La República Dominicana, el paraíso del dinero: Felipe González, Aldama y ahora Ábalos
El país caribeño es el paraíso de actividades de políticos del PSOE como José Bono o del expresidente RFEF Luis Rubiales
La investigación alrededor del 'Caso Koldo', en referencia a Koldo García Izaguirre, el hombre en la sombra del exministro socialista José Luis Ábalos, ha revelado detalles sobre el funcionamiento de la trama liderada por el empresario Víctor de Aldama.
Por ejemplo, que países como República Dominicana son un centro estratégico para el supuesto blanqueo de capitales y actividades financieras de carácter transnacional.
El empresario Aldama, principal implicado en esta trama de corrupción relacionada con contratos de material sanitario en España, utilizó este país caribeño como plataforma para presuntamente ocultar y gestionar fondos ilícitos.
En su declaración de este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, el empresario ha asegurado que entregó "comisiones" por la venta de mascarillas a José Luis Ábalos cuando era ministro de Transportes. Y lo hizo en su despacho.
Además, ha revelado que el exministro habría "ocultado una fortuna en la República Dominicana", donde habría llevado el dinero "a través de intermediarios".
Sin embargo, su caso no es el único que conecta a República Dominicana con políticos y empresarios españoles. Este es solo un ejemplo entre otros de empresarios y políticos que han encontrado en su sistema fiscal ventajas y facilidades para sus operaciones.
Así, las investigaciones apuntan a que Víctor de Aldama utilizó presuntamente este país caribeño de la República Dominicana para realizar inversiones en propiedades de lujo y terrenos. Estas adquisiciones eran parte de un esquema más amplio de blanqueo de capitales. Esquema en el que el dinero obtenido de manera ilícita en España era transferido a cuentas en bancos dominicanos antes de ser "repatriado".
Además de las inversiones inmobiliarias, se descubrió que Aldama y sus colaboradores crearon sociedades instrumentales en República Dominicana. Utilizadas para camuflar los movimientos financieros y dificultar su rastreo por parte de las autoridades.
Estas actividades, según los investigadores, formaban parte de una red transnacional que incluía la compra de propiedades en otros países del Caribe. El caso de Aldama subraya cómo República Dominicana ha sido clave en operaciones financieras vinculadas al 'Caso Koldo'.
El esquema refleja un patrón recurrente para operaciones de blanqueo, que aprovecha su entorno fiscal favorable y su relativa opacidad en ciertos procesos.
Otros hechos que ponen el foco en los movimientos de personalidades del poder entre España y República Dominicana son los viajes del Falcon. Según ha trascendido, y tal y como ha sido expuesto el Congreso de los Diputados, "desde marzo de 2021 se han contabilizado, al menos, 33 aterrizajes de aviones oficiales como el Falcon o el Airbus en República Dominicana". Por el momento, el Gobierno de Sánchez no ha dado una explicación pública al respecto.
República Dominicana y su atractivo para políticos españoles
El caso de Aldama no es aislado. En las últimas décadas, figuras políticas de alto perfil en España, como Felipe González y José Bono, han encontrado en República Dominicana un lugar estratégico. No solo para sus actividades económicas, sino también para estrechar relaciones políticas y disfrutar de ventajas fiscales.
El expresidente del Gobierno Felipe González obtuvo la ciudadanía dominicana en 2022. Lo hizo mediante una "naturalización privilegiada" otorgada por el presidente dominicano Luis Abinader.
Esta concesión se justifica bajo la premisa de reconocer a extranjeros que hayan prestado "servicios eminentes" al país. Sin embargo, suscitó y suscita críticas y cuestionamientos sobre las intenciones detrás de esta relación.
González ha cultivado relaciones con empresarios locales en zonas exclusivas como Cap Cana, un destino de lujo en el país. Aunque no se ha probado ninguna irregularidad, las especulaciones sobre su vinculación con estructuras empresariales y posibles sociedades 'offshore' han sido frecuentes.
