Álvaro de Marichalar: 40 años navegando y denunciando vertido de plástico al mar.
Álvaro de Marichalar recibió la Gran Cruz en Colombia y dijo: "Dar la vuelta al mundo es toda una experiencia".
El explorador Álvaro de Marichalar (Pamplona, 1961) lleva la aventura en la sangre. Y hoy se encuentra cumpliendo uno de sus sueños al poder dar la vuelta al mundo. El empresario navarro navega en solitario, a bordo de su embarcación de tres metros de eslora llamada ‘Numancia’.
Colombia acaba de reconocer su labor otorgándole la condecoración de la Gran Cruz de la Orden de la Democracia Simón Bolívar. Una condecoración con la que, tal y como ha confesado en conversación con elcierredigital.com, Marichalar se siente “animado, reconocido y honrado por la nación hermana colombiana".
El explorador navarro inició su aventura hace cinco años con la misión de ayudar a la protección de los ecosistemas marinos. “Llevo 40 años denunciando el drama que representa el vertido de plásticos al mar y ahora promuevo soluciones sostenibles, como es la gasolina producida al destilar basura plástica, que utilizo en algunas etapas de mi actual Vuelta al Mundo. También promuevo campañas de limpieza de playas, para crear la conciencia necesaria para resolver el problema", revela en conversación con elcierredigital.com.
En todos los países por los que pasa Álvaro ofrece conferencias en universidades, colegios, cofradías de pescadores, etc., para crear la conciencia necesaria. “El propósito es unir Hispanoamérica en la identidad hispana recordando los 500 años de la gesta de la Primera Vuelta al Mundo, conseguida por Juan Sebastián Elcano, y también buscar la unión al realizar acciones sostenibles conjuntas, para solucionar el problema de los vertidos plásticos", ha declarado a elcierredigital.com.
Álvaro prosigue: "No sirve de nada quejarse por la situación, llegó la hora de buscar soluciones juntos, y la Familia Hispana unida puede conseguir todo lo que se proponga", sostiene el explorador navarro en conversación con elcierredigital.com.
Álvaro de Marichalar es uno de los seis hijos de María de la Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla y Amalio de Marichalar y Bruguera y, por tanto, hermano del aristócrata y exmarido de la infanta Elena, Jaime de Marichalar.
En conversación con elcierredigital.com, Marichalar afirma que “no me gusta la zona de confort, arriesgar es progresar”. Y fiel a su premisa ya ha navegado desde Sevilla a Panamá, pasando por quince países hasta ahora. Para el explorador navarro “viajar es la mejor universidad, porque si sabes viajar con los ojos bien abiertos, puedes aprenderlo todo...". También ha recalcado que “es necesario abrir el alma a todos los demás, sabiendo que cada ser humano es único e irrepetible, por lo que se puede aprender mucho de cada persona que encontramos en el camino".
- ¿Cómo se siente al recibir esta condecoración?
- Me siento enormemente honrado al recibir un reconocimiento de Colombia, país hermano que adoro y que siempre me acoge, y donde sigo promoviendo el cuidado y respeto al medioambiente, lo que ahora se ve reconocido y apoyado por el Congreso.
Estoy convencido que toda la Familia Iberoamericana puede actuar en unión para afrontar el problema de los vertidos plásticos al agua. Por eso promuevo esa unión basada en los retos presentes y en las raíces, que nos dieron el origen y nos mantienen juntos. Conmemorar el V Centenario de la Primera Circunnavegación es una buena muestra de esas raíces, y una enorme fuente de inspiración para saber que cualquier reto es posible si lo intentamos juntos.
- En la actualidad se encuentra a la espera...
- Estoy esperando poder reiniciar la navegación desde Panamá cuando me permitan transitar por el Canal desde el Atlántico al Pacífico. Entre tanto, estuve en Colombia, Brasil, Argentina, Uruguay, Perú, Ecuador, Venezuela y EEUU, dando conferencias sobre la situación de los ecosistemas acuáticos y el V Centenario de la Primera Circunnavegación del planeta.
