Los arqueólogos han desenterrado ya joyas, vasijas de cerámica de colores, amuletos de escarabajos y ladrillos de barro con sellos de Amenhotep III.
Descubren la "Ciudad Dorada Perdida" en Egipto, una civilización con tres mil años de antigüedad
El famoso arqueólogo egipcio Zahi Hawass explicó con alegría a los periodistas que "esta es una gran ciudad perdida. Estaba relacionada con el dios Atón y Amenhotep III". "Encontramos tres distritos principales: uno para la administración, otro para que los trabajadores duerman y otro para la industria", añadió.
En esta ciudad se han hallado además talleres para secar carne, hacer ropa y sandalias, y hacer amuletos y pequeñas estatuas. Mostafa Waziri, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades del país, dijo que el sitio no se limita solo a los edificios, "podemos ver actividad económica, talleres y hornos", dijo.
Zahi Hawass.
Hawass anunció el descubrimiento de una "ciudad dorada perdida", y el equipo arqueológico declaró que el hallazgo se trataba de "la ciudad antigua más grande" jamás descubierta en Egipto. "Hemos encontrado tan sólo una parte de la ciudad", dijo Hawass hace unos días, quien además explicó que "la ciudad se extiende al oeste y al norte".
Relación con Amenhotep III
El equipo comenzó las excavaciones en septiembre entre los templos de Ramsés III y Amenhotep III cerca de Luxor, a unos 500 kilómetros al sur de El Cairo.
Según los antiguos historiadores, Amenhotep III heredó un imperio que se extendía desde el río Éufrates en el actual Irak y Siria hasta Sudán y murió alrededor de 1354 a.C. Gobernó durante casi cuatro décadas, un reinado conocido por su opulencia y la grandeza de sus monumentos, incluidos los Colosos de Memnon, dos enormes estatuas de piedra cerca de Luxor que lo representan a él y a su esposa.
Betsy Bryan, profesora de arte y arqueología egipcia en la Universidad Johns Hopkins, había dicho en un comunicado acerca de este hallazgo que era el "segundo descubrimiento arqueológico más importante desde la tumba de Tutankamón" hace casi un siglo.
Objetos hallados que indican que la ciudad data de la época de Amenhotep III.
En un comunicado el equipo explicó que "las capas arqueológicas han permanecido intactas durante miles de años, dejadas por los antiguos residentes como si fuera ayer". Los arqueólogos han desenterrado piezas de joyería, vasijas de cerámica de colores, amuletos de escarabajos y ladrillos de barro con sellos de Amenhotep III. Además, Hawass dijo que "un pez grande cubierto de oro" pudo haber sido venerado.
Un descubrimiento fantástico
José Galán, jefe de una misión arqueológica española cerca del Valle de los Reyes, definió el hallazgo como "un descubrimiento fantástico". Además añadió que "estamos acostumbrados a los descubrimientos relacionados con los templos y las tumbas, por lo que sabemos sobre la vida religiosa y los hábitos funerarios. Pero no sabemos mucho sobre los asentamientos".
El equipo se ha mostrado optimista y confían en que se revelen más hallazgos importantes, destacando el descubrimiento de un grupo de tumbas a las que llegaron a través de "escaleras excavadas en la roca", una construcción similar a las encontradas en el Valle de los Reyes.
Sin embargo, desde la publicación de lo encontrado, algunos académicos han cuestionado que Hawass y su equipo hayan tenido éxito donde otros habían fallado al ubicar la ciudad. El egiptólogo Tarek Farag publicó que el área fue excavada por primera vez hace más de un siglo por un equipo del Museo Metropolitano de Nueva York.
Después de años de inestabilidad política tras el levantamiento de la Primavera Árabe de 2011, que asestó un duro golpe a su industria turística, Egipto busca atraer visitantes, en particular promocionando su herencia ancestral.