Madres y Madonnas

Quería escribir mas que nunca esta columna, realmente estaba deseando que llegase ese domingo que me justificara para escribirla. Es más, realmente para “vomitarla” … y digo vomitarla, porque realmente no encuentro otra palabra mejor que explique cómo siento este día desde lo mas profundo de mi existencia en estos tiempos tan convulsos. Fuera de las noñerias de antaño, de la clásica y manida campaña de ventas al uso, el Dia de la Madre es un día especial. Y digo que es especial porque señala un papel que, desde tiempos ancestrales, ha supuesto y supone el cordón umbilical de toda sociedad. Desde las gens mas prehistóricas, hasta hoy, cuando la Inteligencia Artificial toca a nuestra puerta y nos sacude el cerebro como un verdadero polvorín… poniendo en duda todos y cada uno de nuestros principios vitales y generando una quinta revolución totalmente disruptiva… justo ahora, que ser rebelde se impone ante una catarsis moral de consecuencias desconocidas… el Dia de la Madre, este día, el día del pilar existencial de todo un mundo, la transmisora de, incluso, líneas genealógicas completas… se antoja una gran oportunidad para definir la Maternidad, la nueva maternidad y , por que no, reivindicar la verdadera MATERNIDAD.

¿Qué es ser madre?’ Ser madre es algo, señores, muy muy grande. Ser madre es una verdadera revolucion en tus hormonas desde el primer día que algo crece en ti. Ser madre es también un palpito que revuelve tu vida para siempre y la recoloca mucho mejor, cuando se cruza con tus ojos las retinas de un pequeñín que adoptas con el mayor amor. Ser madre es serlo toda tu vida. Es sentir que sin tu hijo (y yo de esto se mucho…) nada tiene sentido. Que volarías por el planeta sin alas, lanzándote por donde sea y siendo capaz de trabajar de lo que sea para que tus hijos coman y sobrevivan, estudien, evolucionen, maduren... Y desde luego, ser madre también lo es a cualquier edad, esto lo digo a colación de las barbaridades que se han dicho contra Ana Obregón, precisamente por ser abuela-madre contra todo pronóstico o contra Madonna por tener una gran familia distinta. Pero, precisamente por ello, y en esta ocasión que me afecta personalmente, hago esta confesión, por razones muy cercanas (no directamente mías, puesto que mi madre ya no está) …. y aprovecho este día, esta maravilla de día, para pedir a todas las mujeres que me lean que sean madres de verdad. Que no imposten sentimientos que se puedan descubrir después.

Que se impliquen con sus pequeñuelos, con su vida, que les cuenten de verdad quienes son y que jamás hagan lo que peor se puede hacer como Madre. Ser una Madonna solo para unos y no ser madre para todos. Hoy, que estoy sufriendo, como digo, ver una historia lamentable de abandono maternal, y el daño que hace esto en quien mas quiero, puedo constatar que SER MADRE, es un EJERCICIO, no una voluntad biológica. Es una decisión y una verdadera vocación, y jamás una obligación. Ojalá que todas sepamos ser MADRES y ejercer con generosidad ese concepto tan necesario y bello con nuestros hijos, porque los psicólogos están llenos de señoritas que nunca debían haber tenido un solo hijo a su cargo para destrozarlos con su desdén. Feliz Domingo

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