
Giro de Estefanía de Mónaco: Las polémicas de la 'princesa rebelde' apartada del foco
Uno de los amores más polémicos de Estefanía fue Daniel Ducruet, quien protagonizó un escándalo de traición y sexo
La princesa Estefanía de Mónaco (Mónaco, 1965) ha anunciado su retirada de la vida pública. La hija pequeña de Grace Kelly abandona sus obligaciones institucionales salvo una excepción: su lucha activa contra el VIH.
Una vez más, la hermana del príncipe Alberto de Mónaco ha vuelto al foco como la 'princesa rebelde' que, hace décadas, llegó a protagonizar romances polémicos y un escándalo sexual que dio la vuelta al mundo.
Paul Belmondo, el piloto que no gustaba a Grace Kelly
Corría el año 1981 cuando la princesa Estefanía de Mónaco conoció a Paul Belmondo, hijo del popular actor francés Jean-Paul Belmondo.
Ella tenía 17 años y acababa de regresar de París. En aquella época, Estefanía de Mónaco había sido expulsada del Liceo Dupanloup, donde estudiaba.
Belmondo tenía dos años más que la hija pequeña de la princesa Grace de Mónaco. El francés ya comenzaba a despuntar en el mundo del automovilismo. Una circunstancia por la que viajaba asiduamente al Principado.

Tras su primer encuentro, Estefanía de Mónaco y Paul Belmondo comenzaron una relación amorosa que intentaron llevar a espaldas de la prensa. Sin embargo, la publicación de una portada de la revista Paris-match lo cambió todo, pues destapó su romance.
La indignación de la princesa Grace Kelly era mayúscula. Nunca aprobó la relación, pues Belmondo no era el perfil de la pareja que deseaba para su hija pequeña. Ante este escenario, la princesa Estefanía decidió ‘romper’ con su vida en el Principado.
Se trasladó a París y se instaló en la casa que el piloto tenía en la capital gala. Allí, la princesa Estefanía comenzó a trabajar para la Maison Dior. Durante el verano de 1982, el último de la vida de Grace Kelly, intentó convencer a su hija para que rompiera su romance con Belmondo.

Estefanía de Mónaco hacía oídos sordos a las indicaciones de su progenitora e incluso ‘paseaba’ su relación por el Club Náutico de Montecarlo. El enfado de la princesa Grace Kelly no desapareció.
De hecho, se llegó a especular con que madre e hija discutían sobre Paul Belmondo el 13 de septiembre 1982. El día en el que Grace Kelly perdió la vida en un fatídico accidente de tráfico.
La muerte de su madre fue un trauma para la princesa Estefanía. Fue entonces cuando la hermana de Carolina de Mónaco halló en Paul Belmondo un gran apoyo para sobrellevar la pérdida de la princesa Grace Kelly.
Sus 'affaires' en Hollywood: De Antony Delon a Rob Lowe
Su romance con Paul Belmondo marcó los inicios de la juventud de la princesa Estefanía de Mónaco. El piloto estuvo en los peores momentos de la vida de la hija de Rainiero III.
No obstante, cuando Estefanía logró recuperarse, acabó traicionando a Paul Belmondo con el actor Anthony Delon, hijo de Alain Delon. Para más inri, Anthony Delon era el mejor amigo del piloto.
En 1987, ya convertida en cantante pop, Estefanía le dedicó a su primer amor una canción titulada 'Fleurs du mal', quizás como gesto de arrepentimiento.

Un año antes del lanzamiento de esta canción, Estefanía protagonizó otro sonado 'affaire'. La princesa se unió al actor Rob Lowe.
El intérprete era uno de los galanes más célebres de Hollywood. Por él, Estefanía de Mónaco llegó a mudarse a Los Ángeles.
Mario Oliver, el 'Tarzán de Marsella'
La ruptura con Lowe fue 'silenciosa' y tuvo lugar en 1986. Aquel año, conoció por casualidad a un empresario nocturno llamado Mario Oliver, conocido como el 'Tarzan de Marsella', quien fue hallado muerto en su villa de Samaná en República Dominicana, víctima de un robo.
Ambos coincidieron en el club 'Vértigo', que Oliver había fundado junto a unos amigos. Ella tenía 22 y él 35 años.
El flechazo entre ellos fue instantáneo e incluso Estefanía de Mónaco llegó a hacerse un tatuaje del nombre de Oliver en el glúteo. Rainiero no aprobaba el romance y Estefanía volvió a manifestar su rebeldía. Fue entonces cuando se instaló con Oliver en su mansión de Beverly Hills. Ambos formaban una pareja de lo más polémica. En 1987 viajaron a Tenerife, donde Estefanía iba a rodar un videoclip.
En la isla, la princesa Estefanía se peleaba con los fotógrafos que la perseguían, protagonizaba 'rabietas' y discutía acaloradamente con el empresario marsellés en público. Finalmente, su historia finalizó en 1988.
Posteriormente, Estefanía sumó otros nombres a su dilatado currículum amoroso. Primero fue el productor musical Ron Bloom y, después, el empresario inmobiliario Jean Yves Lefur.
Daniel Ducruet, el guardaespaldas: Sexo, traición y escándalo
Con la llegada de los noventa, la princesa Estefanía de Mónaco comenzó un romance que tornó en escándalo. Hay que retroceder hasta el año 1991. Aquel año, los medios se hicieron eco del inicio de la relación de la princesa Estefanía de Mónaco con su guardaespaldas, Daniel Ducruet.

