La infinitud de la memoria...

Leer además de ser un gran placer posee cualidades terapeúticas, en numerosas ocasiones transmite información y significados a nuestra vida y experiencia. La educación y la lectura siempre son una buena inversión.
La lectura favorece el equilibrio psicológico, las habilidades cognitivas, y mejora nuestra capacidad de comprensión hacia los demás, y la interacción.

El 2 de abril se celebra el Día del Libro Infantil y Juvenil, es así desde el año 1967. Se escogió esta fecha por ser la del nacimiento de Hans Christian Andersen: Odense, 2 de abril de 1805.
Escritor danés, reconocido principalmente por sus cuentos infantiles, algunos de ellos: "El traje nuevo del emperador". "La reina de las nieves". "El patito feo".
Esta efeméride está impulsada por la (IBBY): International Board on Books for young people. Y en España coordinado por la (OEPLI): Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil.

Imprescindible es leerle cuentos a los bebés desde que tienen apenas unos meses, hacerlo en voz alta les ayuda a reconocer e interpretar sus emociones, adquirir vocabulario, a reforzar la inteligencia verbal, dosificar la atención sobre el texto y familiarizarse con los personajes.
Los niños tienen un mundo interior altamente imaginativo.

La lectura está presente en el proceso de desarrollo psicológico e impulsa la habilidades sociocognitivas. Una pieza importante de este puzzle que es el aprendizaje, son los padres, además por supuesto de los educadores.

La lectura y la escritura son ejercicios de entrenamiento mental, muy necesarios.
El acto de la lectura debemos disfrutarlo, enseñar a los pequeños a que también lo hagan y conducirlos hacia la correcta comprensión, mediante la cual reconoceran consecuencias y situaciones que le surgiran en la vida.

Para que le experiencia de la lectura sea gratificante y plena tienen que  estar en activo la corteza prefontal dorsolateral y el hipocampo.

Contribuye en la relación de empatía con los demás. Es beneficiosa en el tratamiento del autismo.

La lectura consigue que se produzca una profunda conexión emocional entre el lector y la historia que está leyendo. Conecta nuestro consciente e inconsciente.
Es una travesía a través de la mente en la que el lector dota de significado e identidad las vivencias y situaciones de su propia vida.

Los libros en parte son pobladores de nuestra alma, nos hacen ganar batallas, laten, palpitan, nos ayudan a crecer interiormente. Satisfacen las necesidades de nuestra imaginación. Cada uno es un mundo, derraman conocimiento.

"El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma". (Marcel Prévost).

Pilar Redondo. Escritora. Córdoba.

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