La Plaza de toros de Las Ventas homenajea a Dámaso González
El coso taurino madrileño ha acogido un acto para colocar un azulejo conmemorativo en honor al icónico torero.
El pasado mes de junio el Foro Taurino Universitario Mazzantini, presidido por el profesor y aficionado Javier López-Galiacho, solicitaba formalmente al Centro de Asuntos Taurinos (CAT) de la Comunidad de Madrid un azulejo conmemorativo para el torero Dámaso González Carrasco en la Plaza de Toros de Las Ventas.
Atendiendo a sus peticiones, el CAT –dirigido por Miguel Abellán– aprobó este mismo verano, unánimemente, la iniciativa apoyada por la familia del torero albacetense fallecido en 2017 y otros colectivos del mundo de la Tauromaquia. Este 6 de octubre la Plaza de Toros de Las Ventas ha acogido un solemne acto para la colocación del azulejo conmemorativo en recuerdo de la figura magistral del toreo de los años setenta y ochenta del pasado siglo.
Esta mañana, la Monumental de Las Ventas recogió en su texto, según ha podido saber elcierredigital.com, este doble recuerdo a la persona y al torero. Su viuda, Feli Tarruella, acompañada de los cuatro hijos que tuvo con el matador, ha sido recibida por el consejero de asuntos taurinos de la Comunidad madrileña, Carlos Novillo, y el director de la CAT de Madrid, Miguel Abellán, acompañados ambos por la mano derecha de este último, el eficaz Enrique Alcorta. A la cita estaban también invitados figuras del toreo y compañeros de Dámaso como Ortega Cano, Ponce, Niño de la Capea, Curro Vázquez, Joselito, etc.
Una iniciativa con final feliz
Desde el Foro Taurino Universitario Mazzantini, fundado en 1990 y cuyo presidente es el profesor y aficionado Javier López-Galiacho, se presentaba hace unos meses esta petición de homenaje a Dámaso González. El también colaborador mensual de la revista Aplausos y miembro del consejo asesor de la Fundación del Toro de Lidia solicitaba en un escrito dirigido a Miguel Abellán –director del CAT– la colocación de un azulejo conmemorativo en recuerdo de Dámaso González en la Plaza de Toros de Las Ventas.
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Dámaso González, fallecido en agosto de 2017, tendrá, a partir de ahora, un azulejo conmemorativo en la primera plaza taurina del mundo, en recuerdo de su paso como figura magistral del toreo de los años setenta y ochenta del pasado siglo.
Un torero, Dámaso, que además supo ganarse el recuerdo de aficionados y el respeto de las gentes del toreo no solo por su sitio taurino, sino también porque fue un dechado de valores humanos. Especialmente, se recuerda su apoyo al mundo de la discapacidad y de los más necesitados, siendo el sustento e impulsor de la tradicional corrida a beneficio de Asprona y del festival del Cotolengo de su ciudad, Albacete.
La iniciativa del azulejo, aprobada unánimemente por el Centro de Asuntos Taurinos de Madrid, en donde que se sientan personalidades como la académica de Farmacia Rosa Basante, o el presidente del Colegio de Arquitectos de Madrid, Sigfrido Herráez, se debe al Foro Mazzantini, decana entre los entidades taurinas universitarias de España y al impulso personal de su presidente.
El fundador del toreo moderno
“Damaso”, sin acento como le conocía el pueblo que lo adoraba –ese que llenaba tendidos para rendirse a su valentía y concepto del toreo, ese pueblo que llenó las calles de Albacete sin precedentes para llevarle a hombros a enterrarle–, tendrá su azulejo en la zona de Las Ventas que se conoce cono “el salón de la fama del toreo”.
El azulejo se sumará a los que ya tienen figuras grandiosas del toreo como Paco Camino, El Viti, Curro Romero, Diego Puerta, El Cordobés, Gregorio Sánchez, Ángel Teruel, Ruiz Miguel, Andrés Hernando o el fallecido Iván Fandiño, entre otros.
A Dámaso le costó entrar en Las Ventas. Al torero de Albacete le contaban al principio los pases. Pero dos grandes faenas, una en 1979 a un toro de La Laguna, y otra tarde triunfal en 1981, le valió para salir doblemente a hombros, acceder al número uno del escalafón y ser respetado en Madrid.
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Pero para el recuerdo quedará una faena antológica de 1993, llena de conocimiento, dominio y pavoroso valor, ante un toro descomunal de trapío de su paisano, el gran ganadero Samuel Flores. El Tendido 7, puesto esa tarde en pie y al grito de “Dámaso eres el más honrado”, terminó colocándolo en ese sitio reservado a las leyendas, pues lo que se vio será contado a las generaciones siguientes, como así sigue ocurriendo hoy.
Dámaso, según el crítico de El País Antonio Lorca, ha sido una figura trascendental del toreo moderno, uno de los padres de la tauromaquia actual. Años antes, el maestro Joaquín Vidal, que ocupó desde su fundación la cátedra del periódico más importante en español y que hoy la lleva con gran dignidad y acierto Antonio Lorca, bautizó a Dámaso como el fundador del toreo moderno por su temple, por aquella colocación tan suya, por ese sitio que pisó ante el toro reservado a los más grandes.
Dámaso pasará a la eternidad terrenal taurina con este azulejo. La otra, la Eterna celestial, la tiene ganada por su excelente categoría humana.
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