Dicen que la familia real de Mónaco jamás vio con buenos ojos esa relación. Tampoco a Daniel Ducruet, pues, además de un divorcio, había sido denunciado en dos ocasiones y juzgado por agresión.
Pese a la oposición de los Grimaldi, la pareja prosiguió su romance. Fruto de aquella relación nacieron dos hijos: Louis (1992) y Pauline (1994).
Un año después del nacimiento de su hija, Ducruet y la hija pequeña de Rainiero III contrajeron matrimonio en una ceremonia civil en Mónaco.
Las cosas entre el matrimonio parecían ir bien hasta la llegada del verano de 1996. Todo comenzó el 27 de julio.
Aquel día, el exguardaespaldas conoció a Muriel de Mol-Houtteman, conocida como 'Fily'. Muriel era una joven promotora y stripper que había sido coronada 'Miss Pechos Desnudos 1995'.
Aquel encuentro fue captado por el fotógrafo Stéphane de Lisiecki. Tras intentar vender sin éxito las fotografías a la revista Voici, el fotógrafo urdió un plan para conseguir pruebas explícitas de la infidelidad.

En este escenario, del que también formaba parte la pareja de Fily, alquilaron una villa cerca de Mónaco para organizar una trampa. La stripper sedujo a Ducruet, quien cayó rápidamente. El 5 de agosto, Daniel Ducruet y Muriel fueron grabados manteniendo sexo al aire libre en las tumbonas de la piscina.
Las imágenes de aquel encuentro sexual dieron la vuelta al mundo. Ocuparon portadas de cabeceras como Eva Tremila y llegaron a España de la mano de la revista Interviú. Pero no solo había fotografías, también un vídeo bajo el nombre de 'El escándalo de Mónaco'.
El escándalo golpeó a los Grimaldi. Mónaco estaba consternada y Estefanía fue bautizada como 'la princesa humillada'.
Ducruet afirmó que “había sido drogado y víctima de una trampa”. Sus argumentos no convencieron a la princesa Estefanía, quien se separó definitivamente de Daniel Ducruet tras la publicación de las fotografías.
A pesar de esta traición, la expareja siguió manteniendo el contacto por el bien de sus hijos. Años después, han coincidido en acontecimientos como el bautizo de Victoria, hija de Luis Ducruet y su mujer, Marie Hoa Chevallier.
Jean Raymond Gottlieb, el padre discreto
El abrupto final de su matrimonio con Daniel Ducruet no impidió que la princesa Estefanía volviera a enamorarse. Esta vez de un ciudadano monegasco llamado Jean Raymond Gottlieb. Curiosamente, Jean Raymond también ejercía como guardaespaldas de la hija pequeña de Grace Kelly.
Su relación nunca fue confirmada de manera oficial. Ambos mantuvieron su romance en secreto, que culminó con la llegada de Camille Gottlieb. El nacimiento de la pequeña estuvo rodeado de polémica, pues se rumoreó que Jean Raymond era su padre.
Sin embargo, la princesa se negó a citar el nombre del progenitor en su partida de nacimiento. La identidad del padre de Camille fue confirmada por ella misma en 2017 a través de sus redes sociales.
Es importante mencionar que Estefanía de Mónaco y Jean Raymond Gottlieb nunca se casaron, sin embargo, mantienen una excelente relación.
De Franco Knie a Adans López Peres: Amor bajo la carpa
Llegó la década de los dosmil y, con ella, un nuevo amor para la princesa Estefanía. A principios de esta añada, la hermana de Alberto de Mónaco acudió al Festival Internacional de Circo de Montecarlo, un evento creado por su padre. Fue allí donde conoció a Franco Knie, domador de elefantes y director del Circo Nacional Suizo.

Ambos comenzaron un noviazgo a pesar de que Knie estaba casado. Este romance estuvo marcado por la controversia.
La princesa Estefanía abandonó su vida en palacio para vivir en una caravana con el domador de elefantes y sus hijos. Sin embargo, el amor entre ellos se acabó en el año 2002.
Un año después, la princesa Estefanía conoció a Adans Peres, un acróbata diez años menor que ella. Ambos se conocieron en Montecarlo, sin embargo, Adans afirmó que desconocía que Estefanía fuera princesa.
Su relación fue mediática desde el inicio y el 12 de septiembre de 2003 contrajeron matrimonio en Ginebra en una ceremonia privada.

Su unión tan solo duró un año y en aquel período la familia de Adans saltó al foco. Concretamente, su tía Paquita, que llegó a ser apodada como 'Paquita, la de Mónaco'. A pesar del final de su historia, mantuvieron una buena relación y, en sus últimas apariciones públicas, el acróbata declaró "guardar muy buen recuerdo de su matrimonio con la princesa Estefanía".
El acróbata fue el último amor de Estefanía de Mónaco, la 'princesa rebelde' que ha 'roto' con Palacio al alejarse de la vida pública.
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