Juan Faro, el 'hombre del rumor' clave en la crisis de Sofía Suescun y Kiko Jiménez

Juan Faro habría puesto en jaque a una de las parejas más consolidadas de la televisión española. Las supuestas “citas secretas” entre el influencer gallego y Sofía Suescun habrían llevado a la pareja formada por Suescun y Kiko Jiménez al borde de la ruptura.

La información sugiere que Kiko habría descubierto recientemente estos encuentros, desencadenando posiblemente la crisis más profunda en cinco años de relación. El escándalo cobra especial gravedad por el perfil controvertido de Faro. El ex policía nacional pasó 101 días en prisión acusado de presuntos delitos de blanqueo de capitales.

La identidad tras el escándalo

Juan Faro Pro, de 38 años y natural de Mondariz (Pontevedra), se habría convertido en el protagonista involuntario de uno de los mayores escándalos de la prensa rosa española en 2025. El gallego, que cuenta con más de 357.000 seguidores en Instagram, habría mantenido supuestamente encuentros íntimos con Sofía Suescun durante los últimos meses.

Las presuntas citas habrían tenido lugar en casa del propio Faro, especialmente cuando Kiko Jiménez se ausentaba para sus colaboraciones en el programa “Fiesta”  los fines de semana.

La naturaleza de estas citas no sería inocente, según sugieren colaboradores televisivos. Antonio Rossi comentó: “Entiendo que lo que ha descubierto Kiko no son quedadas a comer, que son otras cosas... Con un café no se rompe nada”.

El apodo de "el hombre del rumor"  surge precisamente de su papel central en esta crisis matrimonial. Marta López, colaboradora televisiva que asegura tener contacto indirecto con Faro, declaró que “tienen que tener cuidado con desmentirlo porque creo que hay pruebas”. Esta afirmación habría generado aún más expectación sobre qué evidencias podrían existir de los supuestos encuentros.

Del uniforme policial al gimnasio de lujo

La trayectoria de Juan Faro representa una transformación radical que lo llevó de funcionario público a influencer millonario.  Ingresó en la Policía Nacional entre 2008 y 2009 con apenas 21 años, comenzando su carrera en Murcia y posteriormente trasladándose a Castellón. Durante su etapa policial, realizó el curso especializado para pertenecer a las fuerzas especiales GEO, demostrando una ambición temprana por destacar profesionalmente.

En 2017 dejó el cuerpo policial para dedicarse de lleno al mundo del fitness y las redes sociales. Su carrera en el culturismo fue meteórica:  ganó dos veces el campeonato de España y también se proclamó campeón europeo, mundial y Míster Olympia. Además, se convirtió en el primer español con tarjeta profesional para competir en Estados Unidos, consolidando así su prestigio internacional.

Su imperio empresarial incluye un gimnasio de 1.200 metros cuadrados en Las Rozas (Madrid) y una marca de ropa deportiva. También tiene una aplicación de entrenamientos y nutrición, además de sorteos de vehículos de alta gama que le han dado notoriedad en redes sociales. Su patrimonio incluye una mansión valorada en casi un millón de euros y una colección de coches de lujo, principalmente Porsche.

El lado oscuro del éxito digital

El perfil de Juan Faro se vio gravemente comprometido en diciembre de 2024, cuando fue detenido mientras se preparaba para realizar un salto en paracaídas. Los cargos incluían presuntos delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal y narcotráfico, acusaciones que él niega categóricamente.

Durante 101 días en la prisión de Estremera, Faro vivió uno de los períodos más duros de su vida. En declaraciones posteriores, afirmó que la experiencia le  “salvó la vida”  y le permitió reflexionar sobre sus prioridades. Salió en libertad provisional en abril de 2025 sin fianza, aunque continúa siendo investigado  y tiene medidas cautelares como la retirada del pasaporte.

Tras su salida de prisión, Faro habría decidido mantener un perfil más bajo, reduciendo su actividad en redes sociales y centrándose en sus negocios.  Esta decisión de discreción contrasta con el escándalo actual que lo ha devuelto  al centro de la atención pública.

Silencio digital y especulación televisiva

La respuesta de Juan Faro al escándalo ha sido el silencio absoluto. Según Marta López, “no quiere hablar” del tema y “no tiene pareja”  actualmente. Esta estrategia contrasta con la habitual gestión mediática de los escándalos en la prensa rosa española.

En el programa TardeAR de Telecinco, que adelantó la exclusiva, los colaboradores han dedicado tiempo a analizar las implicaciones del supuesto escándalo. Marta López sugirió la existencia de pruebas y Antonio Rossi insinuó que los encuentros no habrían sido inocentes.

La cobertura televisiva ha presentado a Faro como un personaje complejo: un ex policía convertido en influencer millonario con problemas legales pendientes. Su perfil añade gravedad al escándalo, especialmente porque los supuestos encuentros habrían ocurrido mientras enfrentaba su proceso judicial.

Crisis en el paraíso mediático

La relación entre Sofía Suescun y Kiko Jiménez atraviesa su momento más crítico tras cinco años juntos. Paradójicamente, la pareja parecía vivir su mejor etapa después de conseguir que Maite Galdeano, madre de Sofía, abandonara definitivamente el hogar familiar en agosto de 2024.

El mensaje que Sofía publicó días antes de que saltara el escándalo cobra ahora un nuevo significado. En él agradecía a Kiko su “impresionante capacidad de perdón” y le aseguraba que era lo que la mantenía “en pie” frente a las adversidades. Esta declaración pública podría haber sido una preparación para el escándalo que estaba por estallar.

Ni Sofía ni Kiko han confirmado ni desmentido la información, manteniendo un perfil bajo en redes sociales. Kiko incluso faltó a su puesto en Fiesta por recomendación de sus abogados debido a la tensión mediática.

Juan Faro emerge como una figura cuyo pasado policial, éxito empresarial y problemas legales actuales lo convierten en protagonista de uno de los mayores escándalos de la prensa rosa en 2025. Su supuesta relación con Sofía Suescun habría puesto en jaque los cinco años de noviazgo de una de las parejas más mediáticas de la televisión española.

El manejo discreto del escándalo por parte de los protagonistas, combinado con las insinuaciones sobre la existencia de pruebas comprometedoras, mantiene la expectación sobre los próximos desarrollos. La situación se magnifica por el momento de aparente estabilidad que vivía la pareja. Este episodio se convierte en un punto de inflexión que podría redefinir sus trayectorias personales y profesionales en el mundo del entretenimiento español.