El pueblo de España que deja a todos sin palabras por sus curiosas casas cueva

Artenara, el municipio más alto de Gran Canaria, destaca no solo por su altitud, sino por su peculiaridad. Muchas de sus casas están excavadas en la roca volcánica, lo que le ha valido el título de pueblo troglodita.

Este pequeño rincón de la isla ha conservado su tradición de vivir en cuevas. Un tipo de construcción que se adapta perfectamente al clima, manteniendo una temperatura constante durante todo el año.

Un lugar lleno de historia y tradición

Con apenas 1.000 habitantes, Artenara ofrece una experiencia auténtica y única a quienes buscan sumergirse en la cultura canaria. Las casas-cueva, que han sido habitadas desde tiempos prehispánicos, son ahora en su mayoría residencias modernas que combinan tradición y confort.

Muchas de ellas han sido transformadas en alojamientos turísticos, permitiendo a los visitantes experimentar este modo de vida ancestral.

Además de su peculiar arquitectura, Artenara está rodeada de un impresionante paisaje montañoso, ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Desde allí se pueden admirar espectaculares vistas de la Caldera de Tejeda y de iconos geográficos como el Roque Nublo y el Roque Bentayga. Dos formaciones rocosas emblemáticas de Gran Canaria.

El Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, del que Artenara es parte, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2019. Esto fue debido a su importancia arqueológica y cultural. Este reconocimiento ha puesto a Artenara en el mapa como un destino cultural de primer nivel.

Un destino de tranquilidad y hospitalidad

Por otro lado, el pueblo destaca por su tranquilidad y hospitalidad. Que es ideal para quienes buscan desconectar del bullicio y conectar con la esencia de la vida rural. A pesar de su pequeño tamaño, Artenara cuenta con varios puntos de interés.

Como por ejemplo la Iglesia de San Matías y el Museo Etnográfico Casas Cuevas, donde los visitantes pueden aprender más sobre la historia y cultura.

Artenara es, sin duda, un destino que sorprende. Su mezcla de paisajes naturales, historia viva y la singularidad de sus casas trogloditas lo convierten en un lugar especial dentro de España. Un destino que permite viajar no solo en el espacio, sino también en el tiempo, hacia las raíces más profundas de la cultura canaria.

Un paraíso para los amantes de la astronomía

Además de su riqueza histórica y paisajística, Artenara es conocido por sus cielos despejados y su baja contaminación lumínica, lo que lo convierte en un destino privilegiado para la observación astronómica.

De hecho, el municipio es uno de los puntos de la isla que forman parte de la Reserva Starlight. Un reconocimiento otorgado por la Fundación Starlight para la protección de los cielos nocturnos. Este hecho atrae tanto a científicos como a turistas interesados en disfrutar de noches estrelladas y el impresionante espectáculo del firmamento.