Si haces este gesto tan común al conductor, la DGT no lo pasa por alto: multa segura
La DGT deja claro que hay gestos que pueden poner en riesgo nuestra seguridad y la del resto de conductores
Es probable que, en algún momento, hayas pensado en darle un beso al conductor mientras estás en el coche. Eso sí, sin pensar en que este gesto inocente pueda tener consecuencias.
Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene claro que cualquier distracción al volante, por pequeña que sea, puede ser motivo de sanción. Besar al conductor no es una excepción.
La DGT se muestra tajante si hacemos este gesto
La DGT tiene como objetivo principal garantizar la seguridad vial y reducir los accidentes de tráfico. Por eso, cualquier gesto que desvíe la atención del conductor se considera una distracción.
Besar al conductor mientras está conduciendo es una de esas distracciones que, aunque parezca inofensiva, no lo es. Y es que puede poner en riesgo la seguridad de todos los ocupantes del vehículo y de los demás usuarios de la vía.
La normativa de la DGT clasifica este tipo de comportamientos como "distracción leve", pero eso no significa que la multa sea ligera. Si un agente de tráfico te ve besando al conductor o si una cámara capta el momento, es muy probable que recibas una sanción económica.
La multa que te puede imponer la DGT
La multa por este tipo de distracción puede ser considerable. Aunque no exista una sanción específica por besar al conductor, la DGT puede aplicar el mismo criterio que utiliza para otras distracciones al volante. Hablamos del uso del móvil o comer mientras se conduce.
Estas distracciones se consideran infracciones leves, pero con consecuencias graves y en este caso, la multa podría llegar a los 200 euros. Además, aunque no implique la pérdida de puntos en el carnet de conducir, sigue siendo un golpe al bolsillo. La DGT no se toma a la ligera las distracciones, ya que pueden provocar accidentes inesperados.
¿Por qué es peligroso este gesto de besarse?
Cuando besas al conductor, aunque sea solo un segundo, estás provocando una distracción que puede alterar su concentración. Los expertos indican que, en un solo segundo de distracción, un coche a 120 km/h puede recorrer más de 30 metros sin control total.
En ese breve momento, podría pasar cualquier cosa. Desde no ver una señal de tráfico, hasta no reaccionar a tiempo ante una frenada repentina de otro vehículo.
Es por esto que la DGT insiste tanto en que cualquier gesto que distraiga al conductor, incluso los más inocentes como un beso, deben evitarse. No solo te expones a una multa, sino que también pones en peligro la seguridad de todos.
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