La saga de los Botín, a 89 años de nacer el patriarca: Nuevo rumbo del Banco Santader
Al banquero Emilio Botín se le consideraba uno de los hombres más influyentes de España.
El 1 de octubre de 1934 nacía en la ciudad cántabra de Santander Emilio Botín-Sanz de Sautuola García de losRíos, en el seno de una familia de banqueros, y quien se convirtió en el 'patrón' del Banco Santander durante tres décadas. El que fuera presidente de la entidad fue también el patriarca de una de las dinastías más poderosas de la geografía nacional.
La saga unió fuerzas el 9 de septiembre de 2014, tras el fallecimiento del banquero a los 79 años de edad víctima de un infarto de miocardio, en su residencia ubicada en el barrio madrileño de Somosaguas. La muerte de Botín desató un compendio de algunas brumas que invitaron a que cuajaran teorías que tenían elementos reales.
Una supuesta conspiración familiar
El periodista Jesús Cacho, gran conocedor de las entretelas 'santanderinas', confirmó que don Emilio preparaba matrimonio con una subordinada, María Sánchez del Corral, que fue despedida tras la muerte de su amante. Botín se había distanciado de Paloma O'Shea. De hecho, llevaban vidas separadas desde muchos años atrás, y la relación con su hija Ana Patricia tampoco parecía pasar por su mejor momento, ya que el enlace 'tardío' iba a remover herencias y poderes internos en el Santander. La teoría decía que Botín había sido asesinado en su casa de Somosaguas, aunque oficialmente murió en su residencia sita en los terrenos que el Santander dispone en Boadilla del Monte.
El banquero, según las malas lenguas, fue víctima de una conspiración familiar en la que habría participado uno de los amantes de su hija Ana Patricia. Pero esta versión no cuajó por falta de pruebas, ya que el juzgado número 1 de la Audiencia Nacional que dirige Santiago Pedraz archivó en 2015 una denuncia del empresario Juan Muñoz Boise, que indicaba que este culebrón fue veraz. La misma hipótesis intentó ser utilizada por el sindicato Manos Limpias para intentar chantajear a Ana Patricia Botín.
Pocos meses después de la muerte de Emilio Botín, Miguel Bernard contactó con la presidenta para hacerle saber que tenía información "que atentaba contra la honorabilidad y buen nombre de su persona". Bernard, según El Mundo, ejerció por interés de Ausbanc (Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios), que pretendía que el Santander le patrocinase un acto en Londres por valor de 230.000 euros con el que Luis Pineda quería seguir la rentable senda que recorrió con Emilio Botín, quien autorizó pagos a Ausbanc por valor de alrededor de un millón de euros anuales.
Tras la muerte de Emilio Botín en 2014, la encargada de la presidencia ejecutiva del Banco Santander es su hija, Ana Patricia Botín, que llevaba en el consejo de la compañía desde el año 1989 y quien, en 1992, fue nombrada directora general. Durante los ya nueve años Ana Patricia ostenta el mando de la presidencia de la entidad financiera, el Santander ha vivido una gran transformación cultural al tiempo que ha logrado apuntalar el crecimiento y mejorar su rentabilidad y fortaleza.
Nuevo rumbo para el 'Santander' y guerra con Pedro Sánchez
El Banco Santander vive 'días de vino y rosas' ya que ha elevado sus beneficios en el primer semestre del año hasta los 5.241 millones de euros.Este periodo ha estado firmado por el nuevo consejero delegado de la entidad de crédito española, el directivo mexicano Héctor Grisi, que ejerce como tal desde el pasado 1 de enero y, desde entonces, está apostando por diseñar su propio equipo y estructura dentro del banco de los Botín.
Grisi, presidente ejecutivo y director general de Grupo Financiero Santander México, se ha traído del país azteca a Ángel Rivera para convertirse en el CEO del Santader España, en sustitución de Antònio Simões, que ha salido de la compañía dejando también su puesto como responsable del negocio en Europa al hasta ahora CEO en Portugal, Pedro Castro.
