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Hombre con camisa rosa sosteniendo una cámara profesional en un evento al aire libre con gente al fondo
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El valor de Manuel Podio: 40 años de fotoperiodismo capturando historias y citas clave

El albaceteño ganó la Mención de Honor del certamen World Press Photo gracias a la instantánea "Muerte de un espontáneo"

Manuel Podio (Albacete, 1954) ha dedicado la mitad de su vida al fotoperiodismo. Su carrera comenzó en 1977 en el diario La Voz de Albacete, donde trabajó de forma esporádica hasta la desaparición del periódico en 1984.

Junto a otros compañeros,  fundó el semanario Albacete Deportivo, una aventura que se prolongó durante tres años. En 1980 se vio ante la disyuntiva de elegir entre el periodismo y el derecho como profesión definitiva, decantándose por la fotografía de prensa. Ese mismo año viajó a Sudamérica para realizar reportajes para revistas y agencias.

Durante 1985 su trabajo estuvo vinculado a los medios  Albacete y Novedades, desde los que fue enviado a las ferias taurinas más importantes del país. Fue uno de los impulsores de la creación del diario La Tribuna de Albacete. Formando parte de su consejo de administración y trabajando como redactor gráfico.

Hombre con gafas de sol usando una cámara profesional Nikon en un evento al aire libre
Manuel Podio | Cedida

En 1981 obtuvo la Mención de Honor del prestigioso certamen World Press Photo gracias a la fotografía titulada "Muerte de un espontáneo", publicada en medios nacionales e internacionales de gran relevancia.

En la actualidad es corresponsal gráfico de la  Agencia Efe y forma parte del equipo del diario La Verdad de Albacete.

Entre sus imágenes más conocidas figuran momentos clave como la visita del rey Juan Carlos a la base aérea de Los Llanos. Además de, las elecciones al Parlamento Europeo en 1994, y retratos de personalidades como José Prat o Almudena Grandes.

En conversación con elcierredigital.com,  Manuel Podio repasa su trayectoria, sus recuerdos más intensos y los cambios vividos en el fotoperiodismo.

- ¿Si tuviera que elegir tres instantáneas que resuman su carrera, cuáles serían?

- Una que fue un punto de inflexión en mi trabajo. La famosa "Muerte de un espontáneo", aquel hombre que se tiró a la plaza de toros y lo mató un toro. Esa podría ser la que más ha influido en mi trayectoria.

Las otras… Es difícil decirlo porque ha sido un trabajo diario. Quizá una menos conocida gráficamente, pero muy significativa, sería la del "choque de trenes en Chinchilla", donde murieron muchas personas.

- ¿Qué aprendió en su etapa en La Voz de Albacete y cómo le marcó?

- Yo empecé porque me gustaban mucho los toros. La fotografía taurina es muy plástica, muy atractiva, y ahí empecé a aficionarme al fotoperiodismo. Después, como suele ocurrir en las redacciones, surgieron imprevistos.

 Un compañero que no podía acudir, la necesidad de cubrir un turno… y así fue como terminé plenamente integrado en la información general.

- Usted dice que la cámara es un filtro ante lo duro. ¿Ha habido alguna fotografía que le haya costado hacer por el impacto emocional?

- Sí, varias. Recuerdo a un piloto de motociclismo que murió en un accidente. Estaba en el celador y su madre le acariciaba la cara y le daba un beso. Eso es duro. La cámara actúa como un filtro que te permite hacer cosas que sin ella serían impensables.

- ¿Qué sintió al recibir la Mención de Honor del World Press Photo?

- Pues la verdad es que al principio te da mucha alegría, pero te das cuenta de lo importante que es con el tiempo. Me lo decían muchos colegas: “Ya verás lo que significa esto”. Y así fue.

Pero no soy mucho de premios. Para mí el verdadero premio es el trabajo diario. Hacer una buena foto, aunque sea de una señora que pinta jarrones los domingos en un colegio.

Retrato en blanco y negro de un hombre de traje junto a una imagen histórica de un torero siendo embestido por un toro en una plaza
Manuel Podio y la fotografía "Muerte de un espontáneo" | Montaje propio

- ¿Cambió algo en su carrera tras recibir ese galardón? ¿Le abrió puertas?

- No, no cambió nada. Me abrió la puerta de un coche que me compré[ríe].

- ¿Cómo ha evolucionado el fotoperiodismo en estos años?

- A partir de la Transición cambió mucho. Antes la fotografía era ilustración; después pasó a ser información. Ya no se ponía la foto solo para acompañar un texto. El fotógrafo se preocupaba de dar la mayor información posible en una imagen.

Luego el avance tecnológico… Hoy haces una foto y la envías instantáneamente. Antes había que revelar el negativo, asegurarte de que habías captado el momento, y mandar la imagen por telefoto desde un hotel.

- Después de más de 40 años capturando momentos, ¿se plantea algún día colgar la cámara?

- Ya la tengo colgada. Ahora vivo en la playa, que era mi ilusión. El día que colgara la cámara me compraría una camisa de flores y me iría al mar. Y así ha sido.

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