Muere el reconocido periodista y corresponsal de guerra : Columna a Ramón Lobo

En la muerte de un gran periodista

Querido Ramón: Tú no puedes irte, tú no. Queda mucho por vivir y por compartir. Quedan pendientes conversaciones, cenas, comidas, copas, paseos, vida. No estoy entre tu círculo más reducido de amistades pero para mí, eres un gran amigo. Viniste a buscarme a la redacción cuando te necesité. Así eres tú.

Estás en los agradecimientos de mi último libro porque me ayudaste mucho, como siempre. Recuerdo la cena multitudinaria en mi casa de la calle Castelló -en la que rompiste más de un corazón porque eres todo un caballero-, las presentaciones de libros de amigos, los actos en recuerdo del Hotel Florida, las copas con los finalistas del Premio Cirilo. ¡Ay!, Ana Alba, aquella noche ninguno de los tres imaginábamos que Ramón se encontraría contigo tan pronto o las jornadas en Ponferrada de hace un año, fueron algunos de los momentos entrañables que compartimos.

Ana del Paso junto a Ramón Lobo.

Me gusta tu sentido del humor, tu sarcasmo e ironía, la sutileza con la que le sacas punta a todo, lo cariñoso que eres, tus abrazos de oso que compiten en calidad a los de Marc. Lo buen amigo que eres de tus amigos y con quienes seré incapaz de hablar sobre ti en pasado porque durante mucho, mucho tiempo, seguirás entre nosotros, Alfonso, Gerva, Olga...y nos reiremos recordando anécdotas tuyas. Yo así lo haré. 

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