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Tras estos cambios de equipo, Grisi ha impulsado una reformulación de la estructura de la compañía proyectando cinco líneas de negocio. El Santander asegura que con esta reformulación busca "lograr los objetivos estratégicos marcados en el Investor Day de febrero para, entre otras cosas, aumentar el número de clientes en 40 millones de cara a 2025.
El récord logrado por la entidad también se vio empañado por la subida de los tipos de interés decidido por el BCE, que está disparando los beneficios de los principales bancos. El Banco Santander solo teme la indignación popular, ya que la ciudadanía está atónita al comprobar los beneficios bancarios logrados gracias a la inestabilidad económica global y a las subidas de tipos para contener la inflación.
Este enfado se contuvo porque el Gobierno de España dio luz verde hace unos meses a un impuesto de la banca. El Banco Santander, dolido con La Moncloa, llegó a utilizar la web del banco, que no suele darse a comentar la actualidad, para decir que el impuesto era "un fraude de ley al eludir su imposición sin trámites parlamentarios esenciales para aprobar un impuesto, presentar graves problemas desde el punto de vista constitucional y vulnerar elementos esenciales del Derecho Comunitario".
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Esta no fue la única victoria de Sánchez frente a Ana Patricia, dolida porque desde La Moncloa se promoviera la ruptura de los acuerdos del Santander con compañías como Telefónica para hacerse con el control de Prisa, que fue presidida hasta 2018 por el amigo íntimo de la presidenta del principal banco español, Javier Monzón.
La poderosa saga de los Botín
Pese a que Emilio Botín pensaba seguir con la tradición familiar de que fuera el primogénito quien tomara las riendas del suculento negocio bancario, finalmente fue Ana Patricia Botín quien continuó la dinastía. La actual presidenta del Banco Santander está casada con el ingeniero agrónomo Guillermo Morenés Mariátegui, con el que tiene tres hijos. Su hermano, Emilio Botín y O'Shea, cinco años menor que ella, fue también consejero del Banco. Él está casado con Elizabeth D'Ornaneu, una francesa emparentada con la familia de los condes polacos Poniatowsky.
El resto de las hijas: Paloma (casada con Ricardo Gómez Acebo, sobrino del duque de Badajoz), Carmen (que estuvo casada con el golfista Severiano Ballesteros) y Carolina (con un médico alemán de origen coreano), trabajan fuera del negocio de la familia.
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Pero Javier, el menor de los seis herederos, quince años más joven que su hermana mayor Ana Patricia, sí que definió su trayectoria: quería ser otro importante banquero de la saga y en 2004 comenzó como consejero externo de la entidad.
Los seis son los descendientes del 'rey Midas' español, quien en 1959 contrajo matrimonio con la filántropa y mecenas vizcaína Paloma O´Shea y Artiñano, a quién nadie osa toser y menos tocar. Ya lo decía el abuelo, don Emilio, el viejo: "Ricos, lo que se dice ricos, somos muy pocos". Ya a los 26 años, en 1960, fue nombrado consejero del Santander y accedió a la presidencia en 1986 tras haber permanecido a la sombra de su padre, segundo de la saga de los Botín y casado con Ana García de los Ríos.
Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O´Shea nació el 4 de octubre de 1960 en la ciudad de Santander, como también lo hicieron sus cinco hermanos menores. Desde muy pequeña su padre, Emilio Botín, la preparó para el negocio de la banca. Estudió en el colegio americano de Bryn Mawr, en Pennsylvania, y se graduó en Economía por Harvard, con un dominio de cuatro idiomas, entre ellos, el griego. A los 21 años empezó a trabajar en el mundo de las finanzas, lo hizo primero en el departamento de crédito y análisis de la Banca Morgan, simultaneando este trabajo en otras entidades americanas en Madrid.
