27 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

José Ignacio Herce Álvarez

Demagogia y tradiciones (I)

Toros en el campo.
Toros en el campo.

La demagogia es algo que desde algunos sectores de nuestra sociedad se emplea con un, no vamos a de dejar de reconocerlo, maravilloso “arte”. Y no dejo de reconocer que es un “arte” ya que requiere mucho estudio y conocimiento, sobre todo de la realidad social del momento para poder utilizarla de la forma y de la manera más adecuada para los intereses del emisor de la noticia, comentario o si lo llevamos más allá, de la ideología correspondiente.

Hoy nos vamos a dedicar al uso de este “arte” en contra de algunas de nuestras tradiciones más arraigadas que, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, son la “Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación”, aunque para alguno de estos sectores la tradición solo sea un vehículo para la perpetuación de ritos atávicos cuando menos deleznables.

Evidentemente me estoy refiriendo a dos de esas tradiciones más denostadas por los sectores más “progresistas” de nuestro espectro político y social. Dos tradiciones que forman parte del patrimonio social y cultural de nuestra sociedad rural y urbana, como son la caza y la tauromaquia.

Comenzaremos en esta primera entrega por la tauromaquia porque pocas actividades están tan unidas a la tradición en nuestro país como ella. Desde el mundo rural al urbano, desde el campesino hasta la realeza, desde el más pobre al más rico…la tauromaquia corre por nuestras venas. Y, por supuesto, no voy a dejar de reconocer a todos aquellos contrarios a ella que tienen todo su derecho a serlo y a ser respetados por ello. Por eso, aquí nos vamos a ocupar de aquellos “otros” a los que no les gusta, pero utilizan la demagogia barata para atacar esta tradición que, además, es una fuente de riqueza para nuestro país basándose en un mal entendido bienestar animal, para dedicarse a denostar esta práctica que tanto representa para nuestro país en todos los aspectos.

Y si solo fuera la “espada” lo único que definiera la tauromaquia quizá hasta podíamos estar de acuerdo, pero no amigos, es mucho más, en torno a ella se mueven muchos sentimientos, intereses y por supuesto, una tradición insisto, arraigada en las entrañas de nuestra tierra. Desde la dehesa, que no existiría como la conocemos sino fuera porque sobre ellas campan nuestros toros bravos de tal manera que, gracias a ello, se convierten en un elemento clave para el equilibrio ecológico, ocupando más de 500.000 has de nuestro suelo, hasta la propia raza en si ya que la bovina es la más antigua del mundo y la ganadería de lidia como tal se puede remontar al s. XVI.

                                                                        Reses bravas.

La raza de lidia está considerada como la “raza de razas” porque analizando el grado de diferenciación genética que existe entre cada uno de los “encastes” de nuestras ganaderías, en España esta es mucho mayor que en cualquiera de los que existen en las razas bovinas europeas.

A esta riqueza ecológica y biológica se une su aporte a la economía en sus diferentes aspectos. Si partimos de que para su subsistencia se requiere una ganadería dedicada a ello que normalmente se encuentra establecida en zonas agrestes y no aptas para el cultivo, veremos que es una opción para dar rendimiento a esos terrenos, fijar población a esa zona y frenar el despoblamiento rural. En nuestro país contamos con cerca de 900 ganaderías de lidia – con Andalucía a la cabeza con 243 en 2019- , y con 56 en el resto del mundo.

De esta actividad viven al día de hoy cerca de 10.000 profesionales taurinos, entre los que se incluyen matadores, novilleros, picadores, banderilleros, mozos de espadas y, por supuesto sus familias, multipliquen ustedes…… Como podemos ver, además de la “estrella”, a su alrededor se mueve un buen número de profesionales de diferente categoría que sin la fiesta taurina se verían abocados al paro más absoluto.

