El Mazda CX-60: Un compañero de viaje inigualable
Descubriendo el Mazda CX-60: Un SUV que enamora.
El Mazda CX-60 ha irrumpido en el competitivo segmento de los SUV premium con una propuesta audaz y diferenciada. Este modelo japonés, fiel a la filosofía Kodo de la marca, combina a la perfección una estética elegante y sofisticada con un dinamismo de conducción que sorprende gratamente. Su diseño exterior, marcado por líneas fluidas y superficies esculpidas, evoca una sensación de movimiento y energía, incluso cuando el vehículo está estático. La parrilla frontal, con su característico diseño trapezoidal, y los faros LED afilados, confieren al CX-60 una identidad visual inconfundible.
Al adentrarnos en el habitáculo, somos recibidos por un ambiente acogedor y sofisticado, donde la calidad de los materiales y la atención al detalle son evidentes. Los asientos, tapizados en cuero de alta calidad, ofrecen un excelente soporte lateral y un confort excepcional, incluso en largos viajes. La pantalla central táctil, de gran tamaño y alta resolución, controla el sistema de infoentretenimiento Mazda Connect, que ofrece una amplia gama de funciones y una excelente conectividad, incluyendo compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay para una integración perfecta de tu smartphone.
Bajo el capó, el Mazda CX-60 esconde un potente motor diésel Skyactiv-D de seis cilindros en línea y 3.3 litros, disponible en dos niveles de potencia: 200 y 254 CV. Ambas versiones ofrecen un par motor contundente de 500 Nm y 550 Nm respectivamente, garantizando una aceleración vigorosa y una respuesta inmediata al acelerador. La versión de 254 CV es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 7,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 219 km/h.
La transmisión automática de ocho velocidades, suave y eficiente, trabaja en perfecta armonía con el motor, ofreciendo cambios de marcha rápidos y precisos. La tracción total, disponible de serie en todas las versiones, garantiza una excelente motricidad en cualquier condición, incluso en superficies deslizantes.
En cuanto al consumo, Mazda homologa un consumo medio WLTP de entre 5,0 y 5,2 l/100 km para las versiones diésel, lo que supone una cifra muy competitiva para un SUV de su tamaño y prestaciones. En nuestra prueba a bordo del CX-60, hemos podido comprobar que estas cifras son bastante realistas, incluso realizando una conducción dinámica.
La suspensión, cuidadosamente calibrada, logra un equilibrio perfecto entre confort y dinamismo. En carreteras reviradas, el CX-60 demuestra una agilidad sorprendente y un aplomo envidiable, inspirando confianza al conductor incluso en las curvas más cerradas. Sin embargo, en ciudad y en carreteras con baches, la suspensión se muestra más firme, transmitiendo al habitáculo algunas vibraciones.
A lo largo de nuestra prueba, hemos recorrido largas distancias tanto por ciudad como por carretera, y el Mazda CX-60 se ha mostrado como un compañero de viaje excepcional. Su comodidad, su silencio de marcha y su capacidad de absorción de las irregularidades del asfalto hacen que los viajes largos sean un auténtico placer. Además, su potente motor y su excelente comportamiento dinámico hacen que cada trayecto sea una experiencia gratificante.
El Mazda CX-60 es un SUV premium que combina a la perfección elegancia, deportividad y tecnología. Su motor diésel potente y eficiente, su chasis dinámico y su equipamiento de seguridad de última generación lo convierten en una opción muy a tener en cuenta para aquellos que buscan un vehículo versátil y con un alto nivel de prestaciones. Ya sea para desplazamientos urbanos o para disfrutar de largos viajes por carretera, el Mazda CX-60 siempre estará a la altura de las circunstancias.
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