En 1983 se instaló en Nueva York para trabajar en el área de capital y mercados financieros del mismo banco. Después pasaría a su departamento de tesorería, hasta que en 1985 fue nombrada vicepresidenta de la JP Morgan para América Latina. En 1988 volvió a Madrid y escasos meses después ya aceptaba la oferta de su padre para entrar en el Santander.
Ahí empezó su carrera en la entidad familiar, ocupando distintos puestos y negociados. Impulsó de manera espectacular el desarrollo del grupo en Hispanoamérica, donde el Santander es el primer banco internacional, por lo que consiguió ganar poco a poco poder ejecutivo dentro de la entidad. Se hizo con el control de la tesorería, del mercado de capitales, de la gestión de los fondos de inversión y de pensiones, de la banca corporativa y de la red de sucursales en el extranjero.
En febrero de 1999, con motivo de las luchas de poder dentro del banco y de su fusión con el Central Hispano, la apartaron (o dimitió) de todas sus responsabilidades directivas. Había roto moldes. Hasta su llegada al Santander ninguna mujer había figurado jamás en el consejo de administración ni en la cúpula directiva del Banco. Muchos achacan esta crisis familiar a una entrevista concedida por Ana Patricia al diario El País donde se daba por hecho que iba a ser la heredera de Emilio Botín al frente del banco. Esto no gustó al banquero y se decidió un alejamiento de su hija del Santander.
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Tras su salida, pasó a especializarse en el negocio de Internet, encargándose de los intereses de la familia en esta nueva área económica. Adquirió el 50 por ciento de la empresa Coverlink. Como socios en esta empresa de Internet figuraban los empresarios Jacobo Quintela y Gonzalo Zúñiga. Posteriormente, fue nombrada presidenta ejecutiva de la Consultora Razona (antes Coverlink), con la que hoy se ha introducido en los principales países de Iberoamérica, desde Chile a Brasil, pasando por México.
También constituyó la empresa de telecomunicaciones Suala Telecom, con un capital social de 25.000 millones de las antiguas pesetas, y se introdujo en el accionariado de Racenet y en la presidencia de la Fundación Empresa y Crecimiento. Como también llegó a sentarse en “calidad de inversora” en el consejo de administración del holding mediático mejicano Televisa, el principal grupo de televisión iberoamericano bajo la propiedad de la familia Azcárraga, socios de los Polanco, a su vez amigos de los Botín.
Se convirtió en presidenta del Banco Español de Crédito (Banesto) el 13 de febrero de 2002. Banesto fue adquirido por el Banco Santander de su padre en 1994, tras la salida de Mario Conde y su intervención por parte del Banco de España. Actualmente es la joya de su corona con una de las redes de oficinas más grandes de España, además de ofrecer una banca comercial y corporativa. De esta forma volvió al negocio familiar.
Una vez alejada del quehacer diario y custodiada por su sólida escolta, es una amante de los caballos y de la caza (especialmente, ciervos y jabalíes) que practica con asiduidad en la reserva cinegética familiar de ‘El Castaño’, en los Montes de Toledo, una finca que ha convertido en su refugio preferido y donde su marido, Guillermo Wily Morenés, controla el negocio de los cultivos dada su condición de ingeniero agrónomo. La heredad, situada a unos 60 kilómetros de la capital de Ciudad Real y con 8.000 hectáreas de terreno, cuenta con un aeropuerto privado a nombre de la empresa Agropecuaria El Castaño SA, sociedad con la que manejan el negocio.
Pero Ana P, como la conocen los íntimos, también es una apasionada de los grandes safaris, para lo que llegó a trasladarse en el pasado hasta Tanzania o Kenia. En sus ratos libres le gusta escuchar la música melódica de Rubinstein (una afición compartida como su madre Paloma O’ Shea), pasar temporadas en la estación invernal de Gsstad (Suiza) y jugar al golf en Puerta de Hierro o en Pedreña, allí comenzó a manejar los palos gracias a las enseñanzas de quien luego sería su cuñado, Severiano Ballesteros, que daba tres veces por semana clases particulares a los hijos/as del banquero.
