De ser papelera a biblioteca 'a pie de andén': Así funcionan las Metrotecas en Madrid
Para esta iniciativa, los usuarios del Metro pueden depositar y coger libros en una especie de intercambio anónimo
Este pasado verano, la lectura en los andenes del metro se convirtió en orden del día.
Con el aumento de temperaturas, el metro de Madrid se convirtió en un espacio de lo más apacible en el que podías hacer agradable tu recorrido con un buen libro.
Todo esto ha sido posible gracias a la iniciativa del metro. A lo largo de su extensa red de suburbano ha reconvertido papeleras en librerías donde los usuarios del metro pueden dejar, recoger o intercambiar libros.
En estos recipientes metálicos caben todo tipo de títulos y géneros. Desde ficción hasta narrativa. Desde una lectura de Lorca hasta un cuento de Disney. Y es que la cultura puede estar en cualquier lugar y está no ocupa lugar.
Así son las Metrotecas
La Comunidad de Madrid recicla las antiguas papeleras de Metro. Y las convierte en librerías para fomentar la lectura entre los viajeros.
Esta iniciativa pionera, bautizada como Metrotecas, nace a finales de mayo de este año.
Ha transformado las antiguas papeleras de la compañía metropolitana en improvisadas librerías que serán depositarias de los ejemplares que los usuarios vayan dejando y recogiendo.
Estas bibliotecas gratuitas se irán instalando progresivamente en los dos andenes repartidas por todas las líneas de la red.
La idea de los promotores es que se pueda dejar un libro. Y coger otro fomentando de esta forma la circulación de ejemplares.
Las nuevas bibliotecas gratuitas se irán instalando progresivamente en los dos andenes de un total de 15 estaciones. Repartidas por todas las líneas de la red a lo largo del año y contarán con videovigilancia todo el día.
Este servicio de préstamo de libros estará ya operativo entre otras estaciones; la de Miguel Hernández en la línea L1, o en Móstoles Central de la línea de metro L12.
Cada librería se sitúa en puntos visibles. Al alcance de los viajeros que estén esperando la llegada del tren.
Junto a ellas, habrá un código QR en el que se explicarán las normas básicas de uso de estos espacios culturales.
Infinidad de géneros
En estas papeleras recicladas se recogerán títulos que pertenezcan a géneros como novelas, biografías, literatura de viajes, guías o infantiles. No se aceptarán del ámbito técnico, ni de texto o educativos. Además, todos los ejemplares deberán estar en buen estado.
El Metro de Madrid cuenta con otras iniciativas que persiguen incentivar el interés de los usuarios por la lectura.
Así, pone en marcha la campaña Libros a la Calle. Que ha cumplido su vigesimosexta edición y que permite leer piezas de obras de diferentes autores en vinilos colocados en el interior de los trenes.
El suburbano dispone, además, de sus Bibliometros, un sistema de préstamo gratuito de textos disponible en doce estaciones de la red.
Y otras, como las de Plaza de España y Ríos Rosas, recogen fragmentos de El Quijote y Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós, respectivamente.
Más noticias: