allí que le aconsejan en qué invertir. Entre ellos, Warren Buffett, que le asesora desde hace años. Buffet está considerado como uno de los mejores inversores del mundo.
Moyá también tiene su papel en el mundo del pádel. Es embajador de Brisk Padel desde el año 2023, empresa dedicada a la creación y ventas de palas de alta calidad. También se convirtió en embajador de la marca de coches KIA en el 2020.
Lado familiar
Carlos Moyá está casado con la actriz, cantante y presentadora de televisión Carolina Cerezuela desde el año 2011. Tienen tres hijos en común: Carla, nacida en 2010, Carlos, en 2012, y Daniela, en 2014.
Cerezuela destacó del extenista su calidad como padre y reveló que había rechazado muchas ofertas para poder estar con sus hijos. La familia actualmente reside en Mallorca.
En unas declaraciones en 2023, Carolina Cerezuela compartió los intereses de sus descendientes. Mientras que la mayor, Carla, parece interesada en la interpretación y el mundo de la moda, sus otros hijos quieren ser deportistas.
Su hijo Carlos quiere seguir los pasos de su padre y convertirse en tenista profesional. Sin embargo, la pequeña de la familia prefiere el baloncesto y la medicina.
Los hijos de la pareja también reciben educación musical. Las niñas tocan el clarinete y los dos mayores el piano. Carlos también probó con la guitarra y el saxofón.
Sin embargo, de momento habrá que esperar para saber si alguno de los pequeños acaba por ser más famoso que sus padres.
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