Todos sus íntimos dicen de ella que es una genuina Botín: trabajadora, fría, agresiva, autoritaria, dura, persistente y apasionada por su familia, sobre todo, de sus tres hijos: Felipe, Javier y Pablo. El mayor ha realizado sus estudios en el Reino Unido, al segundo le encanta la música como a su abuela Paloma, y el menor, que nació en Inglaterra, se parece mucho a su madre. Estilo Botín.
Paloma Botín-Sanz de Sautuola O´Shea, la tercera en sucesión de la familia Botín, está unida en nupcias, como ya hemos revelado, con el integrante de una conocida familia aristocrática y ganadera española, los Gómez-Acebo, vinculados a su vez a la gran banca, precisamente con el Banco Español de Crédito, del que eran accionistas de referencia. Fue en julio de 1989 cuando Paloma contrajo matrimonio con Ricardo Gómez-Acebo y Calparsoro, hijo primogénito del marqués de Deleitosa y sobrino del que fuera cuñado del rey Juan Carlos y duque de Badajoz, Luis Gómez-Acebo y de Estrada, que falleció en Madrid el 9 de marzo de 1991 a causa de un cáncer linfático. Paloma, nacida en 1962, licenciada en Historia del Arte, se ha dedicado al negocio del arte en el que ha ejercido de aseguradora. Uno de los principales países con los que mantuvo vínculos comerciales es Rusia. Precisamente por eso, Paloma es una experta en temas rusos y domina perfectamente este idioma, que aprendió estudiando allí arte dramático. Su vena bohemia le llevó a encarnar un personaje en el cine.
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Fue en 1987 cuando intervino como actriz en la producción “El Quijote”, una serie hispano-rusa donde representó el papel de Dorotea. Pero su trabajo artístico, aislado, lo compaginó con puestos de responsabilidad en sus sociedades aseguradoras, por ejemplo, como administradora de Axa Nordstem Seguros SA, vinculada al grupo asegurador Axa.
Al margen de la carrera cinematográfica, esta saga familiar de los Botín también ha sufrido otro tipo de carreras: los seguimientos por parte de la prensa rosa. Algo que el viejo patriarca, don Emilio Botín, siempre llevó muy mal, “soy alérgico a la prensa” (dixit). Uno de estos escándalos rosa, aunque con tintes dramáticos, fue el reconocimiento por parte de la Justicia de un hijo primogénito de Ricardo Gómez-Acebo, fuera de su matrimonio con Paloma Botín-Sanz de Sautuola.
El joven, de nombre Jaime, de 23 años de edad, fue fruto de la relación que Ricardo Gómez Acebo mantuvo con Carmen Sartorius, tía de Isabel Sartorius, la ex novia del rey Felipe VI. De nuevo, jóvenes de familia ilustre y con dinero se conocen, se enamoran y mantienen una relación. Tanto Carmen Sartorius como Ricardo Gómez-Acebo dejaron a sus familias y se fueron a vivir juntos a Londres. Ella quedó embarazada y de esa relación nació un niño. Por entonces, él no lo reconoció, se dice que por temores familiares, y huyó a Estados Unidos, hasta que en la primavera de 2005 el Tribunal Supremo le ha dio la razón a Carmen Sartorius tras un largo y duro proceso judicial en el que se manipuló hasta pruebas caligráficas.
