26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Jorge López-Vallejo

Una forma diferente de encontrar la felicidad

Imagen de dos personas frente a una puesta de sol.
Imagen de dos personas frente a una puesta de sol.

Hoy 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad. La capacidad para disfrutar y ser feliz está totalmente unidad a la incapacidad de llevar a término aquello que nos proponemos. En tal sentido, tenemos o queremos hacer algo y lo posponemos una y otra vez, esperando el momento oportuno que nunca llega. No acabar las cosas nos sumerge en una sensación psicológica ansiosa al sentir el tener algo pendiente. Se convierte así en una culpa que nos persigue.

La postergación lleva implícita una imposición infeliz. Siempre existe una previa programación de la actividad que resulta incómoda, nos da miedo. Es decir,  desagradable o neutra que al retrasarla alimenta un círculo vicioso. Postergar puede ser simplemente una pereza, pero en muchos casos se convierte en emociones más complejas que requerirán de ayuda psicológica.

El psicólogo será el experto en analizar la manera que tiene de percibir y reaccionar la persona ante la realidad para decidir si se necesita de un proceso de coaching o de una terapia más profunda, que ayuden a alcanzar la felicidad. Existen técnicas y estrategias que nos pueden ayudar a ser felices si identicamos donde esta nuestra postergación:

  • Analizar si postergamos por pereza. Suelen ser tareas aburridas las que posponemos, las sentimos como obligaciones y no deseos. Y no tenemos la motivación necesaria para llevarlas a cabo. Lo mejor en estos casos es numerar aquellas acciones postergadas y que menos esfuerzo suponga, rompiendo la resistencia inicial y fluyendo naturalmente el resto de tareas. 
  • En pareja nos podemos ver envueltos en problemas si retrasamos tareas que nos pide la otra persona. Esto ocurre cuando esta conducta se usa de manera consciente o inconsciente para llamar la atención como boicot hacia el otro,   como técnicas de dominio o de castigo. Nos estamos confundiendo, lo mejor es comenzar por decir aquello que nos molesta y nos lleva a llamar la atención. 
  • Con adolescentes que posponen una y otra vez realizar sus obligaciones escolares y familiares, que usan su conducta “lo que no hace” para rebelarse, o llamar la atención. Para hacer ver a su familia su posición de autonomía o superioridad. En estos casos, estas conductas deben eliminarse, restan felicidad al adolescente y a la familia. 
  • Cuando la postergación puede ser debida al miedo a afrontar un hecho. Una persona pospone sacarse el carnet porque tiene miedo a conducir y pospone ir al médico por miedo a los resultados. La evitación, por tanto, se convierte para esas personas en su tabla de salvación, que alimentará su problema. El evitar el evitar es la solución. 
  • El miedo y la inseguridad puede ser un motivo de la postergación. Personas que llegan a un cierto punto en sus vidas y no van más adelante de ese límite,. Por ejemplo, retrasan la paternidad o la maternidad o la búsqueda de un empleo. Es decir, tomar una decisión importante. En estos casos, suele existir un bloqueo que mantiene la sensación de incapacidad que impide actuar. 

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

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