27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La confusión que generan los que se resisten a vacunarse puede ir en detrimento de lograr la inmunidad de rebaño en los próximos meses

El incremento del activismo de los "antivacunas" puede poner en riesgo los progresos contra la COVID-19

Adulto, vacunándose
Adulto, vacunándose
No cabe duda de que las vacunas se han convertido en la medida de salud pública más exitosa desde que Edward Jenner introdujo la vacunación hace dos siglos. Sin embargo, los movimientos "antivacunas" se hacen notar cada vez más debido a su proliferación por las redes sociales. En el caso de la actual pandemia de COVID-19, estos posicionamientos pueden acarrear riesgos como el de generar lagunas en la inmunidad de la población mundial contra el SARS-CoV2

En plena campaña de vacunación por todo el mundo, las voces críticas con las vacunas proliferan, sobre todo, por las redes sociales. Los ya conocidos como los "antivacunas" podrían suponer un obstáculo contra las pretensiones de los sistemas sanitarios de inocular al máximo número de ciudadanos en el menor tiempo posible.

En realidad, no existe una definición única de lo que significa ser un "antivacunas". Algunos de los autoproclamados así muestran su vehemencia  en contra de todo tipo de vacunas, otros, en cambio, se muestran reticentes a algunas concretas y, especialmente, a las fabricadas contra el coronavirus. Si acaso, el rasgo en común de este tipo de conductas es el del rechazo frontal a los efectos secundarios negativos de estos fármacos, así como reivindicar el derecho a la libertad de controlar su cuerpo el de sus descendientes.

De ahí, que detrás de esa negación a inocularse están encubiertos temores, preocupaciones y creencias sobre la capacidad para controlar la enfermedad. Y es que las personas interpretan las vacunas en función de sus propias experiencias, relaciones y confianza con  los sistemas de salud. 

Propagación por las redes sociales

La confusión sobre los efectos de vacunarse contra la COVID-19 crece en los últimos meses, debido a la cantidad de propaganda que se difunde a través de redes sociales como Instagram, donde las cuentas dedicadas a esta temática  se multiplicó casi por cinco, según una reciente investigación de la BBC, con el peligro que representa la difusión de información poco fiable.

Junto a Instagram, YouTube es otro de los canales en los que más abunda contenido en contra las vacunas. Estas plataformas han ganado alrededor de 4,3 millones de seguidores desde 2019, según un análisis del Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH por sus siglas en inglés).

Los riesgos de no vacunarse

Desde el punto de vista de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la negativa a vacunarse puede provocar lagunas en la inmunidad de rebaño y tener una serie de consecuencias que  pueden ir mucho más allá de la salud de los individuos y las comunidades y tener un impacto más amplio en la sociedad y las economías. 

Las vacunas, éxito de salud pública

 

La confusión que puede existir sobre la eficacia de las vacunas frente a la COVID-19 se debe, en gran parte, a la información errónea difundida por internet por fuentes no oficiales junto a todas las face news sobre el tema. Es por ello que los expertos en salud pública y las autoridades han de centrarse en la transparencia y en "proporcionar información clara" sobre el proceso de desarrollo de la vacuna

Prevención y salud pública

Las vacunas se han convertido en la medida de salud pública más exitosa de la historia. Alrededor del 85% de los niños menores de un año en todo el mundo reciben las tres dosis de la vacuna combinada que protege contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. El apoyo público en este sentido es alto, como demuestra que nueve de cada diez personas en todo el mundo piensan que las vacunas son importantes para los niños. 

Sin embargo, no en todos los países se observa la misma aceptación a las vacunas. Así, el apoyo a la vacunación infantil es menor en América del Norte, Europa y Rusia que en África, Asia y América del Sur. No obstante, el éxito de las campañas de vacunación infantil de larga duración no se traduce necesariamente en la aceptación de nuevas vacunas para adultos.

Es por ello que, en opinión de expertos, sean necesarias potentes campañas de información que afiance la seguridad de las vacunas. Y es que proporcionar información clara, por parte de las autoridades sanitarias, que explique por qué la población debe confiar en el proceso de desarrollo de estas vacunas y por qué son dignas de su confianza contribuiría en gran medida a persuadir a la gente para que no rechace su administración.

 

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