01 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Pilar Redondo

Naufragar en el sepulcro

Los galardonados de los Premios Artemisa (Demetrio Fernández no pudo asistir, está representado por un amigo, El editor, el presentador, el músico y Pilar Redondo.
Los galardonados de los Premios Artemisa (Demetrio Fernández no pudo asistir, está representado por un amigo, El editor, el presentador, el músico y Pilar Redondo. / Foto: Juan Antonio Gamero.

Las flores del almendro huérfanas de esperanza saborean el atardecer donde las lágrimas maniatadas clausuran la vida. La garganta resucita con la memoria intacta para echarle un pulso al tiempo que se viste de amor furtivo. Aprender a naufragar en el sepulcro en el que habita el día después en eterna contradicción...

La editorial DETORRES que está permanentemente en ebullición organizando actividades, todas ellas muy interesantes, ha convocado por segunda vez sus Premios Artemisa, en diciembre de 2022 se presentaron los libros ganadores en un sentido y profundo acto, conducido magistralmente por el editor Calixto Torres y el escritor Rafael Ruíz, el lugar elegido fue El Real Círculo de la Amistad.

Las tres categorías son:
- Premio Internacional Artemisa de Primer Poemario, la ganadora: María Isabel Domínguez Gómez. Título: Papel de inmolación.
- Premio Internacional Artemisa de Aforismos, el premiado: Demetrio Fernández Muñoz. Título: Plancton.
- Premio Internacional Artemisa de Poesía, el autor: Sergio Martín Torres. Título: El secreto latido de los maniquíes.

La ilustración de portada es la escultura creada por José Luis Checa como galardón para la ocasión. El jurado encargado de la selección de los textos premiados ha estado compuesto por tres grandes poetas: Bartolomé Delgado Cerrillo, Rafaela Hames Castillo y José Luis García Clavero.

Los premiados

Abotonar sobre el efecto hipnótico el presente que mira por el ojo de la cerradura y afila sus cuchillos. Enmascarar y entonar las notas que bajo el agua lloran, que comparten una lengua común, que llevan una doble vida. Soy su último eslabón.
Que vive para siempre, sin cadenas ni ataduras, incapturable, que tocará a mi puerta, es la palabra...

* Papel de inmolación: El inalcanzable y mortal rojo del atardecer abre las heridas penitentes, cómplices de la víctima del incendio de las hortensias ciegas. Anclada al pasado la raíz de la poesía que subasta el alma de la ceniza que perfila las formas de las sombras indefinidas. En cada página la autora se construye un refugio propio en el que escribe su diario de duelo... Más allá del olvido.
" (...). Atrapar los rayos en una caja/ de madera, como cuna perfecta/ del verbo amar, romperme en un agudo/ y no secar el agua que mi vieja/ penalidad esquiva./ (...). Y finalmente, frente al mar,/ germinado de tumbas,/ presente el silencio, adentrarme,/ mar, ceder a tu ritmo que el horizonte incendia./ (...)

* El secreto latido de los maniquíes: El poeta pone de manifiesto una simbiosis sin nombre, palabras deshojadas, enardecidas. La cicatriz esculpe el tiempo sin partitura sobre los sesgados renglones del caleidoscopio. Sepultadas en la memoria las primeras lluvias que ebrias penetran en la deshilvanada luna que nunca olvida...
"(...). Su voz, más que inaudible, inhabitada,/ continuamente me pregunta como me llamo,/ continuamente le contesto como me llamo./ Sonríe y una guadaña siega los alfileres/ que prendían al cielo los estambres del lirio./ Sonríe y un anhelo de terminas/ roe el alma en las gárgolas de hielo."

* Plancton: Desterrar para siempre el equilibrio de las huellas de tus pasos, que transitan los espacios que moldean la inmunidad de los hilos de unión que retienen los vínculos del palpitante corazón. Aforismos que construyen a su medida la mudez de la voz bien timbrada del agua sin pasado, que se lame las heridas y cumple cadena perpetua.

A continuación algunos aforismos pertenecientes a este libro.
- "Las ensaladas son paraísos en miniatura".
- "Cuando tiene hambre, tu piel me fríe la yema de los dedos."
- "Eclipse: jaque a las sombras."

Amenizando la velada estuvo Francisco Javier Navarro Miranda. La melodía que fluye de su clarinete insufla vida, intensidad especial muy reconocible. Radiografía creativa, precisa y afilada, que establece una sinergia muy positiva.

"La literatura, al contrario que la muerte, vive en la intemperie, en la desprotección, lejos de los gobiernos y de las leyes, salvo la ley de la literatura que sólo los mejores entre los mejores son capaces de romper." (Roberto Bolaño).

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