Sigamos con nuestro análisis, si acudimos a las estadísticas del Ministerio de Cultura y Deporte veremos que en España se celebran en torno a los 1.600 festejos taurinos, entre corridas de toros, festejos de rejones, novilladas con picadores, festivales y festejos mixtos que se correspondieron con corridas mixtas con rejones, becerradas, novilladas sin picadores y toreo cómico. Cada uno de estos festejos lleva a aparejado además del personal propio de la lidia y del que ya hemos hablado, todo el personal que ese día se suma al festejo, además del de mantenimiento habitual. Más personal y más familias que viven de ese festejo taurino…….

¿Y si nos salimos de la plaza? Pues nos encontramos el público asistente que paga sus entradas religiosamente, los bares y restaurantes del entorno, las agencias de viajes, los organizadores de tours, vendedores de recuerdos y souvenirs, más y más familias que viven de este tan denostado mundillo.

Y nuestros pueblos, ¿qué sería de ellos en sus fiestas sin sus toros?, yo respondo: nada. Cuantos alcaldes con los que he hablado y que no son taurinos me dicen que sin toros sus fiestas no son nada y, no nos equivoquemos, no todos son de la derechona recalcitrante. Conozco muchísimos socialistas e incluso comunistas aficionados, otra cosa es que de cara al público lo reconozcan, pero pocos niegan, salvo los más sectarios, lo arraigada que esta la fiesta taurina en sus municipios. Porque no lo olvidemos cuando hablamos de los toros en los pueblos hablamos de festejos populares.

Y una ver muerto el toro no acaba su “rendimiento”. Su carne es cada vez más apreciada por restauradores no solo del entorno de la plaza sino al más alto nivel como ocurre con alguna estrella Michelin. Platos como el rabo de toro están dentro de lo más demandado de nuestra gastronomía, así como otras piezas de su anatomía como el solomillo, cadera, etc... Y hay otros muchos subproductos que son utilizados para elaborar artículos de perfumería, taxidermia, zapatería, … Mas familias que se suman a los que vamos viendo……

Por si fuera poco, a todo esto, se une algo que deja fuera toda duda el aspecto cultural de nuestra fiesta nacional como es el hecho de haber sido declarada Patrimonio Cultural de España en 2013. Esta declaración se ha hecho a su vez también haya sido declarado como Bien de Interés Cultural en Comunidades como Madrid, Castilla La Mancha, Valencia o Castilla y León. Todavía no se ha logrado, pero desde hace tiempo se está intentando conseguir su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, algo que seguro en algún momento se conseguirá, aunque seguro que no será mientras tengamos a estos “desgobernantes” entre nosotros.

Y podemos seguir aun con más argumentos en la defensa del sector del toro, no solo de la fiesta en sí, y esto queridos amigos…esto es lo que el desgobierno de Sanchez, vendido a intereses electoralistas en su búsqueda de perpetuación no quiere ver. Sr. Presidente, no sé si es usted anti taurino, ecologista…lo que sí sé es que por desgracia es usted el peor presidente de la democracia española, el más sectario y el más vendido a su perpetuación en el poder, pero, en ese camino hacia el III Reich Sanchez se está usted llevando por delante a mucha, muchísima gente, muchas familias en aras de su perpetuación en el puesto.

Y ahora yo también voy a hacer algo de demagogia barata como la de sus socios ecologistas…. ¿Es que el toro requiere más atención que esos millones de pollos que son “destrozados” materialmente día a día para el consumo humano? O que ¿esos miles y miles de cerdos que son sacrificados diariamente de la manera más cruel…? Pero no, el pollo no forma parte de una tradición unida a unos valores contrarios a su sentir que si no…Ni el cerdo, porque el jamoncito seguro que les gusta y eso al fin y al cabo es algo que entra dentro de las necesidades básicas…Eso sí, podemos cortar miles de lechugas, coliflores, berenjenas…porque ellos no sufren ¿o sí?

Ahí lo dejo.

Jose Ignacio Herce Álvarez es asesor de la “Peña Taurina Popular Amigos de los Toros. Arte y Cultura”.

 

 

 

 

 

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

COMPARTIR: