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La imagen muestra una escena en blanco y negro de un grupo de hombres trabajando en una cantera o sitio de construcción, con algunos de ellos cargando piedras y otros supervisando, mientras un hombre está arrodillado en el suelo frente a dos oficiales.
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Miguel del Arco, director de 'Las noches de Tefía': 'Queríamos reflejar el horror'

La Colonia Penitenciaria Agrícola canaria funcionó hasta 1966 como lugar para encarcelar a los homosexuales

El pasado sábado, en el marco del Festival de Málaga, la serie 'Las noches de Tefía' vio la luz. El proyecto es uno de los más esperados de la temporada y su trama está ambientada en la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, que ha pasado a la historia como uno de lugares de mayor represión contra los homosexuales durante la dictadura. 

Desde elcierredigital.com hemos contactado con el director y creador de la serie Miguel del Arco, quien nos ha hablado sobre el horror, la resiliencia y la capacidad de superación. "Es una serie muy emocionante y un puro delirio, con unos números musicales bárbaros. Toda esa parte cómica hace que te adentres mucho más en el horror que se plantea en el campo de concentración. Pasamos del blanco y negro del campo al color del Cabaret Tindaya", sostiene el cineasta.

-Ha querido rescatar uno de los crueles episodios que sucedió durante el franquismo. ¿Cómo surgió la idea?

- Enumerar todo lo terrible de la dictadura franquista es inagotable y mucho más si lo comparamos con todas las bajas de los primeros años. Esta es una historia que surge a partir del año 1954, en el que se implementa la Ley de Vagos y maleantes que ya existía en la República. 

Franco implementa esa ley para poder encarcelar a los homosexuales, e incluso solo por el hecho de parecerlo, ya que posteriormente, con la aprobación de la Ley de Peligrosidad social, se requiere que te pillen en el acto homosexual. Esta idea surge de la necesidad de seguir hablando de la dictadura, que en los tiempos que corren parece que se blanquea y muchos políticos tienen dificultad para hablar de ello.

- Una serie en la que confluye la tragedia, la comedia y también el musical.

- Sobre el papel era muy divertido la confluencia de estos tonos opuestos. Por un lado, la terrible vida que sucedía en los campos de concentración, en este caso, en uno que existió en la población de Tefía, en Fuerteventura y, de hecho, me parecía perfecto reflejar la metáfora de España como isla en mitad del mundo.

La idea habla de la capacidad de residencia del ser humano para afrontar estos momentos vitales. El sentido del humor, la ficción o la imaginación para seguir aferrado a la vida. Esta unión de Airam Betancor, el protagonista de la serie, que con 60 años se enfrenta por segunda vez a un hecho atroz. Ha vivido en un armario desde 1964, cuando le meten en el campo de concentración. Tras 17 meses, crece, se casa y tiene hijos. Da la espalda a su condición sexual por terror.

A raíz de esta trama, que parte del año 2004, él recuerda lo que pasó en Tefía y cómo uno de sus compañeros narraba historias por las noches y cómo esa ficción les permite sobrellevar la pesadilla. Airam reflexiona en 2004 sobre qué es más real, el sueño o la pesadilla.

-Fue gracias a la novela ‘Viaje al centro de la infamia’ cuando la prisión de Tefía comenzó a ser conocida y en la que el autor Miguel Ángel Sosa contó con los testimonios de dos presos, Octavio García y Juan Curbelo.

- La serie está inspirada en el libro de Miguel. La novela ficciona los testimonios escasos de Octavio García y Juan Curbelo. Son los únicos que hablan del día a día en Tefía. Yo ya había empezado a leer sobre la prisión de Anclares, también muy poco conocida y, aunque estaba especializada en encarcelar etarras, también contaba con galería de invertidos.

Son poco conocidos todos los campos de concentración, en el caso de Tefía fue construida como Colonia Agrícola. Hay otro libro escrito por Carlos Hernández de Miguel que también me ha servido de guía. La obra ilustra y recoge mucha información sobre campos de concentración, ya que el franquismo intentó tapar cualquier prueba sobre las prisiones.

En este caso, Tefía era muy significativo y queríamos seguir los pasos de Octavio quien, desde una pasmosa naturalidad, refleja la realidad del campo. En el caso de Octavio los hechos suceden a partir de 1954, aunque yo parto de 1964 porque me interesaba el momento en el que España se abre, llega el boom turístico al mismo tiempo que el Régimen sigue cerrado para todos los españoles y privando de libertad a la ciudadanía.

Una imagen en blanco y negro muestra la entrada de una
Colonia Agrícola penitenciaria de Tefía. | Archivo

-La serie parte desde el año 2004 cuando Airam Betancor, uno de los presos homosexuales, recuerda sus vivencias como recluso en Tefía.

Airam es un chaval que en 1964 tiene 19 años y que vive en un pueblo pequeño. Él vive su homosexualidad de manera libre, con un amigo con el que crece y es hijo de la familia en la que sirve su madre. Esto es un hecho que también sucedía durante el franquismo. Aquellos que iban a la prisión eran los que no podían pagar a los jueces.

Cuando les pillan in fragante, la familia acusa a Airam y a su hijo lo envían a Londres. Ellos pagan y Airam, como hijo de pobres, ingresa a Tefía. Airam vive una situación terrorífica, el terror de la muerte, de la paliza, del horror, del hambre, de los trabajos forzados en un sitio perdido de la mano de dios…es terrible. Una cosa que hacía el Régimen de Franco era utilizar el trabajo esclavo.

-Para muchos el horror de los campos de concentración “no existió”.

- Sí, es así. Nosotros hemos rodado gran parte de la serie en Tenerife y cuando estuvimos haciendo las primeras visitas en Fuerteventura, uno de esos días estábamos tomando un café y coincidimos con un chico que nos comentó que su padre había conocido a los guardias de Tefía. Inmediatamente, nos fuimos a buscarle. Un señor de 80 años, con bigote 'falangista' y para él, todo era una maravilla, a los presos se les trataba fenomenal.

También hay un documental de un director canario que habla de la Guerra Civil y el período franquista en Fuerteventura. Uno de los capítulos está dedicado a Tefía y sale el médico de la prisión, un hombre muy importante. Ese señor afirma que “allí no pasó nada” y me asombró la naturalidad con la que habla de los mariquitas.

Relató que “los mariquitas eran muy limpios” o “lo bien que le atendía la casa”. Ese hombre no entendió que aquellos 'mariquitas' estaban en la prisión por el mero hecho de serlo e iban sin juicio porque no tenían dinero para pagar un abogado. Era el director de la prisión quien dictaminaba el tiempo que pasaban en la prisión.

Un grupo de personas, algunas vestidas con ropa de trabajo y otras con uniformes, posan frente a un edificio de piedra y un camión en una imagen en blanco y negro.
Equipo de 'Las noches de Tefía'. | Archivo

- Actores como Roberto Álamo, Marcos Ruiz, Patrick Criado, Israel Elejalde o Miquel Fernández forman parte del reparto.

- Ha sido una maravilla trabajar con todos ellos. Ha sido un proceso maravilloso y se respiraba mucho respeto. No solamente los actores, sino todo el equipo técnico. Había una familia, la ‘familia de Tefía’. Hemos afrontado condiciones muy duras en el rodaje, además de la crudeza de la trama. Muchos de ellos, que han visto los capítulos, me han llamado llorando.

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