José Bono, exministro de Defensa y expresidente del Congreso de los Diputados, también recibió la ciudadanía dominicana en 2020. Desde entonces, ha establecido varias sociedades 'offshore' en el país, dedicadas al asesoramiento financiero y técnico.
Estas empresas le han permitido beneficiarse de exenciones fiscales, como la reducción en impuestos sobre hipotecas y dividendos.
Bono estuvo a punto de ser nombrado Cónsul Honorario de República Dominicana en Albacete, un cargo que le habría otorgado privilegios diplomáticos como la valija diplomática y libertad de tránsito. Sin embargo, tras la publicación de esta noticia, el nombramiento quedó en suspenso. A pesar de ello, Bono ha mantenido su influencia en el país, posicionándose en sectores estratégicos.
Otros casos de blanqueo vinculados a República Dominicana
La relación de República Dominicana con casos de corrupción y blanqueo de capitales no se limita al 'Caso Koldo'. A lo largo de los años, han salido a la luz otros escándalos que han puesto al país caribeño en el centro de operaciones financieras cuestionables.
José Bono tuvo relaciones comerciales con Carlos Sánchez Hernández, un empresario condenado en el ‘caso Malaya’ que poseía terrenos en República Dominicana.
Por otra parte, organizaciones criminales han utilizado República Dominicana como base para operaciones de lavado de dinero procedente del narcotráfico. Especialmente de Venezuela. Estas redes adquirían divisas en el mercado negro y transferían los fondos a través de entidades financieras en el país.
También es importante recordar el caso de Luis Rubiales. Las autoridades dominicanas han identificado cuentas bancarias a nombre de Rubiales y asociados en cinco entidades financieras del país. Banco de Reservas, Banco Popular Dominicano, Scotiabank, Banco Múltiple Santa Cruz y Vimenca.
Estas cuentas están bajo investigación por posibles vínculos con actividades ilícitas relacionadas con la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí. La Fiscalía de República Dominicana, en coordinación con la justicia española, bloqueó varias cuentas vinculadas a Rubiales y sus socios.
De igual manera, República Dominicana también ha sido mencionada en investigaciones relacionadas con tráfico de personas y fraudes internacionales. Datos que lo consolidan como un nodo estratégico para el crimen organizado.
El entorno fiscal de República Dominicana: ¿paraíso fiscal encubierto?
Aunque República Dominicana no está oficialmente catalogada como paraíso fiscal, su régimen tributario favorable la convierte en un destino atractivo para inversionistas extranjeros. Entre los beneficios destacan las exenciones fiscales sobre rentas extranjeras. Los residentes no están sujetos a impuestos por ingresos obtenidos fuera del país.
Por otra parte, inversionistas y pensionados pueden obtener la ciudadanía en 45 días. Esto incluye exenciones fiscales en hipotecas, transferencias inmobiliarias y dividendos. Leyes como la de Naturalización Privilegiada permiten a figuras destacadas acceder a la ciudadanía y, con ella, a beneficios fiscales.
Este entorno ha atraído a políticos, empresarios y actores transnacionales que han aprovechado estas ventajas para desarrollar sus actividades financieras.
Implicaciones políticas y empresariales
La conexión de República Dominicana con figuras como Víctor de Aldama, Felipe González y José Bono pone de manifiesto el doble uso del país. Primero como un centro para operaciones empresariales legítimas y segundo como un enclave para el blanqueo de capitales.
Las investigaciones en curso, especialmente en el marco del 'Caso Koldo', podrían arrojar más luz sobre el alcance de estas actividades. También dar más datos sobre su impacto en las relaciones bilaterales entre España y el país caribeño.
República Dominicana se encuentra en el centro de una compleja red de relaciones políticas y financieras que conectan a figuras clave del ámbito empresarial y político español. Mientras que su entorno fiscal ofrece oportunidades legítimas, los casos de blanqueo y corrupción revelan cómo el país también es utilizado para operaciones ilícitas.
La evolución de investigaciones como el 'Caso Koldo' será crucial para determinar hasta qué punto República Dominicana seguirá siendo un enclave estratégico en el entramado internacional de estas actividades.
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