
Luis Zamora, experto en nutrición: ‘No todo el calcio viene de los lácteos’
El experto amplía la lista de los alimentos que aportan buenas dosis de este mineral esencial para la salud
Cuando pensamos en calcio, lo primero que suele venir a la mente son los lácteos: leche, queso y yogur. Sin embargo, este mineral fundamental para el organismo también está presente en una amplia variedad de alimentos de origen vegetal y animal. Su función es esencial para el cuerpo humano, siendo el componente principal de los huesos y los dientes.
Además, cumple funciones clave en la contracción muscular, la transmisión nerviosa, la coagulación sanguínea y la secreción de ciertas hormonas y enzimas. El cuerpo no produce calcio por sí mismo, por lo que es necesario obtenerlo a través de la alimentación. Su deficiencia puede provocar problemas como osteoporosis, fragilidad ósea y calambres musculares.

Después de todo esto, queda claro que tomar calcio y tener unos buenos niveles del mismo es muy importante. De ahí que el nutricionista Luis Zamora haya querido ampliar la mirada de los que creen que solo hay calcio en los lácteos. Nada más lejos de la realidad, ya que este mineral está presente en muchos otros alimentos que seguro que están a tu alcance.
El calcio más allá de los lácteos
Si bien los productos lácteos son una fuente tradicional de calcio, muchas otras opciones pueden aportar este mineral de manera eficaz. Entre ellas se encuentran las verduras de hoja verde oscura, como la espinaca, las espinacas, la col rizada (kale) y el brócoli. También las almendras, las semillas de chía y las de sésamo son ricas en calcio.
De hecho, la tahini (pasta de sésamo) es una excelente forma de incorporar este mineral a la dieta. Las legumbres tampoco pueden faltar en una dieta equilibrada, por lo que los garbanzos, las lentejas y la soja son fuentes vegetales de calcio. Finalmente, los pescados con espinas blandas comestibles, como las sardinas enlatadas y el salmón, son una excelente fuente de este mineral.

Paralelamente, muchos productos en el mercado, como bebidas vegetales (leche de almendras, soja o avena), cereales y jugos, están enriquecidos con calcio, ofreciendo una alternativa para quienes no consumen lácteos. Para asegurar una buena absorción, es fundamental mantener niveles adecuados de vitamina D, ya que esta vitamina facilita la fijación del mineral en los huesos.
Más consejos sobre cómo optimizar el calcio en nuestro organismo
La exposición al sol y el consumo de alimentos ricos en vitamina D, como pescados grasos y huevos, pueden contribuir a una mejor salud ósea. En definitiva, el calcio es un nutriente indispensable que se puede obtener de diversas fuentes más allá de los productos lácteos. Incorporar una variedad de alimentos ricos en este mineral ayudará a mantener una buena salud ósea y muscular a lo largo de la vida.
Así pues, tal como asegura Luis Zamora, se puede adquirir calcio de los lácteos, pero no son los únicos. De todas formas, si eres de los que aman los quesos, puedes hacerlo con los más curados como el parmesano, el emmental o el manchego. Eso sí, su elevada aportación de grasa los hace no recomendables para cada día de la semana.
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