
Livan X6 Pro: Un SUV compacto con motor turbo y equipamiento justo a precio contenido
El Livan X6 Pro llega a España como un SUV urbano familiar con diseño moderno, mecánica turbo y enfoque funcional
Livan desembarca en el mercado español con una propuesta que busca captar a un público amplio que prioriza diseño, tamaño y precio por encima de tecnología avanzada. El nuevo X6 Pro se suma a la creciente oferta de SUV compactos fabricados en China, apostando por una fórmula ya conocida: plataforma probada, motorización eficiente y una estética alineada con los gustos europeos.

Desarrollado a partir del Geely Yuanjing X6, el modelo que llega a España mide 4,53 metros de largo y se presenta con una carrocería de líneas marcadas, pasos de rueda prominentes y detalles cromados. Su aspecto transmite solidez, con una clara intención de conquistar tanto a usuarios urbanos como a familias que buscan espacio sin saltar al segmento de los SUV grandes.
En la parte frontal, el X6 Pro integra una parrilla amplia flanqueada por faros afilados y una firma lumínica LED que visualmente lo conecta con la zaga, donde una banda horizontal recorre todo el portón trasero. Esta configuración aporta coherencia al conjunto y subraya un cierto aire deportivo. Las llantas de 18 pulgadas, según versión, refuerzan esa imagen de dinamismo sin comprometer la comodidad.

El interior del modelo combina superficies mullidas en las zonas más visibles con materiales más duros en áreas bajas. La atmósfera general resulta sobria pero bien resuelta, con molduras que imitan el aluminio cepillado y tapicería en cuero ecológico. El salpicadero está dominado por dos pantallas digitales: una de 10,3 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra de 12,3 pulgadas que gestiona la parte multimedia, aunque sin compatibilidad directa con Android Auto ni Apple CarPlay, lo que limita su funcionalidad frente a rivales que sí lo incorporan de serie.
La experiencia de usuario queda condicionada por una interfaz que no ha sido completamente adaptada al mercado europeo. Al duplicar la pantalla del móvil mediante Mirror Screen, los iconos y menús aparecen reducidos, dificultando su uso. Esta carencia es especialmente notable en un vehículo que, por precio, compite con marcas que ya ofrecen conectividad completa incluso en versiones básicas.

En las plazas delanteras, los asientos cuentan con ajuste eléctrico, apoyabrazos y mandos físicos para la climatización. La consola central incorpora dos puertos USB-C y una palanca tipo joystick para la transmisión automática. El volante multifunción, el techo solar panorámico y el climatizador digital completan un habitáculo correcto, aunque sin grandes alardes tecnológicos. Atrás, el espacio para las piernas es generoso, y la altura libre al techo permite acomodar a adultos con comodidad. El respaldo central abatible facilita el acceso al maletero, que con 359 litros queda por debajo de otros SUV de tamaño similar.

A nivel mecánico, el Livan X6 Pro recurre a un único bloque de gasolina turboalimentado de 1,5 litros, disponible en dos variantes: una de 147 CV y otra de 172 CV. Ambas se combinan con una caja automática de doble embrague de siete velocidades y tracción delantera. Las cifras de par, de 270 y 290 Nm respectivamente, permiten una entrega progresiva y una respuesta ágil en entorno urbano, aunque sin carácter deportivo.

El consumo medio homologado ronda los 6,5 litros cada 100 km, con cifras algo más elevadas en ciudad y mejores en carretera. En marcha, el modelo muestra un comportamiento orientado al confort. La suspensión independiente en ambos ejes absorbe bien las irregularidades del asfalto, y la dirección eléctrica facilita las maniobras en espacios reducidos. El aislamiento acústico es correcto, aunque no destaca frente a competidores europeos o coreanos.
Para situaciones de menor adherencia, como caminos mojados o nieve, el X6 Pro cuenta con control de tracción y un sistema de ayuda en descenso que interviene de forma eficaz sin exigir experiencia adicional por parte del conductor. Sin embargo, el modelo carece de sistemas de asistencia avanzada a la conducción como el frenado automático, la alerta de cambio involuntario de carril o el control de crucero adaptativo, elementos que ya se consideran estándar en gran parte del segmento.

La dotación de seguridad incluye dos airbags frontales en la versión básica y seis en la superior, además de freno de mano eléctrico, control de estabilidad, sensores de presión de neumáticos, cámara trasera y ayuda al arranque en pendiente. La ausencia de asistentes avanzados refleja una política clara de control de costes, que condiciona el atractivo del modelo para los compradores más exigentes en este apartado.
El acabado más completo añade llantas de mayor tamaño, faros automáticos, techo practicable, apertura sin llave, asientos con tapizado mixto y retrovisores eléctricos. No obstante, no se ofrece climatizador bizona, ni salidas traseras independientes, ni cargador inalámbrico. Detalles que marcan diferencias respecto a alternativas del mismo rango de precio, como el MG HS o el Kia Stonic en acabado alto.

En cuanto a precios, el Livan X6 Pro se posiciona en un rango competitivo: parte desde los 25.000 euros y alcanza los 30.000 en su versión más equipada. Esto lo sitúa por debajo de modelos como el Nissan Qashqai o el Hyundai Tucson, aunque con un nivel tecnológico y de conectividad algo más limitado. Por encima de él se encuentran opciones más consolidadas, pero también más costosas, mientras que por debajo, rivales como el DFSK Glory o el DR 6.0 ofrecen un enfoque similar con resultados dispares.
El gran desafío para Livan será establecer una red comercial sólida y garantizar un servicio posventa que inspire confianza a los clientes. A su favor juegan una estética moderna, una motorización suficiente para el día a día y una habitabilidad notable. En contra, la falta de tecnología embarcada, un maletero algo escaso y una marca aún desconocida en el panorama europeo.

En conjunto, el X6 Pro se presenta como una alternativa razonable para quienes buscan un SUV de buen tamaño, con estética atractiva y una mecánica solvente, sin necesidad de contar con los últimos avances en conectividad o asistencia a la conducción. Su estrategia de producto parece centrarse en ofrecer lo esencial a un precio ajustado, lo que puede resultar interesante en un contexto donde el precio de los SUV compactos tradicionales no deja de aumentar.
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