Denuncian la privatización de las torres de control en los aeropuertos españoles

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, ha lanzado un comunicado en el que se opone a la privatización de las torres de control de los aeropuertos españoles. Entre ellos están el de Bilbao, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Tenerife Norte y Tenerife Sur.

El sindicato ha manifestado su rechazo a esta intención del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana de continuar privatizando las torres de control. CSIF sostiene que Enaire, como gestor de navegación aérea en España y poseedora del 51 por ciento de Aena, debe garantizar que prevalezca el interés general por encima de los intereses particulares de los accionistas de Aena.

Desde CSIF han enumerado los principales motivos por los que se oponen a la privatización de estas instalaciones:

No representan una mejor eficiencia productiva ni económica.

Sacrifican la seguridad de los vuelos.

Empeoran las condiciones de sus trabajadores.

Reducen puestos de trabajo.

Priorizan los beneficios económicos.

Los sectores clave de nuestra economía y los servicios públicos quedan en manos de empresas privadas.

El sindicato CSIF también recuerda que Aena, que ha sido considerada como el mejor grupo aeroportuario del mundo, cerró 2022 con un beneficio neto de 901,5 millones de euros. Por su parte, Enaire, responsable en exclusividad del control de aproximación y ruta (fase de crucero del vuelo), posee un patrimonio total valorado en más de 2.012 millones de euros. Como ejemplo de ello está el Aeropuerto de El Hierro.

Mientras Aena sostiene que la subcontratación del AFIS (Servicio de Información en Vuelo de Aeródromo) -una especie de controlador de bajo coste y menores prestaciones operativas- le reporta un ahorro del 75 por ciento, lo cierto es que los gastos de personal han crecido un 16,5 por ciento ofreciendo, además, un servicio de inferior categoría.

Fue en febrero de 2023 cuando el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, dejaba en manos del Gobierno la decisión de privatizar el control de tránsito aéreo –esto significa el momento en que los aviones están en tierra, cuando se preparan para despegar y cuando ya han aterrizado- en siete aeropuertos españoles.

Los de Tenerife, Palma de Mallorca o Málaga se encuentran entre los aeródromos de mayor tráfico turístico. Esta decisión del Ministerio de Transportes significaría la mayor privatización de la gestión del control aéreo en España desde 2010, cuando se inició la liberalización de el sector.

“Aena, desde el principio de la liberalización del control del tráfico en fase aeroportuaria” considera que “la introducción de competencia ha sido una muy buena noticia, ha reducido los costes que se trasladan a las aerolíneas y a los pasajeros”. Así lo expresaba Maurici Lucena en la presentación de resultados de la compañía en 2022.