- Usted lleva cinco años lejos de España...
- En un principio iba a pasar dos años y medio de expedición y llevo ya cinco. Las circunstancias mandan. Cuando llegó la epidemia del COVID-19 me encontraba en Florida. Tuve que esperar dos años largos. Después, en Panamá llevo un año por el retraso de tránsito en el Canal.
- Hablando de retos, usted logró el récord Guinness por cruzar el Atlántico en una moto de agua.
- Así es, fue en 2002 cuando navegué desde Roma a Nueva York. También he conseguido otras marcas. En total, catorce récords de navegación para el deporte español. Entre ellos, en 2003 crucé el Canal de la Mancha, desde París a Inglaterra. Siempre es gratificante conseguir resultados, pero mucho más importante que los récords son los intentos, aunque acaben en fracaso como también me ocurrió muchas veces.
- Realmente, el origen de su pasión llega por un accidente que usted sufre cuando quería ejercer como piloto de combate.
-Sí, sufrí un accidente mientras cumplía el servicio militar en el Ejército del Aire y tuve que cambiar el rumbo de mi vida y mi vocación. En vez de militar, me hice empresario y fundé TeleSat, primera empresa en España de antenas parabólicas. Posteriormente monté otras empresas y fui pionero en la comercialización de telefonía móvil, cuando los móviles eran enormes. Aprendí a compaginar el trabajo en mis empresas con mi pasión de navegar en este tipo de embarcaciones.
- Usted pertenece a una de las familias nobiliarias más importantes de este país, ¿qué opina su entorno familiar de su faceta como aventurero?
- No hay mayor nobleza que la virtud. Así nos educaron y así es. A todos mis sobrinos, hermanos y amigos les gusta mucho lo que hago porque lo entienden y respetan. Quien no lo entiende y respeta, está en su legítimo derecho pero siempre es preferible la compañía de los aliados. En la vida todo está en función de lo que entiendes y respetas. Personalmente no me gusta la zona de confort, prefiero asumir riesgo siempre. Lo importante es que los afectos o desafectos no influyan la decisión personal de cada cual, porque al final tú eres el único testigo y responsable de tus actos, siendo la única persona a la que realmente debes dar explicaciones.
- No sé si está al tanto de que su sobrina Victoria Federica va a participar en la nueva edición del programa ‘El Desafío’, ¿se atrevería usted a asumir este reto?
- No estoy de acuerdo con ese tipo de programas, pero respeto que cada persona tome las decisiones que concuerdan con su manera de ver la vida. No veo televisión desde el año 1998 porque no me resulta interesante. Siempre digo que prefiero hacer la película de mi vida, antes que ver películas sobre otras vidas.
- Como ha dicho, suele estar siempre en el mar, ¿qué le ha aportado viajar?
- Todo. El viaje es la mejor universidad y no hay nada mejor para aprender que conocer mundo, conocer otras personas, otras mentalidades, opiniones diferentes, paisajes, circunstancias y horizontes. Cualquier carrera universitaria es muy importante y se aprende la especialidad, pero la vida se aprende en la universidad del viaje, donde el conocimiento es el todo. Y no hace falta ir muy lejos, porque el viaje empieza en la propia familia, ciudad y región donde vives, siempre que observes con atención lo que sucede.
- Son muchos los destinos que ya ha tenido la oportunidad de visitar, pero ¿hay algún país que esté deseando conocer?
- Todos los que no conozco, que son muchos. Cada lugar, igual que cada persona, es único e irrepetible. Japón me gusta mucho por la armonía que consiguen crear sus habitantes. Todos los países hispanoamericanos son especialmente atractivos para mi en todos los sentidos. Rusia es otro mundo, espectacular y maravillosa, es mi segunda patria y la llevo siempre en el alma.
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