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Dos hombres mayores con expresiones serias, uno de ellos con gafas de sol y sombrero, con billetes de euro flotando sobre sus cabezas.
INVESTIGACIÓN

Villarejo tiene informes sobre el patrimonio de Felipe González.

El excomisario dijo a Enrique García Castaño que compró una casa con fondos reservados para el expresidente socialista.

Tras su retirada de la política en 2004, después de 27 años como diputado y presidente del Gobierno, Felipe González Márquez declinó entrar en el Consejo de Estado, a pesar de las ofertas. SIn embargo, durante un tiempo cobró el sueldo de expresidente, de 80.000 euros anuales, desde 1996, y se instaló en una oficina en la madrileña calle de Velázquez, gracias a la dotación de 90.000 euros anuales que él mismo aprobó durante su Gobierno, en concepto de dotación presupuestaria fija para los expresidentes del Gobierno, que incluye alquiler de despacho, coche con un chófer, escolta y un asistente o secretaria personal.

Todas estas actividades eran vigiladas atentamente por el excomisario José Manuel Villarejo, que le llegó a confesar al también excomisario Enrique García Castaño en 2005 que había comprado una casa para el expresidente del Gobierno con cargo a los fondos reservados: "No sé cuántos pagos del PSOE, o sea pagos de la casa al presidente del Gobierno de la época, corrupciones, una lista", desvelaron los audios de la conversación entre ambos policías, según publicó el periódico Vozpópuli en noviembre del pasado año.

Sobre el papel Felipe González no tendría excesivo patrimonio acumulado, en teoría era "un jarrón chino", como él mismo se declaró en numerosas ocasiones, es decir, un valioso producto de la democracia que nadie sabe dónde colocar. Así que por su cuenta, y desde su oficina, González arrancó una frenética actividad viajera por América Latina. Como ejemplo valga contar que en septiembre del año 2000 viajó a México junto a Carlos Slim y participó en la campaña electoral que hizo ganar las elecciones a Vicente Fox. Después visitó al presidente argentino Fernando de la Rúa en Buenos Aires.

Un día después González viajó a Santiago de Chile, donde había sido invitado por Teddy Bautista, de la SGAE, a dar una conferencia en el Congreso Mundial de Autores Cisac 2000. Aquel mismo día se votaba en el Congreso de los Diputados una proposición de ley del Grupo Socialista sobre el régimen general de la Seguridad Social, con la ausencia de González, que aprovechó su viaje a Chile para entrevistarse con Fernando Flores, empresario y exministro de Hacienda con Salvador Allende y promotor del Club de Emprendedores, que se dedica a dar conferencias por toda América Latina.

Sin embargo, la gran fuente de ingresos de González a principios del milenio eran las conferencias, por las que llegó a cobrar hasta 80.000 euros. La agencia que representa a González es Thinking Heads, que también cuenta en su nómina con políticos como Cristina Garmendia o Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros.

El que fue el tercer presidente de la democracia posee un caudaloso patrimonio, aunque algunos de sus negocios no pasan por su mejor momento. Felipe González ha ido acumulando pérdidas en los últimos cuatro años por un valor de casi 200.000 euros con la entidad IaIcon Consultoría, dedicada a "la compraventa de fincas rústicas y urbanas, la urbanización de toda clase de terrenos, la construcción y rehabilitación de edificaciones y la promoción, venta y explotación en régimen de arrendamiento de todo tipo de inmuebles".

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Mar García-Vaquero y Felipe González. | El Cierre Digital

González creó la consultora Ialcon en el año 2001 con un capital social de 3.100 euros. El expresidente socialista es el accionista mayoritario, pero sus hijos María, David y Pablo aparecen también en la firma, una empresa en la que todo queda en familia. Tanto es así, que en 2002 Felipe González dejó el cargo de administrador único de la empresa consultora y relegó el cargo a su hija María.

El expresidente socialista posee el 78,2% de las acciones y el 21,8 por ciento restante se lo reparten de a partes iguales María y sus otros dos hijos, Pablo y David (un 7,26 por ciento cada uno), según consta en el registro mercantil. El mandatario también utilizó la sociedad para cobrar por sus trabajos de intermediación, sus asesoramientos como abogado, la participación en foros y conferencias y otros ingresos extraordinarios.

