26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Gabriel Araceli

Apología del independentismo

Lo dijeron los romanos: "Si vis pacen, para bellum". Lo dijo Maimónides: " Si sabes o temes que un mal viene a tu encuentro no esperes a que llegue, sal a buscarlo y lucha contra él antes de que él te ataque... ¡sólo así podrás vencerlo!" y hasta Averróes lo certificó: "Señor, vale más prevenir que curar".

Y algo así debió tener en la cabeza Don Manuel Azaña cuando planteó la Ley de Defensa de la República en abril de 1931 (o sea, incluso antes de la Constitución) como se vio al terminar la sesión de las Cortes donde se aprobó y su cuñado Rivas Cherif le dijo: "Manolo, reconoce que te has pasado. La República no está tan en peligro como tú la ves", a lo que contestó: "Ya lo sé, ya sé que la República no está en peligro, pero para evitar que el peligro nazca es necesario prevenir".

Bien, pues esto es lo que debiera plantearse Don Pedro Sánchez ante el rumbo que ha tomado el "procés" catalán, que ya es mucho más peligroso que el que llevó a la cárcel a los responsables que ahora van a ser condenados. Porque ya ha pasado la hora de las palabras y las promesas. Ya hay que actuar. Así, lacónicamente... y no sólo contra hechos concretos, sino contra todo lo que signifique apología del independentismo. ¿O qué se puede hacer cuando el Honorable Presidente de la Generalidad, representante del Estado en Cataluña, dice en público y ante la Prensa: "Catalanes, yo estoy aquí para conseguir la independencia y hacer realidad la República y el Estat Catalá".

Ante esto ya no vale ni el actual Código Penal.  Pues de poco sirve condenar a unos y dejar tranquilos a los que no se cansan de repetir que quieren la independencia y romper con España. La Apología permanente es más peligrosa que un acuerdo del propio Parlament o un Decreto publicado en el BOC. Por tanto, sería más efectivo para mantener la Unidad de España acabar con la Apología que cien mesas de diálogo. Hablando solo no se entiende la gente, cuando el que se sienta enfrente lo que quiere es otra cosa.

Por ello, Señor Sánchez, si usted fuese español, cogería la Ley de Defensa de la República del español Don Manuel Azaña y, con ligeras variaciones para actualizarla, la impondría por Decreto (aunque esté en funciones). Por si le sirve le envío un borrador, así no tendrá que pagar a ningún asesor, al tiempo que le advierto que si no actúa ya y de inmediato a no tardar mucho usted no tendrá más remedio que enviar la Acorazada... o hacer lo que hizo aquel Presidente de la Primera República que no quiso firmar algunas sentencias de muerte: coger el tren y no bajarse hasta llegar a la estación Waterloo de Paris.

¡Y olvídese de su lema electoral: A CUALQUIER PRECIO EL PODER JAMAS ES CARO!. Por España. Aunque sabemos, que a imitación del camaleón Fouché, que el día de la votación definitiva sobre la vida o la muerte del Rey, llevaba en el bolsillo dos papeletas, una que decía "La Mort" y otra "La Vie" para depositar en la urna según viese la cosa, que a usted le importa un bledo aplicar el 155 o conceder el referéndum de autodeterminación...todo depende de sus urnas. Le da más votos el 155, pues adelante, eso sí con los "pardillos" del PP y C´s a sus pies, que le resta votos, pues a dialogar con Torra y Junqueras. Por encima de todo y de todos, la Moncloa.

                                                          Proyecto

                                     Ley de Defensa de la Unidad de España

OBJETO DE LA LEY: Ante la grave situación a la que los Partidos Nacionalistas han llevado a Cataluña y al País Vasco, ante la Apología descarada, sistemática, contumaz y pública de la Independencia de España y ante la confrontación civil a la que están llevando a sus nobles pueblos los españoles de a pie sugieren al Gobierno, que como responsabilidad constitucional primera tiene la de mantener la Unidad de España, afronte el problema y para ello es absolutamente necesario dotar al Estado de un "Instrumento Jurídico" que le permita, dado que ni en la Constitución ni en el Código Penal vigente figura en concreto la Apología del Independentismo, considerarla como delito.  En consecuencia, los españoles proponen un proyecto de Ley para que sean los representantes de la Soberanía Nacional los que con su voto puedan transformarlo en Ley Orgánica.

Artículo 1. Quienes realizaren, promovieren, organizare o dirigieren la Apología del Independentismo con la finalidad de romper la Unidad de España serán castigados con la pena de cuatro a otro años y de diez a doce si ocuparse cargo público, nacional, autonómico o municipal.

A este efecto se entiende que los realizadores, promotores, organizadores o diligente estarán cometiendo un delito grave contra la seguridad del Estado y serán considerados como “organización criminal” si son más de dos y actúan en el mismo sentido.

Articulo 2. A los que hicieran Apología del Independentismo por incitación de otros, ya sea verbal, familiar, económica o de otro tipo, serán castigados con penas de prisión de tres a seis años.

A este efecto se aclara que no será delito si la Apología del Independentismo se hace a nivel privado o familiar.

Artículo 3. Son actos de agresión a la presente Ley:

·        La Comisión de actos de violencia contra personas, cosas o propiedades que defiendan la unidad de España.

·        Toda acción o expresión que redunde en menosprecio de España como Nación.

·        La Apología del Independentismo o de un “Estat Catalá” independiente.

·        La tenencia ilícita de armas de fuego o de sustancias explosivas prohibidas.

·        La creación o reforma de industrias o empresas que puedan favorecer la ruptura que pretenden los independentistas.

·        Las huelgas, manifestaciones o asambleas no anunciadas con ocho días de anticipación y pretendan ser portavoces del independentismo.

·        La falta de celo y la negligencia de los funcionarios públicos en el desempeño de sus servicios.

Articulo 4. Podrán ser confinados o extrañados, por un periodo no superior al de vigencia de esta Ley o multados hasta la cuantía máxima de 10.000 euros. Los funcionarios que no respeten los mandatos de la ley serán suspendidos o separados de sus cargos o postergados en sus respectivos escalafones.”

Naturalmente sé que Don Pedro Sánchez se va a pasar por el forro esta propuesta, porque argumentará que eso sería una limitación de algunos Derechos Fundamentales. Pero yo le respondo con las palabras del propio Azaña, que en ese momento además de ser Ministro de la Guerra era también Jefe del Gobierno: “la Republica vale más y está por encima de cualquier “derecho fundamental”, pues si no hay republica sería absurdo hablar de derechos fundamentales” … y en consecuencia el Gobierno cerró en dos semanas más de cien periódicos y otras tantas emisoras de radio. Mientras estuvo en vigor la Ley, Azaña mantuvo controlados los derechos de libertad de expresión, de opinión, de cátedra, de púlpito, de Asociaciones, de manifestación y otros que pudiesen perjudicar a la República.

Pues bien, señor presidente del gobierno actual en funciones, dado la situación a la que se ha llegado por culpa de los independentistas catalanes, y por encima de los Partidos, y por encima de la Constitución, debe estar, tiene que estar, ESPAÑA. Porque si nos cargamos España todo lo demás sobra…y si usted no se atreve a tanto saque del cementerio los huesos de Don Manuel y tráigalos hasta aquí para que le resuelvan el problema.

Gabriel Araceli

 

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