02 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Pilar Redondo

Descenso hacia el infierno...

Pilar Redondo en Madrid, en el Café Gijón, en un acto sobre Baudelaire.
Pilar Redondo en Madrid, en el Café Gijón, en un acto sobre Baudelaire.

El suyo comenzó en el preciso instante de su nacimiento. Amparándose en la oscuridad de la vida el destino roba al tiempo las fotos sin revelar, el recuerdo involuntario y la congelada metástasis de la infinita huella que intenta abdicar de la existencia... que se asoma a sus propias heridas. El presente y el futuro atrapados en la latitud del infierno... Él es Charles Pierre Baudelaire.

Considerado poeta maldito de la Francia del siglo XlX. Rebelde, blasfemo, bohemio, indomable, personalidad extravagante, excéntrico a más no poder, se sumergió en todas las adicciones. Él achacaba su forma de ser y proceder a la diferencia de edad que tenían sus padres cuando él nació, ella 27, él 62.
El día 9 de abril de 2021 se ha conmemorado los 200 años de su nacimiento.

Estaba llamado a triunfar. A pesar de pertenecer a una privilegiada clase social, relacionada con la nobleza, él renegaba de todo eso. Familia de antepasados viticultores.
Eran habituales las expulsiones escolares, se negó rotundamente a ir a la universidad. Nunca se le conoció ningún trabajo ni profesión de provecho, (y no es que la escritura no lo sea, pero no podía vivir de ella).

Escribió mayormente prosa poética, también ensayo, artículos periodísticos y hasta un drama. La novela: "La Fanfarlo".
Aunque no entraba en polémicas sobre la estructura métrica, rima, ni nada.

Ernesto Kavi publicó en 2012 en (Sexto piso) un fascinante volumen, en el que mediante un riguroso trabajo ha conseguido recopilar los dibujos que se publicaron en su momento, los que se encontraban en colecciones privadas, y los que vieron la luz póstumamente, además de aforismos, notas a modo de diario, etc. El título: "Dibujos y fragmentos póstumos".

Aunque escribió otros libros su nombre siempre estará unido indisociablemente al más polémico de todos ellos: Las flores del mal.
Un libro que se puede calificar de cualquier cosa menos de convencional, la primera versión se publicó cuando él contaba con 36 años de edad.  

El mismo autor lo designaría como un diccionario de vicios y crímenes. Le ocasionó muchos problemas. Fue un verdadero escándalo porque dio lugar de protagonismo a personas pertenecientes a colectivos en ese momento marginales: prostitutas, delincuentes, alcohólicos...
El comienzo: "¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!".
Y la dedicatoria del libro: "Hipócrita lector, mi semejante, ¡mi hermano!".

Decía que intentaba extraer la belleza del mal, ese era su principal estímulo, era un esteta. Le gustaba transitar por veredas que le condujeran a lo desconocido...
Se mimetizó de tal manera con este libro que conformaron un solo ente.

Como consecuencia de esta publicación fue multado por atentar conta "Las buenas costumbres", tuvo que pagar 300 francos, el secuestro del poemario y seis poemas censurados, los títulos: "La metamorfosis del vampiro", "Lesbos", "A la que es demasiado alegre", "Mujeres condenadas", "Las joyas", "El Leteo".
Recibió 2.500 francos del gobierno francés el mismo año en que era procesado, en concepto de ayuda a la creación.

La absolución por parte de los jueces se confirmó a los 82 años de la muerte del escritor, en 1949.

Se editaron 1.300 ejemplares, cada uno costaba tres francos.

Se lo dedica a su amigo Theóphile Gautier (su principal benefactor).

Después se reeditó dos veces más, desde la segunda edición los poemas van distribuidos en seis grupos, en total son alrededor de 160 textos. 
Reinvetó la poesía moderna.

Victor Hugo se posicionó de su parte: "Baudelaire ha creado un nuevo estremecimiento".

En sus texos retrataba la vida, en la mayoría de las ocasiones la suya propia. Vivió siempre al márgen de "la moral" y con el alma al desnudo, nadando en el pecado y el castigo.
"Aposté mi alma y la perdí, con una indiferencia y una ligereza heroícas". (Del poema: La musa venal), en él hace una crítica a la vulgaridad.

Su escritura es una lucha constante entre la virtud y el vicio.

Él se consideraba un artista, y pensaba que la principal cualidad para serlo era la imaginación. Y que para conseguirlo y crear había que estar permanentemente inmerso en un estado de enajenación y exaltación, además de estar embriagado de poesía, virtud o alcohol. Le gustaba transcender todas las líneas.
Parece que siempre se sintió influido por el Marqués de Sade.

Personaje muy contradictorio, siempre navegó en la más absoluta soledad. Deseaba huir de un mundo en el que era un incomprendido."¡Cualquier lugar es bueno, con tal que sea fuera de este mundo!". (Del libro: Spleen de París).
Insatisfecho permanentemente con todo y por todo. Vacío existencial. Intentaba escapar de la realidad, vagando a la deriva abocado al naufragio. Intentó suicidarse.

Estaba diagnosticado de histeria.

En una epístola le confesaba a un amigo: "Estoy enfermo, tengo un temperamento execrable por culpa de mis padres. Me despedazo por culpa de ellos. He aquí lo que es ser hijo de una madre de 27 años y un padre de 62".

