
Media América en shock tras la decisión de la Seguridad Social: golpe durísimo
Muchos ciudadanos de Estados Unidos asisten con indignación a una medida del Gobierno americano que consideran injusta
Un golpe ha dejado en estado de shock a media América. La Seguridad Social de Estados Unidos acaba de tomar una decisión que sacude a millones de familias. El adiós definitivo de una iniciativa que durante décadas brindó ayuda a comunidades de bajos ingresos.
El Gobierno aprobó una ley de presupuesto, firmada el 4 de julio de 2025, que elimina por completo los fondos para SNAP-ED, parte complementaria del programa SNAP. Este programa llevaba 33 años ayudando a enseñar a cocinar comidas saludables, a comer mejor con poco dinero y a promover la vida activa.
Varapalo para millones de americanos con bajos ingresos: era una ayuda vital
El golpe es brutal. Millones de afectados pierden oportunidades que antes recibían con gusto: clases de cocina, mercados móviles con comida fresca y apoyo nutricional comunitario. El impacto no es solo personal: afecta directamente a familias, niños, ancianos y personas con discapacidad que dependían de esa educación para mantenerse sanos.

El SNAP-ED no es ayuda directa en efectivo, sino una herramienta educativa, vital para quienes afrontan limitaciones económicas. Enseñaba desde cómo comprar productos saludables hasta cómo cocinar con poco gasto, y también involucraba alianzas con mercados, escuelas y panaderías locales.
Indignación entre los afectados por el adiós del SNAP-ED
La reacción entre los afectados ha sido de indignación y desazón. Kristin McCartney, directora del programa en Virginia Occidental, afirma que ha habido una “gran afluencia de personas que están molestas. Esto es algo que la gente ha llegado a amar y a esperar cada año”.
Expertos como Cindy Leung, de Harvard, alertan que sin educación nutricional será más difícil que las familias de bajos ingresos puedan comer bien con presupuestos limitados. El Gobierno justifica la decisión en que consideran que SNAP-ED era “ineficaz y duplicativo”, y por ello decidieron eliminar los $536 millones que costaba anualmente.

Esta decisión podría conllevar el cierre de programas que dependían de él
Eso sí, críticos sanitarios argumentan que precisamente estas iniciativas muestran resultados a largo plazo. Y que eliminarlas supone recortes en salud pública justo cuando enfermedades crónicas están en aumento.
El final del SNAP-ED podría provocar el cierre de programas e instituciones que dependían de él (bancos de alimentos, escuelas y centros comunitarios) y costar empleos a educadores, nutricionistas y coordinadores. Ya hay estados como Maryland, Nueva York o Connecticut que alertan del final de sus programas antes de octubre de 2025.
Más noticias: