27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Pilar Redondo

Almas envueltas en inmortalidad

Suspendidas en el tiempo la cultura insobornable, las derrotas humanas y las almas envueltas en la inmortalidad de las heridas y sus cerraduras que se mantienen intactas. Ruinas que invitan a hacer un ejercicio de memoria, donde el amordazado, solemne y ruidoso silencio renuncia a la vida, estableciendo sus propias reglass.

Esta es la sensación redentora que se tiene nada más pisar la ciudad brillante, Medina Azahara. La majestuosidad de su luna y su suntuosa belleza son inclasificables. Cada rincón tiene su propio encanto, proporcionando las pinceladas que la caracterizan.

Recientemente la Unesco la ha declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Apostados en el conjunto arqueológico se captan imágenes en las que florece la concurpiscencia impresa en la indiscutible verdad que pierde la virginidad, encendiendo y despertando el corazón de Abd al-Ramán lll y las ansias que devoran aquí y ahora el cielo que se desploma, pintando todo de otro color.

La vida late detrás de cada piedra regresando a lo sublime, rehabilitando el pasado y el presente, la fastuosidad, la entonación de las voces y la memoria sepultada. La ferocidad del espejo cincela la nieve y la lluvia que nunca duermen.

Pasear por la Ciudad Palatina es viajar con los ojos cerrados, buscar la perfección dentro de la perfección.

Susurros atrapados entre las columnas donde duerme el olvido detenido en el instante misterioso, mágico, e infinito. El viento calza otros zapatos para encaminarse al ayer.

La noche cordobesa, seductora y pasional reúne la primavera invencible en todo su esplendor, ante la cual es difícil mantener la cordura.  En sus labios tatuado el sabor de la arena punteada, de las neblinosas y encendidas sombras, y de las ardientes e inalcanzables estrellas. El azahar trasmutado, su aroma y su viva pureza, aún sin mancillar nos transportan a siglos pasados.

El agua purifica la libertad, las dudas y los secretos enterrados bajo arcos y capiteles que abrazados vuelven a emerger, y parecen gritar: Entre "querer" y "conseguir" hay una palabra llamada ESFUERZO...

Pilar Redondo. Escritora. Córdoba

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