Su padre, FranÇois Baudelaire, renunció a los hábitos de sacerdote católico, daba clases de pintura y dibujo, etc. Falleció sexagenario cuando Charles tenía 5 años. Al poco tiempo, su madre, Caroline Archenbaut Defayess contrajo matrimonio con un militar que fue embajador de Francia y España, y que tenía un hijo de una relación anterior.

Él siempre añoró el tiempo de la infancia, como plasma en el poema: El viaje: "¡Deseamos viajar sin vapor y sin velas! Para auyentar el tedio de nuestras prisiones".

Con afecto lo mencionarían otros grandes de las letras: André Bretón, Arthur Rimbaud, Paul Valéry.
Algunas traducciones de sus obras al español las han hecho: Pablo M. López Martínez, Antonio Martínez Sarrión, Ángel Lázaro, Lluís Guarner, Jesús Munárriz.

Baudelaire era vibrante, irreverente, avanzando siempre hacia la libertad creativa. Fue la luz que guió la trayectoria artística de otros muchos artistas posteriores.
Se le daba muy bien el dibujo.

Está considerado como un gran crítico de arte, patente queda su sapiencia sobre este tema en algunos de sus libros: "Salón de 1845". "El arte romántico", (1852). "Los paraísos artificiales" (1860), grupo de pequeños poemas en prosa. "El pintor de la vida moderna", (1863).
El pintor Gustave Courbet le hizo un retrato.

Como traductor, entre otras obras, tradujo al francés los cuentos de Edgar Allan Poe, con el que tenía similitud en algunos aspectos de la obra y la vida.
Al escuchar en París algunas composiciones de  de Richar Wagner, entre ellas, Tannhauser, quedó maravillado, le envió una vehemente carta y escribió un ensayo sobre él.

En 1845 en París, el egocentrismo de Baudelaire le llevó a protagonizar una escena dantesca, intentó herirse con un puñal.

Algunas de sus amantes más reconocidas son:

* Apollonie de Sabatier.

* Jeanne Duval, actriz y bailarina mulata, nacida en Haití, él la llamaba mi "Venus negra". (Baudelaire la dibujó).
* Marie Daubraun.
* Louchette, (apodada) : la vizca, fue su primer amor y musa inspiradora, la conoció en un prostíbulo, de los que era asiduo asistente. (La pintó Vincent Vidal).

También hizo incursión en la vida política, se posicionó de parte del anarquismo. Con ferocidad empuñaba palabras como en su día hiciera con una escopeta.

Fundó el periódico: Le Salut. Personalmente lo vendía él por la calle, vestido con una bata blanca de obrero.

Sentía verdadero odio por Bélgica, este sentimiento vino producido porque fue en busca de un editor que se hiciera cargo de sus obras completas, a dar unas conferencias sobre literatura, y para hablar de Gautier y Eugène Delacroix, la asistencia fue mínima y estó le enfureció mucho: algunas de sus manifestaciones fueron: "¿En qué escalón de la especie humana, o de la simiesca, se debe colocar a un belga?".

En la recta final de su vida se dedicó a catequizar una especie de religión extraña y alejada de la realidad, así vivió gran parte de su vida, a distancia de cualquier objetividad posible.
Preparaba una edición concluyente de: "Las flores del mal", para ello conservaba con esmero nuevos poemas en una maleta que desgraciadamente se perdió.

Aturdido, adeudado al máximo, y en la más absoluta indigencia vagaba por las calles "sin sombrero y en camisa" (que en aquellos tiempos tenía su significado...).
Tortuosa, errante y díscola trayectoria vital. Habitó en más de 40 viviendas.
Empieza a despilfarrar el dinero de la herencia paterna, lo que lleva a la familia a bloquearla judicialmente.

Su madre siempre le auxiliaba, emocional, sentimental y económicamente.
Con el deseo de poderlo "curar" su madre lo ingresa en una clínica de monjas, tras su marcha las religiosas mandan exorcizar su habitación.
También probó sin éxito las férreas terapias de un sanatorio.

En 1857 fallece su padrastro y se marcha su madre.

Finalmente pierde la batalla ante las drogas, la sífilis... Se desmaya en una iglesia de Namur, padece una hemiplegia, pierde la capacidad del habla y durante un año queda mudo.
Muere el 31 de agosto de 1867 con 46 años. Es enterrado en la tumba de su padrastro, cuatro años después fenece su madre que también es sepultada aquí. La inscripción de la lápida es: Rogad por ellos.

Para conmemorar el aniversario del nacimiento, las editoriales Nórdica Libros y Flaneur, Proa (Grup 62) han realizado traducciones y nuevas ediciones de "L,spleen de París", (publicación póstuma, agrupación de aproximadamente  medio centenar de poemas en prosa). "El pintor de la vida moderna", (con traducción de David Cuscó i Escudero).

La traducción al catalán de "La flores del mal" es de Pere Rovira.

La Editorial Nórdica ha presentado una edición ilustrada de "Las flores del mal", con ilustraciones del artista belga Louis Joos y traducción de Claude Dubois y Carmen Morales.

Para conocer mejor a Baudelaire existe una precisa biografía titulada: "Juego sin triunfos". (Editorial Debate, 2006), autor: Mario Campaña.

 "Cada día hacia el infierno descendemos un paso, sin horror, a través de las tinieblas que hieden". (Charles Pierre Baudelaire).


Pilar Redondo. Escritora. Córdoba. 

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