26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La sitcom de Mediaset tendrá nuevo decorado después de que el ventrílocuo haya decidido no prorrogar el alquiler de sus platós

'La que se avecina' sobrevive a la disputa entre José Luis Moreno y su sobrino: Renovada hasta 2024

/ Moreno y Caballero
La decisión de José Luis Moreno de no renovar su acuerdo con su sobrino Alberto Caballero para alquilarle los platós donde se rueda 'La que se avecina' y se rodó 'Aquí no hay quien viva', no acarrearán el final de la serie vecinal.

"Nos sorprende, pero tampoco nos extraña". Estas declaraciones del productor Alberto Caballero sobre la detención de su tío José Luis Moreno por estafa y blanqueo resumen una relación familiar que comenzó a deteriorarse cuando Mediaset decidió romper con el ventrílocuo, que habría cargado fuertes sumas de gasto personales a una productora que compartía con el grupo.

La propietaria de Telecinco decidió quitarle a Moreno la producción de 'La que se avecina' y facilitar el traspaso de la serie a una nueva productora impulsada por el creador de la serie (Contubernio, de Alberto Caballero y su hermana Laura).

A cambio, Moreno se libró de una más que probable querella de Mediaset y se aseguraba cierta facturación anual 'sin sobresaltos' mediante el alquiler de sus platós sitos en Moraleja de Enmedio y el encargo de algunas galas navideñas.

El problema es que Moreno siguió pisando charcos, algunos célebres como sus choques en 'Hable con ellas', y Mediaset le dejó sin encargos hasta que él decidió que en 2020 desahuciaría a Contubernio, quizá como venganza contra grupo y sobrino.

Al margen

Caballero aseguró sobre los líos judiciales de su tío que "afortunadamente, desde 2012 creamos nuestra productora y hemos trabajado al margen de su circunstancia, y la única relación con él es que producíamos una serie en unos platós que le teníamos arrendados. Y ese vínculo terminó justo el año pasado".

"Tuvimos una serie de desavenencias a nivel profesional y personal que llevaron a un distanciamiento progresivo a lo largo del tiempo. En estos años no hemos tenido contacto con él ni hemos sabido de sus andanzas, ni por su entorno ni por terceras personas", añadió.

El sobrino de Moreno dejó clara su opinión sobre su tío: "No teníamos conocimiento, más que habíamos tenido algún problema con un par de pagarés a nivel de la productora y unas sociedades fantasma con las que no habíamos trabajado... nos limitamos a denunciarlo y llevar su proceso en los tribunales".

Renovada

Caballero disipó hace unos días los rumores del final de 'La que se avecina' vía Twitter: "Montepinarianos, ya os podemos dar buenas noticias: vamos a grabar la T13 de 'La que se avecina' en 2022. Y la T14 en 2023. Y la T15 en 2024. Ya tenemos nuevos platós donde estamos construyendo el nuevo edificio. Nuestras mentes enfermas ya están con los guiones. Seguiremos informando", aseguró.

'La que se avecina'. 

El joven productor aseguró que tenía pensado cerrar la ficción, "pero luego se convierte en la serie más vista de la plataforma en la que se emite (Amazon Prime Video) y te sientes con la responsabilidad de seguir adelante. Nuestra filosofía es que mientras lo podamos compaginar, sin perder la esencia, y sin que nos volvamos locos, ahí estaremos".

Caballero aseguró que habían hecho "los deberes y hemos pensado lo que pasaría, dónde grabaríamos en la siguiente temporada. Los personajes aún tienen mucho recorrido porque el hecho de cambiar de residencia es bastante giro como para refrescarla un poco. Pero después hay una serie de circunstancias que hay que cuadrar".

Multa

La alegría de la renovación contrasta con el revés que ha sufrido 'La que se avecina' por publicidad subliminal de productos eróticos en un capítulo, hecho que le va a costar a Mediaset 196.000 euros. El Tribunal Supremo cree que la serie vulneró el artículo 18.2 de la Ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual.

La ley señala que "está prohibida la comunicación comercial encubierta y la que utilice técnicas subliminales" y el artículo 26 de la Ley de Competencia Desleal califica expresamente la publicidad encubierta como práctica desleal, que "incluyan como información en los medios de comunicación o en servicios de la sociedad de la información o redes sociales, comunicaciones para promocionar un bien o servicio, pagando el empresario o profesional por dicha promoción, sin que quede claramente especificado en el contenido, o a través de imágenes y sonidos claramente identificables para el consumidor o usuario, que se trata de un contenido publicitario".

"El público debe ser claramente informado del emplazamiento del producto al principio y al final del programa, y cuando se reanude tras una pausa publicitaria” y que no se puede "incitar directamente la compra o arrendamientos de bienes o servicios, realizar promociones concretas de éstos o dar prominencia indebida al producto", asegura el citado texto legal.

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