El rincón medieval que está a menos de 2 horas de Madrid: perfecto para una escapada

En la Comunidad de Madrid, a tan solo dos horas de la capital, se encuentra uno de los pueblos más encantadores y mejor conservados de toda la región: Patones de Arriba. Este pequeño municipio, escondido en la sierra madrileña, es un auténtico viaje al pasado. 

Con sus calles empedradas, casas de pizarra y un entorno natural impresionante, Patones de Arriba se ha ganado la reputación de ser uno de los pueblos más bonitos de Madrid. Atrayendo a visitantes de todas partes que buscan una escapada tranquila y llena de historia.

Un pueblo con historia

Patones de Arriba tiene una historia que se remonta varios siglos atrás. Su origen se sitúa en la Edad Media, cuando se construyó sobre una ladera, probablemente para protegerse de posibles invasiones. La arquitectura tradicional de la zona, con casas de pizarra negra, le da un aire único que ha logrado mantenerse casi intacto con el paso de los años.

De hecho, el pueblo estuvo prácticamente aislado hasta mediados del siglo XX, lo que ayudó a conservar su carácter medieval. Una de las leyendas más populares sobre Patones de Arriba es la del “Rey de Patones”.

Se cuenta que, debido a su aislamiento, los habitantes del pueblo llegaron a tener su propio monarca. Un “rey” que gobernaba de manera autónoma, lo que añade un toque de misterio y atractivo a este rincón madrileño. 

Un paseo por sus calles

Recorrer Patones de Arriba es una experiencia que sumerge a los visitantes en la vida de un pueblo medieval. Sus callejuelas empinadas y estrechas, flanqueadas por casas de piedra, invitan a perderse en un laberinto donde el tiempo parece haberse detenido.

Entre los lugares más destacados está la Iglesia de San José, una pequeña iglesia construida en el siglo XVII, que se erige como uno de los principales símbolos del pueblo.

Además, el pueblo cuenta con varios miradores que ofrecen vistas espectaculares de la Sierra Norte de Madrid, permitiendo a los visitantes disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. También es muy recomendable visitar el Ecomuseo de la Arquitectura Negra. El cual proporciona una visión más profunda sobre la construcción tradicional de la zona y la forma de vida de sus antiguos habitantes.

Gastronomía y tradición: un viaje de sabores

No se puede hablar de Patones de Arriba sin mencionar su gastronomía. El pueblo es conocido por sus restaurantes, que ofrecen una cocina tradicional y casera, con platos que reflejan la esencia de la Sierra madrileña. Las migas, el cordero asado y las setas de temporada son solo algunas de las delicias que se pueden degustar en los acogedores mesones del pueblo.

Muchos de estos restaurantes se ubican en antiguas casas rehabilitadas, lo que permite disfrutar de una comida en un entorno rústico y auténtico.