Desde el año 2014 hasta el cierre del último ejercicio, con fecha en el 31 de diciembre de 2017, sus activos disminuyeron un 28,6 por ciento, desde 3,4 a 2,8 millones de euros. En cuanto a los negocios de esta consultoría, IaIcon ha pasado de obtener 1,8 millones de euros a 541.000 euros, lo que supone un 70 por ciento menos tras perder en el último año una cuarta parte de sus ingresos. Los bienes inmuebles con los que cuenta la consultora IaIcón son la propia vivienda de la hija de González, un exclusivo chalé situado en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y que también opera como sede social de la compañía.

Tagua Capital fracasó

La segunda de las sociedades en la que Felipe González figura, en esta ocasión como socio único, es Tagua Capital, constituida en abril de 2011 junto a su yerno, el economista Eric Bergasa. Con un patrimonio de 172.000 euros, Tagua Capital se dedica a intermediar y asesorar a empresas. Esta gestora de capital de riesgo de González no obtuvo el rendimiento esperado. Tagua registró al cierre del ejercicio de 2016 unos activos de sólo 72.561 euros y su patrimonio apenas superaba los 15.630 euros.

Sin embargo, González es experto en invertir en negocios ruinosos y sacarles rendimiento. En 2011 compró, por 375 euros, un 10 por ciento de la empresa Oyauri Investment, de donde era consejero su hijo Pablo González Romero. González comenzó a asesorar al entonces presidente de Indra, Javier Monzón, en 2013.  Y solo cuatro meses después de su contrato la multinacional de tecnología anunció la compra de la Oyauri por cero euros. Pero a cambio se hizo cargo de pagar un préstamo de un millón de euros realizado a título personal por Felipe González. De esta manera el expresidente se aseguró el cobro de su deuda. Tras la compra de la empresa, Indra anunció además la contratación del hijo de González, al que blindó con una indemnización de 375.000 euros en caso de despido.

Fichaje por Gas Natural

Pero el pelotazo más sonado de Felipe González llegó en diciembre de 2010, cuando el expresidente ingresó como consejero independiente en Gas Natural Fenosa cobrando 126.500 euros anuales. Allí permaneció hasta mayo de 2015, siendo sustituido por la exministra de Ciencia e Innovación con Rodríguez Zapatero, Cristina Garmendia.

Tras su paso por Gas Natural, González se embolsó unos 580.000 euros. Y eso que llegó a declarar públicamente que se «aburría» en esta empresa y que ingresó en la misma para conocer el mercado de la energía, del que se declaraba absoluto ignorante. Obviamente, Gas Natural no contrató al expresidente por sus conocimientos del mercado.

Gas Natural precisaba los contactos de González en Iberoamérica (en diciembre de 2014 obtuvo la nacionalidad colombiana), sobre todo en México, donde el presidente Peña Nieto propició una reforma energética para abrir el mercado al sector privado.

Según los registros públicos, Felipe González  acumula un patrimonio inmobiliario importante, en gran parte fruto de sus años como asesor empresarial. En octubre de 2012 el expresidente adquirió la finca El Penitencial, en Extremadura, por 425.000 euros.

También posee una casa en Castellar de la Frontera, Cádiz, que le fue regalada, y donde vive su hijo David con su esposa; y un chalet familiar en la urbanización madrileña de Somosaguas, donde vive su hija María, ya que él se trasladó a vivir con su nueva pareja, Mar García Vaquero, a un piso de alquiler en la calle de Velázquez, en Madrid, propiedad de su cuñado el empresario Pedro Trapote, valorada en 3,5 millones de euros. Hace años Felipe González vendió una casa cerca de Tánger, junto al mar, a la familia real marroquí. El coste de la misma se calculó en unos 2,5 millones de euros. El excomisario Villarejo habría monitorizado todos estos movimientos del expresidente del gobierno.

La finca, donde el expresidente y su esposa se escapan algunos fines de semana, está situada en la sierra de Guadalupe, en Navalmoral de la Mata (Cáceres), que fue adquirida por el político en 2013.

Entrada de un camino rural con una puerta de hierro y un letrero que dice
La finca de Felipe González en Cáceres / El Mundo | El Mundo

En el mismo año que creó Tagua, González compró a su hijo Pablo el 10 por ciento de las participaciones de Oyauri Investment, una pequeña sociedad dedicada a la consultaría que éste había montado,por la cantidad de 376 euros. La situación cambió cuando Indra entró en el capital de Oyauri desembolsando 1,5 millones de euros y haciéndose así con el 33% de la empresa, lo que produjo que la parte de la consultora perteneciente al expresidente aumentara su valor hasta los 310.000 euros.

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