Hoy, Jaime (Gómez-Acebo) Sartorius no mantiene apenas relación con sus hermanos paternos, los hijos que su padre tuvo después con Paloma Botín: Ricardo, Carla, Jose María y Jaime María. A los que se enfrentó por saber quien heredaría el título de decimotercer marqués de Deleitosa. El pasado junio, la historia del culebrón, típica de los seriales venezolanos pero que también acecha a los poderosos españoles, daba un nuevo golpe de tuerca con el matrimonio de Ricardo Gómez-Acebo Botín (el mayor de los cuatro hijos del marqués de Deleitosa con Paloma Botín) con Mónica Remartínez.
El objetivo de los flashes fue Carmen Botín-Sanz de Sautuola O´Shea, la quinta de la dinastía, quien un 25 de noviembre de 1988 se casaba con un personaje muy popular, el golfista Severiano Ballesteros Sota. “Seve”, cántabro como ella, procedía de una familia de origen muy humilde. Su fama pronto le llevo a dar clases particulares a las hijas de Emilio Botín, como ya se ha mencionado. Y así conoció e intimó con Carmen, siete años más joven que él, con la que mantuvo un largo noviazgo para después contraer matrimonio en la más estricta intimidad en la finca de la familia Botín. Carmen había cursado estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de Boston, que luego cambió por cursos de Secretariado Internacional e idiomas, también en Estados Unidos.
Su matrimonio con “Seve” duró 16 años y fruto de él son sus tres hijos: Baldomero Javier, Miguel y Carmen Durante su vida conyugal, muy discreta, Carmen y “Seve” instalaron su domicilio en Pedreña. La última vez que se les vio juntos en un acto oficial, cogidos del brazo, fue en la boda de Felipe de Borbón con Leticia Ortiz el 22 de mayo de 2004.
Carolina es la segunda hija del matrimonio Botín-Sanz de Sautuola O´Shea y es el personaje más desconocido de la familia. Estudió de joven en el colegio de Las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, como también sus tres hermanas. Posteriormente se trasladó a Suiza e Inglaterra con el fin de ampliar sus estudios. Luego estudió Arte en la universidad americana de Wellesbey, en Boston, conocimientos que perfeccionó en Cambridge, donde conoció al que sería su marido. Con él se casó en julio de 1989. Se trata de Christian Shin, un médico alemán de origen coreano que tenía residencia en Hamburgo (Alemania).
Hace unos años, Emilio Botín, Botín III, mostraba a sus más íntimos su satisfacción por el devenir y la evolución profesional de sus descendientes. Sabía que no le iban a faltar candidatos entre sus seis hijos, para situar alguno al frente de su imperio. Él lo había vivido personalmente cuando su longevo padre tuvo que repartir el negocio bancario entre él y su hermano Jaime (para uno el Santander y para el otro Bankinter). El negocio familiar por entonces quedó consolidado. Hoy, transcurridas ya dos décadas desde ese traspaso, todo apunta a que la saga perdurará y que el imperio bancario seguirá en manos de la familia Botín-Sanz de Sautuola. De Botín a Botín.
Dentro de este recambio generacional y de dejar todo bien atado y controlado, se enmarcan también los “detalles” que Botín gusta tener con familias influyentes y otrora poderosas en el mundo bancario. Con el fin primordial de que no haya problema alguno y que todo, de nuevo, quede en casa. Y siempre manteniendo la interconexión entre familias de abolengo.
Transcurrido ya casi un siglo desde que Emilio Botín I se pusiera al frente del Banco Santander en 1909, la familia sigue cumpliendo a rajatabla su principal mandamiento: “quien da primero da dos veces". Desde entonces, cinco generaciones de la saga, que hoy encarnan los nietos de Emilio y de Jaime, han desarrollado sin problemas un relevo generacional que suele ser altamente peligroso en todas las empresas por las guerras que ocasionan. Pero la férrea y protectora disciplina paterna parece haber amarrado la sucesión, al menos en el Santander, su buque insignia. Hoy los Botín siguen creciendo, y mucho, en torno al “botín” familiar. Es el llamado planeta Botín, donde se levantan filias y fobias de todo tipo.
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